La patria al borde del abismo en espera a quien la rescate

Ante una situación que tanto por lo inédita como por lo grave, ha puesto al país en equilibrio precario al borde del abismo, solo la aplicación de soluciones drásticas puede salvarnos, es hora en que los venezolanos a quien les duele la patria cerremos filas ante un necesario y radical cambio. Ya no se trata de ideologías, se trata de cambios constructivos drásticos.

Ante un panorama de un gobierno inepto y corrupto hasta la medula, que con migajas pretende seguir embobando al pueblo llano, alternada estas con multimillonarias prebendas a sus colaboradores, especialmente en el área militar, en donde la función castrense de la defensa de la patria se transformó en la suma de todas las variantes de corrupción posible, a la par de la mayor ineficacia que este país ha conocido en cuanto a la administración pública.

Hasta hoy he venido temiendo por una intervención extranjera a favor de los intereses de dominio de la potencia del norte, creo que para este momento ya esta inversión de recursos por el gobierno estadounidenses para una aventura de ese tenor es un gasto innecesario; este país se está derrumbando por sí solo, dado el aventón interno de quienes lo administran. El colapso petrolero y energético, ya se encuentra en marcha acelerada. Recuperar al país va a costar ingentes y prolongados esfuerzos de años, para lo cual se necesita claridad de metas económicas para poder recibir ayuda exterior de nuestros aliados naturales, (y recalco en negrillas esta última frase). Una negociación en base a las mismas tratando de mitigar hasta donde sea posible el costo social que esto inevitablemente implica, será la base de la gestión pública por parte de un nuevo gobierno, cuyo signo no puede ser otro que el amor a la patria, No quiero ni nombrar las condiciones políticas que para darnos ayuda los países amigos puedan exigirnos, ya que eso no puede ser negociable.

Pero me pregunto ante las medidas a tomar: ¿cualquier otra decisión que pueda tomar un nuevo gobierno en pro de reconstruir el país, con su implícito costo social, podrá ser peor que las miserables condiciones a la cual actualmente se encuentra reducida un altísimo porcentaje de nuestra población en la actualidad?

La supervivencia de este último porcentaje poblacional sobre todo del sector sin trabajo definido, debe ir unido a su reubicación en el campo, de manera que al menos puedan producir lo que consumen, ya que un Estado futuro no podrá suministrarle dadivas gratuitas de ningún tipo a excepción de la ayuda inicial para su reubicación productiva.

Por otra parte no podemos esperar de la extrema derecha opositora que saque al país de la fosa en la cual se encuentra. Ellos venderían al país sin condiciones, en pro de los intereses imperiales. Solo un movimiento novedoso de ciudadanos conscientes dentro de todos los sectores de la vida nacional, incluso dentro de nuestra fuerza armada, donde verdaderos patriotas deben estar llorando lagrimas de sangre no solo por el desvirtuamiento de sus funciones, si no por la patria misma, casi herida de muerte, esperando en su agonía a quien la rescate.

No me voy a extender más en este urgente llamado de auxilio a nuestra población pensante, unámonos, y hagamos por cualquier medio lo que tengamos que hacer, o en muy poco tiempo el colapso del país con todas sus consecuencias acabara por disgregar en pedazos lo que otrora fuera Venezuela.

El anterior planteamiento de mi parte crudo y realista, puede ser criticado por "tirios y troyanos" sobre todo por venir de quien viene, un hombre en el ocaso de su vida, militante de izquierda desde su adolescencia. Pero los terribles acontecimientos que nos empujan al abismo no admiten a mi criterio otra solución que la aplicación de medidas pragmáticas para la supervivencia de la patria.



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Arnaldo Cogorno


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