La juventud, esencia fundamental para la construcción del hombre nuevo y la mujer nueva


 

“el ímpetu del ser humano está en la juventud, como un detonante a la insurgencia que emana en cada sentir, en cada expresión de vivir”

Así comienzo este articulo refiriéndome a los momentos históricos que vive nuestra Madre patria Grande.

¿Es la juventud la bujía que debe encender el motor de la conciencia del nuevo sujeto socialista? Esa sería una pregunta para el debate y la profundización política en la diversidad de nuestro continente, y cada vez con más fuerza vemos esos nuevos liderazgos que vienen de la verdadera base popular de un pueblo en proceso de aprendizaje y construcción democrática, participativa, activa, llena de logros, levantando la voz en cada  sentido, con un criterio justo, aceptando las responsabilidades y retos que nos han puesto en el marco de la lucha de clases, en la supremacía del principio de la legalidad, lo que conforma un estado, un gobierno donde se está practicando la igualdad en toda su expresión.

Pero la juventud, no es solo una cara joven, fresca, con energía, para gritar, correr, una hermosa voz, o leer un buen discurso, muchas veces hasta imitar a otros y no tener su propio estilo o sencillamente lo que ha aprendido en su lucha constante en las barriadas, favelas, aldeas, departamentos, regiones.

Es la aceptación, la confianza que debe de demostrar, la motivación necesaria, las palabras adecuadas para captar o llamar su atención, donde despierte esa curiosidad, y pueda acercarse a preguntar cosas como ¿qué es socialismo? ¿Qué es Revolución?

En mucho de nuestros países la juventud es vista como un estorbo, la primera fila de la pelea, la algarabía, los revoltosos, los piqueteros, en otros son quienes están demostrando organización, conciencia, y compromiso por su proyecto, idea.

El Che siempre hablo sobre la importancia de prepararse como un ser integral, no solo en lo académico, sino en lo humano, caritativo, sensible, compresivo, pero también listo y presto para asumir grandes retos, como los de la Sierra maestra, los que lucharon en chile, Nicaragua, los caídos en Honduras, en las universidades y liceos públicos de Venezuela, donde la democracia que defiende el imperio del norte como modelo a seguir, muchos perdieron sus vidas, y lamentablemente hoy, muchos han traicionado ese legado, esa sangre derramada.

Estamos en una lucha diaria, con sus diferencias, intereses, credos, pero nos mueve ese espíritu integracionista, que heredamos de quienes nos dieron la libertad y la independencia y autodeterminación de los pueblos.

Creo que he sido un poco tedioso.

Perdonen si soy repetitivo, pero fíjense lo que ha hecho la transformación de un modelo capitalista explotador, viciado lleno de ignorancia, miseria, a este gran proyecto Bolivariano que cada día mas que leo, veo y escucho a mis hermanos defendiendo la tierra, el agua, la fabrica, el derecho a manifestar, a un joven como yo que ayer no tenía la idea de lo que hacían con todo lo que nos correspondía por ley, y la juventud es ejemplo de todo eso.

Hay que mirar adelante, con la frente en alto, y decirles a todos ellos que estamos aquí, somos el relevo, el nuevo legado, y que no descansaremos hasta hacer sentir desde el golfo de México, hasta la tierra del fuego, que la juventud del Sur está con la rodilla en tierra con la lanza del conocimiento, y la gallardía  en cada corazón, en cada palabra, en cada mirada y ya basta de no tomarnos en cuenta, aquí están  los hombres y mujeres nuevas dando lo mejor por la Patria Grande.

Un llamado a todos los movimientos juveniles y estudiantiles del Sur.

¡No se rindan camaradas! Aquí hay fuerza y coraje para la transformación de un mundo nuevo.


(*) Militante del PSUV



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(*) John Duarte


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