De que se puede se puede -le dijo- Marco Rubio a María Corina y, la operación sin aspaviento tal como se planificó con coeficiente exponencial de paso a paso, logró el vergatario objetivo del interés gringo de abrirle las puertas de la resurrección sin daño alguno: a un puñado de agitadores opositores que como turistas inconformes sin atrapar vitamina D, ni oler carne ajena siquiera, vivían en la embajada de Argentina en Venezuela y, ahora pasan a vivir nueva vida de sueños con eructos de mártires en los Estados Unidos cuando, sin tapujo y sin máscara alguna otros venezolanos como soldados desconocidos tras el sueño americano de presagiadores son llevados a El Salvador a pagar condena por caerles mal al presidente Trump. ¡Allá ni en sueños! Debe haber un compás de otro horizonte para sacudir el polvo de los años sin sudar el miedo del odio.
¡Hay que ver que ese cubano Marco Rubio es bien mentiroso! Que no encuentra como burlarse del gobierno de Venezuela y por otro lado Diosdado sufre con del alter ego dependiendo de un mazo que salta por el aire apuntando el Norte. Mientras Maduro respira en Rusia al lado de su colega Putin, pana burda de los entretelones de respira profundo que Trump vigila y cada semana entra un avión por Maiquetía con tripulantes no queridos por él que de nuevo regresan con el estómago vacío y muchas ganas de seguir viviendo, aunque el perico tenga un hueco debajo el pico como la revolución que anda volando bajo con Delcy trabajando a todo vapor no sabemos si en favor de Pdvsa o de Venezuela, pero ella fascinada: arenga y viaja, y, los pensionados y jubilados como si no existieran con un dólar bajito tan bajito para ellos, pero para el Banco Central de Venezuela sube que sube hasta el cielo de la inconformidad. Y llueve y escampa. Y Maduro tararea a millón con una guerra económica que llegó para quedarse como guerra infinita y Trump no afloja. Y los dólares flotando después que salen del subsuelo que siempre hay un personaje para romper la piñata.
Pasan las horas y los días a lo inmediato y el cambio sigue sin verse y a luchar maduristas que vienen las elecciones en mayo que, solo Capriles y algunos más se enredaron en demostrar que perdiendo también se gana tal cual lo ha demostrado Edmundo en España que, de tanto atragantarse de mentiras su tensión se ha ido en picada mientras, María Corina la maltrata la indiferencia de sus actos que no quiere saber nada de elecciones hasta que Maduro deje de ser presidente.
Los rusos viajan a la isla de Margarita a tragar sol y cervezas como turistas de convenio y, Maduro se va a Moscú a celebrar con otros camaradas el "Día de la Victoria" con paz a los caídos y como un aprovechado de mucha conciencia de acercamiento como victoria, Maduro ha firmado con Putin, un acuerdo de Asociación y Cooperación Estratégica de largo plazo como "una relación integral". Es decir, hasta que Maduro aguante existirá Venezuela para largo rato con muchísimos más pobres que ricos y conformidad y paciencia que hasta un papa gringo llegó a Roma para quedarse con la misma túnica de pasión de Trump para gobernar a los católicos y, cardenal y obispo, que se descarrile debe ser enviado a la cárcel de El Salvador para que Dios y Bukele lo agarren confesado.
Se fueron cuatro ciudadanos de la embajada de Argentina de lo más tranquilos y a EEUU llegaron y Marco Rubio los orientó a distinguir sin tapujos el bien del mal como patriotas del nuevo renacer que, no todo es color de rosa y que "siempre es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio" y que él será su talismán de que vivan sin dejar vivir a los demás como cubanos y venezolanos según, el versículo de sus ruegos como secretario del poder gringo. Y si Diosdado duda él no duda, aunque la duda exista.
¡Señor ruega por ellos! Que no vuelvan como tránsfugas. Amén
Esteban Rojas
