María Corina Machado y su retórica de la "Libertad" bajo la sombra del intervencionismo en Venezuela

El reciente discurso de la líder opositora María Corina Machado ante el Grupo IDEA en Miami ha generado una controversia que va más allá de la política interna venezolana, adentrándose en el terreno del Derecho Internacional y los Derechos Humanos. Un discurso dado a pocas semanas de haber sido designada como Premio Nobel de la Paz y Justo cuando Estados Unidos aumentaba su presencia militar en el Caribe con los portaaviones USS Gerald R. Ford, y que deja claro que esa nominación será usada peligrosamente para promover la guerra en su propio país y no para la negociación y la paz. Eso obliga a preguntarse, si su uso será coherente con el objetivo de la nominación.

El Discurso: ¿Paz o Justificación de la Fuerza?

El eje del discurso de Machado giró en "recoger un país destruido y reconstruirlo sobre bases institucionales, territoriales y... morales" y afirma que Venezuela se encuentra "en el portal de la libertad" en "horas decisivas".

Aunque el diagnóstico de país en crisis es innegable, la solución planteada se vuelve éticamente cuestionable al situarse en un contexto de máxima tensión militar.

La frase a analizar con mayor atención es la "Toma Territorial". En cualquier Estado soberano, la única forma de que una facción civil clandestina pueda lograr esto rápidamente es con la ayuda de una fuerza militar extranjera, ya sea de forma directa o indirecta.

La presencia del USS Gerald R. Ford proporciona el telón de fondo de la única fuerza capaz de facilitar tal acción, lo que convierte la retórica de la "libertad" de María Corina en una legitimación de la intervención armada.


El Efecto Dominó que aspira ocasionar

La líder opositora eleva la narrativa al nivel continental, afirmando que la liberación de Venezuela traerá "olas de democratización, de estabilidad y de paz para todas las Américas", mencionando a Cuba y Nicaragua. Esta es una peligrosa visión geopolítica de "cambio de régimen" forzado y exportado, lo cual contraviene el principio de no injerencia en los asuntos internos de otros Estados.

Con una Premio Nobel de la Paz cometiendo tan torpes declaraciones, cualquiera podría intuir que lejos de ser una mujer de la paz más bien será una nobel de la guerra, que de segura tendrá fuerte rechazo a nivel mundial y perderá la majestuosidad con la que Noruega pretendió otorgar ese cargo.


Conflicto con el Derecho Internacional y los DD.HH.

El discurso y el contexto en el que se pronuncia chocan frontalmente con los principios fundamentales de la comunidad internacional. Veamos porqué:


A. La incoherencia del Premio Nobel de la Paz

El hecho de que una figura política con el peso moral de un Premio Nobel de la Paz respalde o capitalice un contexto de amenaza bélica es una profunda contradicción ética. La misión de este premio es promover la resolución pacífica de controversias y la reducción de los ejércitos. Un discurso que, en "horas decisivas", no condena explícitamente el uso de la fuerza y, en cambio, anticipa una "toma" facilitada por la fuerza militar extranjera, es una renuncia a la vía pacífica y una aceptación de la guerra como herramienta política.

B. La prohibición de la fuerza

El Artículo 2(4) de la Carta de las Naciones Unidas prohíbe a los Estados Miembros recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado.

El bloqueo económico y el despliegue del portaaviones son, en sí mismos, considerados por muchos expertos en Derecho Internacional como actos de coerción que se acercan peligrosamente a la amenaza prohibida.

María Corina Machado, al alinear su discurso de cambio de régimen con esta presión militar, está legitimando indirectamente la violación del principio de no intervención y de la prohibición de la fuerza, socavando la soberanía nacional.

C. La amenaza a los Derechos Humanos

La guerra, la intervención, o el conflicto civil son los mayores violadores de los Derechos Humanos de una población.

  • Derecho a la Vida: El riesgo inminente de una acción militar masiva, por "limitada" que sea, implica la pérdida inevitable de vidas civiles. Un llamado a la acción que puede desencadenar un conflicto armado es un atentado directo contra el derecho más fundamental de los venezolanos.

  • Seguridad Humana: La retórica de la guerra socava la seguridad humana (acceso a alimentos, salud, paz). La prometida "reconstrucción" solo puede empezar después de una destrucción que agravaría exponencialmente la crisis humanitaria actual.

III. La Paz no se impone con cañonazos

La libertad y el cambio democrático son aspiraciones legítimas, pero la realidad latinoamericana está colmada de ejemplos de intervenciones militares con saldo de dictaduras, inestabilidad y subdesarrollo, muy lejos de las prometidas "olas democratizadoras".



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Andrés Giussepe

Doctor en Gerencia, Especialista en Política y Comercio Petrolero Internacional y Economista de la Universidad Central de Venezuela. Secretario Nacional del Movimiento Profesionales de Venezuela.

 agiussepe@gmail.com

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