Historia de las cúpulas vitalicias enquistadas en el movimiento obrero venezolano

“Los inamovibles príncipes del sindicalismo pseudorevolucionario”

Sólo cuando el pueblo asume el control de los medios de producción y desde esa posición, ejerce el poder político, se está construyendo el Socialismo. Es la clase trabajadora, por su diario vivir colectivo en la producción de riquezas, la clase social mejor calificada en la historia para construir solidariamente la sociedad sin oprimidos. En el siglo XXI es primordial subrayar que la clase social del trabajo constituye una categoría amplia que abarca a todos los actores que convertimos las materias primas en los bienes materiales e intelectuales que el hombre necesita. En ella está el proletariado, así como los empleados, profesionales, técnicos y demás asalariados que han colaborado en anteriores procesos.

Se sabe que con el objetivo estratégico de fortalecer a sus protagonistas (clase trabajadora) Marx, el más extraordinario dirigente obrero de todos los tiempos, fundó la Asociación Internacional de los Trabajadores o Primera Internacional (Londres, 1864) y bajo la consigna de “proletarios, uníos” procuró integrar a los obreros de diversos países. En Venezuela, su sucesora fue la llamada Central Única de Trabajadores de Venezuela (CUTV), una organización fundada por aquellos combativos comunistas de los años sesenta del siglo XX, en la cual actuamos como abogados marxistas, pero que bajo la influencia del populismo de izquierda, lamentablemente fue disuelta hace pocos años.

En el presente, la clase trabajadora venezolana intenta reimpulsar sus luchas en el favorable escenario de la Revolución Bolivariana, pero aun carece de un partido o vanguardia realmente apta para conducirla hacia objetivos clasistas, unitarios para superar la Ante la dispersión del movimiento obrero y no dedicarse únicamente a la puja por pequeñas reivindicaciones.

Flaco servicio le haríamos a la Revolución Bolivariana si permitimos que la lucha obrerista sea monopolizada por vitalicios dirigentes (partidistas y sindicales) de cascarones vacíos cuyo burocratismo, reformismo, economicismo, sectarismo, y conciliación patronal los delata como “príncipes del proletariado” con quienes jamás haremos la revolución, ni derrotaremos al Gran Capital, ni realizaremos una nueva Ley Orgánica del Trabajo acorde con el Socialismo.



Constitucionalista y penalista. Profesor universitario.

http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

jesussilva2001@cantv.net


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Jesús Silva R.

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

 jesussilva2001@gmail.com      @Jesus_Silva_R

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