Joe Biden y Donald Trump se meten en la huelga automotriz ¿por qué la huelga se transformó en el centro del debate en Estados Unidos?
De esos temas habló Diego Sacchi en su columna sobre noticias internacionales del programa de radio El Círculo Rojo, que se emite todos los jueves de 22 a 24 hs por Radio Con Vos.
En Estados Unidos hay una huelga que está haciendo historia ¿Les voy a contar por qué?
Hace unas dos semanas hablamos sobre la huelga automotriz que comenzó viernes 15 afectando las tres principales compañías del sector: Ford, GM y Stellantis. Este es el primer hecho histórico ya que no hubo antes una huelga coordinada al mismo tiempo en las "tres grandes" compañías.
Segundo hecho histórico. Este martes, el presidente Joe Biden se convirtió en el primer mandatario en ejercicio en visitar un piquete de trabajadores en huelga.
La visita del presidente Joe Biden responde a dos cosas: por un lado tratar de sacar provecho de la simpatía que tiene la huelga, por otro lado mantener dentro de los márgenes institucionales el reclamo, apoyándose en la dirección del sindicato de los trabajadores automotrices.
También habló Donald Trump sobre la huelga. Fue en un acto que hizo ayer en una empresa de autopartes donde los trabajadores no están sindicalizados ¿Se pronunció contra la huelga o el sindicato? No, al contrario, llegó a decir que tienen que apoyarlo en su carrera por la presidencia.
Con todas estas novedades la pregunta es ¿Por qué la huelga está en el centro del debate político estadounidense?
Según una encuesta de Morning Consult Pro, el 60% de los estadounidenses dicen haber oído "mucho" o "algo" sobre la huelga. Otro dato muy interesante es que el 53% de los estadounidenses apoya la huelga automovilística, frente al 22% que se opone.
Muy interesante es que entre los trabajadores No sindicalizados, el 51% apoya la huelga, algo que explica por qué Donald Trump no atacó abiertamente a la huelga y los sindicatos.
Este apoyo es expresión de algo más profundo. La huelga se da en un pilar central de la economía estadounidense: la industria automotriz, y plantea reivindicaciones como la compensación por el aumento del costo de la vida, la igualación del salario para quienes realicen las mismas tareas, el derecho de huelga contra el cierre de fábricas y la reducción de la jornada laboral a 32 horas.
Además tiene como contexto el verano caliente, con huelgas masiva de actores y los guionistas de Hollywood, de trabajadores de hoteles en California o la última convocada este miércoles, trabajadores de Hoteles y Casinos de Las Vegas votaron ir a la huelga bajo la consigna "#OneJobShouldBeEnough" (un trabajo debería ser suficiente).
El descontento es profundo. Los trabajadores ven cómo los ricos se hacen cada vez más ricos, mientras ellos dejan la vida en sus trabajos para obtener un sueldo que no les alcanza y mínimos derechos sociales. También está en crisis el neoliberalismo, un modelo que ha erosionado el nivel de vida de la clase trabajadora y ha producido no una sino dos recesiones históricas para el país y el mundo.
Las empresas automotrices aumentaron sus ganancias netas un 65% y habían subido los precios de los vehículos en un 34% en los últimos cuatro años. Si llegan a tener algún revés, el gobierno de turno (Demócrata o Republicano, saldrá a rescatarlas).
Lo que comienza a confirmarse es el resurgir del movimiento obrero como protagonista, con la recuperación de los sindicatos como vehículo para luchar por sus demandas.
Lo que estamos viendo en Estados Unidos es que cuando los trabajadores se ponen en movimiento comienzan a imponer una agenda nueva que tiene que ver con sus derechos y cómo se conquistan.