Haití, sucumbida por los chimbayos izquierdistas y los halcones norteños

El vacío de poder, en la República de Haití y países latinos es alarmante. Hay un dominio del oscurantismo ideológico sobre la base histórica de los pueblos, quienes vienen siendo controlados por bandas políticas que ejercen una hegemonía sobre las actividades de impacto social en la región.

La izquierda en Latinoamérica, solo se ha dedicado a una revolución conceptual, sobre la misma estructura económica procapitalista  y se viene confrontando con la comunidad internacional sobre distintas variables o rutas territoriales, que, a lo largo de la historia, solo busca una reconstrucción de la democracia. Pero, ahora maquillada por el narcotráfico. La gran interrogante fue el papel de Bill Jefferson Clinton en Haití y Santo Domingo, cuando se repartió las tierras del mundo global con Tony Blair y José María Aznar.

Haití se encuentra intervenido por la Organización de Naciones Unidas, ( ONU), mediante una Misión de trabajo denominada Minustah. Ella, nos habla de la complejidad esclava y el desvío de fondos para hacer determinante las nuevas categorías sociales provenientes de la polución social.

Los franceses, constituyen el artificio artillero de los norteamericanos e ingleses y mantienen un control hegemónico sobre los grandes negocios paralelos entre Oriente y Occidente. Existe un desvío de fondos en comisiones y proyectos de trabajos que no se cumplieron en la ayuda a la población negra de ésta hermosa isla antillana y cuyo punto final es que engrosaron las finanzas de grandes empresarios favorecidos por compañías transnacionales, en éstos proyectos de construcción cooperaron ciudadanos de izquierda y derecha, bajo un solo concepto común de trabajo y proselitismo político.

La izquierda, como facción ideológica ya no existe, traspasaron las barreras de las Misiones Sociales para cubrirse de dólares, incluso Aznar compartió afirmaciones financiera con grupos de financiamiento que responden a intereses particulares de la izquierda democrática socialista.

La ONU, emplaza a un portugués como su nuevo secretario general. Antonio Guterres, debe hacer cambios urgentes en su ruta de trabajo y atender con precisión la guerra en Siria, crisis de refugiados, las situaciones de conflicto en Yemen y Sudán, sin olvidar la crisis alimentaria en Venezuela, donde las declaraciones del ex presidente del Uruguay, Pepe Mujica fueron muy precisas.

China, avanzó hacia las colonias imperialista durante la década de Ban- Ki- Moon y esto, le costo el puesto. Es ell momento que los mejores pensadores y filósofos del mundo se aboque a la solución de conflictos, porque se les dio mucha oportunidad a una izquierda que se consumió los dólares en corrupción e impunidad y poco le dio al pueblo, no respetando los Legados de sus dirigentes naturales.

La infiltración de la izquierda latina ha debilitado de su poder persuasivo y muchos dirigentes populares y de base son asesinados de una manera brutal y luego las informaciones oficiales v catalogan estas muertes como errores en un proceso político o simplemente son delincuentes comunes y precisamente, por ello, la guerrilla colombiana tiene  ciertos  miedos al inmovilizarse y entregar las armas. Existe la doble traición y los falsos positivos.

Clinton, en Haití, organizó toda una plataforma política para aproximar a su cónyuge Hillary a la presidencia de Estados Unidos de  Norteamérica, sabía que lo importante era tener paciencia y buscar con Blair, países expiatorios por el desgaste de energía. Irak, Libia y Siria fueron esos chivos y no pudieron controlar Irán, como Turquía. Solo, resta revocar la izquierda en Suramérica, porque muchos dirigentes chimbayos aceptaron las ofertas en dólares que se les dio en Santo Domingo- Haití para retrasar y quebrar las empresas con su administración privada en la travesía importadora de cereales y materiales  de reposición limitada.

Estos seudodiputados y dirigentes de base destrozaron los grandes movimientos de los pueblos.

Venezuela, enfrenta su propio rol histórico colonial, apegada a viejas costumbres europeas y no ha reconstruido su esencia en éste crecimiento económico, donde la agroindustria es vital para el crecimiento de los pueblos, nos encontramos con el petróleo y nos dedicamos a la pura importación y plantamos refinerías en las cunas de nuestro principal enemigo, el imperialismo norteamericano, asi que, no discutamos. Somos colonialistas y debemos despojarnos de esas ideas absurdas, que nos fue dada en el trayecto del tiempo.

Apoyemos a Nicolás Maduro en ésta etapa de acción descolonizadora y asumamos el nuevo rol de quienes perfilan el nuevo pensamiento progresista sureño.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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