Informe Confidencial XI

Ross-Lehtinen, junto a un grupo de congresistas conservadores, solicitó al Departamento de Estado incluir a Venezuela en la lista de los países que apoyan el terrorismo. Como se trata de un proyecto global contra Venezuela, la referida ciudadana norteamericana, también encaminó su solicitud a la Secretaria de Estado, (Condoleezza Rice quien ya tomó acciones), para que solicite al Departamento del Tesoro y a otras instituciones norteamericanas, investigar si Venezuela por medio de Citgo, viola las sanciones impuestas a Irán por los Estados Unidos. Como sabemos, PDVSA, mantiene relaciones económicas con Petropars de Irán. Dicha investigación igualmente abarcaría posibles operaciones financieras con esa nación por parte de bancos venezolanos que manejan sus recursos desde los EE.UU.

No cabe la menor duda, que lo denunciado supra junto a las acciones de Exxon-Mobil, responden a un mismo plan; congelar activos millonarios de PDVSA en el exterior, si Chávez no retrocede en cuanto a las actuaciones políticas que desde su gobierno afectan los intereses, a futuro, del gran capital y sus aliados en la Región.

En ese sentido, la ultraderecha internacional se mueve para que sus representantes en Venezuela terminen de armar el tinglado cuyo apoyo fundamental emerge desde la Administración Bush. No en balde, el denominado Comando Nacional de Resistencia, en voz de algunos de sus representantes, retomaron espacios y sus discursos están siendo difundidos por televisoras (ya sabemos cuales), y demás medios privados de comunicación subordinados al plan imperialista. Luego del fracasado golpe de 2002, ahora a las nuevas acciones desestabilizadoras le buscan dar apariencia legal donde la vía electoral, no es descartada.

Según Eduardo Galeano, “Al fin del milenio, el mundo al revés está a la vista: es el mundo tal cual es, con la izquierda en la derecha; el ombligo en la espalda y la cabeza en los pies”.

Un supuesto astrólogo ruso pronosticó, al mejor estilo de Nostradamus, que la candidata demócrata Sra. H. Clinton ganará las elecciones de ese país. Pero lo mejor no está allí. Lo interesante de sus afirmaciones, según las cuales dicho triunfo será el principio del fin del imperio, es que serían sustituidos por una potencia emergente con sede en nuestro Continente. Dicha potencia es nada más y nada menos que Brasil. Será esa, una invitación solapada de los gringos y sus aliados en la Unión Europea (que no Rusia), para que Lula o quien le sustituya en Planalto, retome el papel de sub potencia imperial en la Región que ya la Casa Blanca en el 2004 les había reclamado no ejercían; refiriéndose a la revolución bolivariana, su Líder y demás aliados integrantes del ALBA.

monlan2001@yahoo.com


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Manuel José Montañez Lanza


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