Nazismo israelí holocausto árabe

Lenin dijo que el imperialismo era “la fase superior del capitalismo” y ahora cobra vigencia comparar al imperialismo y al sionismo con el nazismo hitleriano.

La crisis cíclica del capitalismo históricamente lleva a los dueños del poder económico a provocar guerras que les permita “abrir mercados” para la sobreproducción que ahoga su modus vivendi. La crisis contemporánea del imperio lleva un plomo en el ala por su incapacidad de satisfacer sus propios requerimientos energéticos y de materia prima, sumando a esto el cambio en el fondo y forma del pensar y hacer de pueblos y gobiernos en otrora subordinados al interés de la mano invisible del mercado.

En el caso particular que nos ocupa es oportuno señalar que, el pueblo judío ha tenido la oportunidad histórica de reivindicarse ante el Dios que profesan adorar. Es el mismo Dios que, según el antiguo testamento creo el cielo y la tierra en siete días, hizo al hombre y la mujer a su imagen y semejanza y por un pecado fueron desterrados del Edén para luego darles varias oportunidades a sus descendientes de formar un reino bajo la dirección teocratica. Ante la sistemática conducta desaforada sufrieron invasiones, destierro y esclavitud de otros imperios emergentes como el babilonio, egipcio y romano.

En esta condición inhumana les fue inculcada la esperanza sobre la llegada del Mesías para su liberación y esta era la única alternativa de un pueblo que pronto la interpreto de dos maneras. Unos creían en la liberación espiritual y otros soñaban con la liberación del imperio.

En medio de esta contradicción ideológica fue condenado Cristo. Según relata el nuevo testamento.

Luego de la trágica muerte de Cristo comenzó la persecución de sus seguidores y una serie de calamidades que termino llevándolos por el camino de la diáspora, la esclavitud y el destierro.

En estas condiciones les toco sufrir el desprecio de la santa iglesia católica y los gobiernos europeos que encontraron en Adolfo Hitler su máximo exponente con el holocausto judío.

Pero el holocausto dejo evidente la existencia de dos clases de judíos; una clase selecta dueña de poder económico y político que lógicamente tuvo sus privilegios mientras que al otro grupo, representado por los pobres, eran tratados con el mas profundo desprecio en los campos de concentración que a su vez eran vigilados y administrados por una clase intermedia de judíos.

La tragedia vivida por la mayoría del pueblo judío en la Alemania nazi fue y es un delito de lesa humanidad y espiritualidad que aun, con la caída del imperio alemán y la muerte de los nazis todavía deben.

Esto parecen olvidarlo los autores intelectuales y materiales del sionismo, pero antes de hablar del sionismo quiero aclarar conceptos en lo relacionado con el sionismo y el semita, ya que oponerse al primero es causal para que uno sea condenado por oponerse a lo segundo.

El sionismo es una doctrina fundamentalista basada en la creencia de los libros del antiguo testamento que, les atribuye la condición especial de ser hijos de Dios, quien según relatos de las antiguas escrituras les prometió la tierra ubicada en las inmediaciones del monte de Sion, de donde deriva el nombre de sionista, pero estas ideas fundamentalistas están mezcladas de racismo ya que sus ideólogos y operadores se autodefinen como seres superiores y por tanto todas sus acciones están orientadas en la creación de un estado israelí sin árabes.

El semita en particular, se refiere a los descendientes de SEM hijo de Noe, es decir los israelitas primitivos, génesis genealógica d los israelitas o semitas. Como vemos, hay una profunda diferencia entre ambos conceptos y su expresión material.

El sionista es parte de la elite gobernante que profesa lo anteriormente expuesto y el semita es todo del pueblo judío sin discriminación de casta o condición social.

Tratar este es tan profundo que por razones obvias me permito mencionar del conjunto de ironías las siguientes: mientras los judíos se fueron por el mundo y se mezclaron con otros pueblos, los palestinos se quedaron y echaron raíces históricas, sociales y culturales en una tierra que, le fue entregada a los judíos en 1948 por injerencia de los gobiernos cómplices del holocausto judío. Estos países cómplices del holocausto judío “utilizan” al régimen sionista como lo hicieron con los talibanes y su máximo líder Osama Bin Ladeen para provocar la inestabilidad en el medio oriente y facilitar el control de las fuentes energéticas del territorio árabe.

La historia reciente nos muestra que la ultima intervención directa del imperio y sus aliados en Afganistán e Irak y los planes contra Irán y Corea del norte les ha salido caro desde el punto de vista político, económico y militar porque no habían considerado un fenómeno llamado resistencia, calificada por el gran palangre del planeta como terroristas.

Ante el charco de mierda y sangre, los dueños de las corporaciones petroleras (auténticos jefes del imperio). Decidieron extender el teatro de operaciones militares tanto en América del sur como en el medio oriente y, en este caso el gobierno israelí asumiendo el rol de procónsul del imperio norteamericano recibe luz verde para atacar Palestina, el Líbano y Siria. Con la finalidad de provocar un conflicto de tal magnitud que justifique la intervención del imperio para llevar la paz que consiste en el exterminio del pueblo árabe para asegurarse el control del oro negro.

Esta ofensiva del régimen sionista les esta revirtiendo el plan, ya que tampoco habían considerado el fenómeno llamado resistencia y esta es tan pujante que ya no ataca a la población civil y le esta haciendo frente al ejercito sionista.

Esto los ha obligado a profundizar el holocausto árabe, que tímidamente venían aplicando al pueblo palestino y lógica es la condena del vaticano, los gobiernos de Venezuela, Brasil y España que suman ahora el pronunciamiento de MERCOSUR, Cuba y el efecto domino en el resto del planeta.

Esta situación es una nueva papa caliente para el gobierno norteamericano y sus lacayos, porque puede ser el ingrediente aplicado en sobredosis para el armegedon (la tercerea guerra mundial) en las narices de los cabrones del consejo de seguridad de las naciones unidas que mas temprano que tarde será refundado.

Esta humilde opinión no pretende ser la verdad, es mi verdad y cada uno de nosotros tiene la suya.

Hoy, como trato de hacer de vez en cuando, le prepare un picadillo llanero a mis hijos para el almuerzo y tenia tanto dolor en mi alma que luego de escuchar el programa de la Lic. Elena Salcedo por radio nacional de Venezuela, donde estuvieron como invitados el profesor Wladimir Acosta y unos señores que intentaron de manera frustrada justificar la ocupación israelí en Palestina y el Líbano que, me fui por los caminos de mis neuronas hacia el pasado y muy rápido volví al presente, contrastando lo que le esta ocurriendo a niños, mujeres y ancianos que están muriendo como pudiera ocurrirnos a cualquiera de nosotros. Recordé la mirada perdida de los árabes que viven en mi ciudad, que aunque poco o nada dicen del tema, llevan el dolor tan profundo que no hay palabras para expresar y me arreche, me indigne y hasta me sentí impotente por no poder hacer algo por salvaguardar la vida de niños que pueden ser míos. Unas lágrimas y unos latidos agitados de mi corazón le hablaron a Dios, al mió, al tuyo a cualquiera que sea capaz de borrar del mapa el sionismo y todas sus expresiones porque son la fase superior del nazismo.

Amen…

*Miembro de la brigada antiimperialista

Alfredo Maneiro

E-mail: edwinmart@cantv.net


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Edwin Martinez Espinoza*

Secretario General PPT Cabimas, Zulia.

 edwinmartinezespinoza@gmail.com      @edwinviene

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