El dilema de Maria Chucena o la infofrenia del imperialismo

“Maria Chucena techaba su choza y un techador que por ahí pasaba le dijo: - Maria Chucena ¿techas tu choza o techas la ajena?

-Ni techo mi choza ni techo la ajena, que techo la choza de Maria Chucena.”
Folklore

El capitalismo, globalización (término introducido por Theodor Levitt en su obra de mediados de los sesenta del siglo XX “the Globalization of Market”) o imperialismo (término desempolvado por el venezolano Hugo Chávez Frías), integra las economías nacionales en un solo mercado capitalista mundial por encima de todo concepto nacional o local con la sustitución de la sociedad industrializada por la sociedad de la información. En el ámbito de las Naciones Unidas se considera que este proceso social, económico y político, tiene ventajas de mejor calidad de vida, rapidez de crecimiento, nuevas oportunidades, pero estas ventajas que se distribuyen desigualmente, no tiene objetivos sociales definidos y si todos los pobres siguen el camino de los ricos se agotaran bien temprano los recursos del planeta. (Kofi Annan)

Los actores beneficiarios de la globalización son grupos políticos, empresas multinacionales, instituciones financieras, empresas de medios de comunicación, ONG, mafias internacionales, turistas y la mano de obra calificada. (José Santamaría) y una de sus armas o instrumentos es la información. En el Imperialismo o Globalización los medios de producción y la movilización de capitales son de escala planetaria tienen ámbito planetario (aumentan las inversiones extranjeras y el comercio internacional bajo el amparo de la caída arancelaria y la interdependencia de las naciones conocido como “libre comercio”), acompañado todo esto con perdida de poder y atribuciones de los gobiernos con una “sociedad en red” o “redes sociales”.

Para conservar este sistema imperial o globalizador, los actores políticos y económicos junto a sus interlocutores sociales (sociedad civil) deben comenzar y mantener un sistema de creación de corriente de opinión o mediatización, para esto cuentan con unos aliados empresariales de los medios de comunicación identificados plenamente, identificados plenamente con estos planteamientos ayudan a crear y mantener corrientes de opinión a través de sus radios, televisoras y medios impresos.

La sabiduría popular quizás reseña este movimiento o instrumento de la dominación neocolonial capitalista a través de dichos y otras formas como los trabalenguas. Maria Chucena techaba su choza y el techador trato de confundirla con un trabalenguas, pero ella quien contaba con instrumentos que la hacen libre de caer en el juego del techador, no se dejó engañar le respondió con el mismo tenor. El conocimiento hace libre nos repite nuestro presidente de la R.B de Venezuela. La revolución sin educación no camina y el señor Chávez tiene claro su importancia, por ello ha desarrollado las misiones educativas para empoderar al pueblo.

No es así siempre en nuestras comunidades, excluidos de los procesos educativos formales quedaron a merced de los proceso de mediatización. Las personas y familias pueden recibir el mensaje del imperio o del techador, creerlo y asimilarlo como la verdad, pudiendo llegar a desarrollar una alteración del contenido del pensamiento como ha venido advirtiendo el medico venezolano Fernando Bianco. Para recibir y manejar adecuadamente el contenido mediatizador desencadenante del proceso de alteración del pensamiento depende del desarrollo educativo del individuo, siendo importante también la carga (cantidad acumulada en unidad de tiempo) y calidad de la información hacia el individuo.

Según Fernando Bianco esta afectación puede alcanzar un estado grave hasta alcanzar características delirantes. Como estudioso de la psiquiatra, Bianco ha advertido que en las comunidades producto de la información sistemática, desmedida e intencionadamente desquiciante (variada, confusa, disonante) contra el proceso político venezolano liderado por Chávez Frías, se viene advirtiendo un brote sicótico con actividad delirante, es decir con la alteración del contenido del pensamiento, con sensación de persecución y con agitación motora, con una facilidad de cambios afectivos que van desde la depresión hasta la agresión. ¿Cuantas veces nos han dicho mentiras que hasta las repiten en los medios de comunicación? Acaso no hemos oído a personas que al Che Guevara y a Salvador Allende los mando a matar el mismo comandante Fidel Castro. Actualmente lo observamos con la discusión de la reforma constitucional, hasta profesores universitarios pueden ser victimas de la infofrenia llegando en algún momento a desapegarse y atacar al proceso revolucionario venezolano, dentro del cual participan.

Maria Chucena ante el intento del techador de confundirla, no sabemos con cual intención, con su conocimiento centrado le respondió rauda y muy certera: “techo la choza de Maria Chucena”. No se dejo intimidar aunque el techador tenga cara de “seriecito” o de “viejito sabio que aun no se jubila” o digan que ha sido una referencia. El techador ante nosotros perdió toda credibilidad y todo lo que diga tenemos que investigarlo porque muy probablemente es un operador mas que trata de mediatizar y de ser posible que caigamos en la infofrenia. Como siempre refiere el comandante Chávez el conocimiento nos hace libre.


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Elio Ríos


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