Montero se volvió un ocho

CNN: El guardián de de las ollas podridas

En mis tiempos de reportero de sucesos de El Tiempo, periódico emblemático de Anzoátegui, con sede en Puerto La Cruz, un compañero de trabajo-cuyo nombre omito por obvias razones-cumplía guardia dominical y como el día estaba calichoso (escaso en noticias) con aviesas intenciones primero se fue al estacionamiento de Tránsito y tomó nota de las placas y características  de dos autos chocados y luego, al cementerio municipal de Puerto La Cruz y anotó los nombres de cinco difuntos sepultados hacía 10 años. Con esos datos armó tremenda noticia: Barcelona (Especial) Cinco muertos en violento choque de autos. Es importante indicar que el experto  ollista procuró que los muertos fuesen de origen humilde, con apellidos comunes e inventó el lugar de la colisión en el medio rural. Con ello buscaba evitarse futuros conflictos jurídicos con familiares de los occisos

      La nota estaba, acompañada con fotos de los vehículos y de los alrededores de la morgue del hospital Luis Razetti. Muy bien redactada. Causó un impacto espectacular. A  decir verdad. El travieso colega se las traía redactando. Ese lunes la edición se agotó bien temprano en la mañana y, por supuesto, el Gobernador se volvió loco llamando al jefe de Tránsito y al secretario General de Gobierno preguntando por tamaña novedad. Suceso que no figuraba en ningún Libro de novedades porque era una vulgar olla periodística. Una olla bien podrida. Un invento. Una información falsa.  ¡Claro! los muertos y los autos eran ciertos. Pero estaban fuera de tiempo.

      Una olla periodística, de las de antes, se aliñaba con medias verdades, con uno o dos datos incipientes,  y casi siempre tenía como  finalidad informar primero, aunque fuese chucuto. Si se quiere era una cuestión de competencia entre periodistas. Claro que el suscrito nunca ha sido dado esa fechoría reporteril.

      Hoy el uso de la olla periodística es una poderosa herramienta de la Guerra Mediática. Y una demostración de ello es la olla que montaron Canal Cuatro, de España y CNN plus del Grupo `RISA, Los Guardianes de Chávez, que luego fue retransmitida por CNN en español dizque por solicitud de los televidentes, en un programa moderado por Carlos Montero, quien se volvió un ocho ante los cuestionamientos hechos por el diputado psuvista Villalba  y el profesor Camilo Pérez, de la Universidad Nacional Autónoma de México. Olla que le explotó a Montero en su cara cuando pensó acorralar al legislador Villalba con el concurso del docente mexicano y Diego Arria. Pero le salió el tiro por la culata: Diego Arria resultó infausto,  insulso y fatuo, mientras el educador azteca resultó ser un defensor de la Revolución Bolivariana a carta cabal. A todas luces se vio el ímpetu manipulador de Montero, que quiso disimular apelando  su incuestionable veteranía reporteril;  pero no pudo. Lo jodió el Parasimpático. 

      El reportero español que montó  la olla tiene experiencia en la cobertura de hechos violentos. Maneja el discurso y los símbolos de la violencia. Es decir. Es un taco montando ollas. Tanto que todos los entrevistados de su documental son adversarios del proceso y algunos participaron en el golpe de estado. Pero en oportunidades se le enredó el volador ¿Qué fue lo qué hizo el Canal Cuatro. Nada. Vino a  un Desfile Militar del Gobierno Revolucionario, filmó a la Milicia desfilando y a los buhoneros vendiendo libros revolucionarios. Fue a Guadualito y al 23 de enero a tratar de que los vecinos les hablaran que apoyaban a las FARC y a la ETA y que estaban armados. Pero el mismo reportero español dijo que no vio una sola pistola. “Me han hablando de un pueblo armado, que Chávez ha armado al pueblo y no he visto una sola pistola

      Los Guardianes de Chávez, esa olla española con piquete de CNN en español, tiene una sola finalidad: Decir que Chávez es un terrorista porque ampara y protege a las FARC y a la ETA. Asimismo que Chávez está armando al pueblo, que no permite la disidencia y que persigue a los medios de comunicación que le critican su gestión. Todo con el fin de ir preparando el terreno para una intervención tipo Irak, a quien le inventaron la posesión de un arsenal de armas de guerra química de destrucción masiva, que hasta ahora nadie ha visto ni la verán nunca porque esas armas nunca existieron, fue una vulgar olla podrida orquestada por El Imperio. Todavía recuerdo la muerte de uno de los científicos que fueron a Irak, que se negó a firmar el informe que devino en la invasión de Irak por El Imperio,  y que luego murió de un infarto yendo su cuerpo a dar con una alcantarilla londinés. ¡Infarto! Yo te aviso chirulí, dijo un estudiante de la UDO en Cumaná.

      TINTERO

            Uno que ha hecho periodismo a granel en televisión al ver Los Guardianes de Chávez denota, tan pronto rueda VTR,  la falsedad y la manipulación del moderador, de Los reporteros, de los editores y de la postproducción. Se ve que no tuvieron el cuidado de buscar la otra campana de la noticia. Todo el trabajo de campo fue trazado y dirigido por personeros de la oposición. No hay equilibrio informativo. No entrevistaron a un solo representante del gobierno. Montero saboteó a Villalba con el audio, e irrespetó al Profesor Pérez porque le restregó en su cara el carácter mediático del programa y del documental. De paso “baipaseó” los mensajes de textos enviado por las personas que acompañaban a Villalba en el momento de ser “antientrevistado” en CNN El Guardián de La Fábrica de Ollas Podridas.

americoarcadio@yahoo.com



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Américo Hernández


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