El pasado sábado, el Clásico Mundial de Béisbol presentaba su mejor el cartel, Venezuela y Estados Unidos, la afición venezolana se preparaba para el enfrentamiento de los cuartos de final del certamen, ambas novenas se jugaban el todo por el todo, los criollos sabiendo que tenían un “trabuco” para salir campeones y los estadounidenses, que como anfitriones siempre tienen la obligación de llegar a instancias finales.
El partido transcurrió en un toma y dame, los norteamericanos empezaron ganando, en una primera entrada vertiginosa. Martín Pérez fue recibido con varios batazos que hicieron que los dueños de casa se fueran arriba 3-0.
Eso no importó, la afición venezolana presente en el estadio LoanDepot Park, casa de los Marlins de Miami, y en toda Venezuela, estaba esperando la reacción de los suyos.
Al cierre de la misma primera entrada, Venezuela reaccionó con dos carreras, gracias al batazo de Arraez. Los aficionados venezolanos explotaron de felicidad, el partido transcurría 3-2 a favor de los EE.UU. Ambas novenas seguían insistiendo en dar lo mejor de sí.
Venezuela jugó con intensidad
En la baja de la quinta entrada, Venezuela golpeó duro, tras pasaporte a Gleyber Torres y toquecito de Andrés Giménez, los dirigidos por Omar López, empezaron un fuerte ataque. Lamentable fue la lesión de José Altuve, luego del pelotazo del pitcher Daniel Bard, la vinotinto de béisbol se iba a arriba 5-6 gracias a un elevado de sacrificio de Ronald Acuña Jr.
Todo el país estaba inmerso en el sueño de eliminar a los Estados Unidos, todos estábamos pendiente del televisor, de cada picheo y batazo que vinieron posterior. Hasta que ocurrió lo impensado, el estadounidense Trea Turner la sacó del LoanDepot Park con las bases llenas y le dio la vuelta al partido.
9x7 el resultado final ante EEUU
Para la afición venezolana, la selección de béisbol le dejó un sentimiento de unión, hermandad y agradecimiento. Sabemos que dejaron todo en el terreno de juego, que quienes se pusieron el uniforme dieron el 100% de sus posibilidades. Nos dejaron cuatro grandes victorias y queriendo que vuelva el próximo Clásico Mundial de Béisbol.
En el ambiente hubo lamento, rabia, llanto y abrazos de consuelo, lo que no alteró el orgullo de todos los venezolanos sienten por su equipo.
