"Los pueblos que integran América Latina, le es conveniente manifestar sus opiniones con plena libertad y seguridad, sin otros limites que los que debían prescribir el orden y la moderación.".
Fue una consulta realizada por el Libertador Simón Bolívar a todas provincias que siempre aguardaban sus resoluciones y decretos, y las mismas deben ser oídas por el pueblo y respetadas por la autoridad única del gobierno bolivariano de la época, y cuyas respuestas abarcaban La Gran Colombia, y del Congreso Constituyente establecido.
Bolívar, siempre le recomendó a la provincia de Caracas, prudencia sobre sus resoluciones, ya que el mismo, es el señalado para poner orden en toda la república. El presidente Chávez y el actual, Maduro han tardado veinte y seis años para restablecer La República Bolivariana y el orden económico, ante el sabotaje continuo de las obras de infraestructura y reordenamiento nacional.
Siempre pendiente de la voluntad del pueblo, nombraba es a Colombia, y se redujo a someterse a la restricción de los códigos de cada tribunal y magistrados, que conformaban el consejo general de gobierno.
Bolívar, siempre defendió a Colombia, porque era el único paso por tierra hacía Panamá, ya que, por mar, las goletas inglesas como españolas que provenían del Perú y Bolivia, con su único paso por tierra al mar, cursaban los mares llevándose nuestro oro, piedras preciosas y perlas del Caribe, las cuales fueron compartidas con el Vaticano Roma y el papa León XIII, ya que el Arzobispo de Galicia- Valencia de España, Fray Bartolomé de Las Casas poseía registro de todas las tierras conquistadas por los europeos e ingleses, mediante sus casas de comercialización y de Aduanas, creyéndose dueño de estas tierras.
Desde el Renacimiento, el futurismo y el inicio de la física cuántica constituyeron una marioneta explosiva del inquietante neoclasicismo de la época, y todos veían las riquezas del Cono Sur como suyas, incluso, la familia Colón, que eran descendientes de judíos que llegaron a los muelles de Génova, buscando empleo, y vendían baratijas en los muelles. Eran astutos y merodeaban los Castillos de la época para dialogar con los burgueses y, ser contratados para dibujar mapas sobre tierras cercanas. Porque, constituían su oficio en el Asia Menor.
Los misterios metafísicos perduran hasta cierto punto, y trajeron en embarcaciones maltrechas, unos cuadros de noveles pintores bien trazados, y fueron Adquiridos por los ricachones italianos hasta llegar la información a la reina, de la época. Los cuadros reflejaban un sentido metafísico de las aguas y marina del Mediterráneo.
