¡Misión cumplida!

Tal y como estaba previsto el pasado jueves 22 de marzo la clase obrera venezolana cumplió con una de sus más altas responsabilidades históricas de los últimos tiempos: entregó a la Comisión Presidencial que prepara el anteproyecto de reforma de la Ley Orgánica del Trabajo sus propuestas clasistas, revolucionarias y unitarias para convertir esta reforma, que es lo que “técnicamente” está planteado, en una nueva ley que sea reflejo de los actuales tiempos políticos en Venezuela y se convierta en un instrumento que viabilice la transición revolucionaria en nuestro país.

La semana pasada decíamos que por la importancia que revestía esta movilización, por su carácter unitario y combativo, por la alta conciencia de todos los colectivos y organizaciones que estaban participando en su convocatoria esta sería una marcha que significaría un salto cualitativo en el evidente fortalecimiento de la clase obrera venezolana y una vez realizada la misma es evidente que a todo lo anterior hay que sumarle la gran concurrencia de personas de todo el país que pese a muchos problemas de traslados marcharon por las calles de Caracas exigiendo al proceso bolivariano una nueva y revolucionaria Ley Orgánica del Trabajo, exigencia propositiva pues fue acompañada de un documento contentivo de las propuestas reivindicativas y políticas de los trabajadores y trabajadoras para este instrumento legal.

El documento, definitivamente elaborado con todo el articulado previsto en las propuestas previas y ensamblado de manera magistral en arduos días de trabajo, se construyó teniendo como columna vertebral los 12 ejes propuestos por el Partido Comunista de Venezuela y la Unión Nacional de Trabajadores (UNETE) y enriquecido con las visiones de diversas organizaciones y colectivos clasistas nacionales y de todas las regiones del país, en él quedaron expresadas las necesarias y justas reivindicaciones laborales en beneficio de los trabajadores y trabajadoras: reducción de la jornada laboral, restablecimiento de la retroactividad en el cálculo de las prestaciones sociales, eliminación de la tercerización y de los contratos a tiempo determinado, prohibición de exigencia de experiencia previa para el primer empleo, pago de las pasantías, estabilidad general y absoluta, extensión del tiempo de pre y post-natal entre otros beneficios para la mujer trabajadora, estos son apenas algunas de las propuestas de tipo reivindicativo pero por encima de todo ello, y lo que precisamente demuestra la conciencia de clase, está el contenido político revolucionario de la propuesta.

Y ese contenido político es convertir a la nueva Ley Orgánica del Trabajo en un instrumento de verdadero poder para los trabajadores y trabajadoras a través del Control Obrero; es decir, Poder Popular en los centros de trabajo, de allí que sea urgente para la clase mantener la movilización en torno a estas propuestas difundiéndolas, debatiéndolas y defendiéndolas para lograr que el primero de mayo sean tomadas en cuenta en la promulgación de esta reforma que como ya dijimos por su fondo deberá producir un nuevo instrumento legal e igualmente es necesario impulsar, desde ahora mismo, la discusión y aprobación de la Ley Especial de los Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras cuyo anteproyecto reposa en la Asamblea Nacional desde el año 2007 cuando el PCV lo introdujo.

En definitiva, el 22 de marzo se convirtió en un día histórico con esta movilización clasista, que desde su autonomía, combatividad y alta conciencia de clase expresó su respaldo al Presidente Chávez y entregó sus propuestas como síntesis de lo auténticamente revolucionario que debería contener la nueva LOT. ¡Misión Cumplida!


(*)Militante del PCV

edgarml79@gmail.com

@edgarmelendez79


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Edgar Meléndez(*)


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