Matria tovareña (42)

Se nos fue Doña Obdulia Jaime de Medina

Matrona tovareña, Maestra de Maestras y de generaciones.

Dedicado a los maestros y educadores jubilados que siguen activos.

"Solo cuando realmente sabemos y entendemos que tenemos un tiempo limitado en la tierra, y que no tenemos manera de saber cuándo se acaba nuestro tiempo, entonces comenzaremos a vivir cada día al máximo, como si fuera el único que tenemos"

Elisabeth Kubler-Ross, siquiatra suizo-estadounidense (1926 - 2004)

Murió como una llama encendida que nunca deja de iluminar, aunque lentamente se vaya apagando. Decía el poeta y filósofo bengalí Rabindranath Tagore (1861 - 1941) que "La muerte no está extinguiendo la luz; solo está apagando la lámpara porque ha llegado el amanecer". Doña Obdulia irradió sabiduría hasta el último instante de su vida y al final serenamente se plantó frente a la muerte increpándole he vivido, he cumplido y he servido. Estaba consciente que había llegado su último amanecer y el momento de alcanzar la verdadera vida, que no es otra sino la que está allá arriba. La muerte no es más que la puerta a la eternidad.

Doña Obdulia Jaime Marquina Vda. de Medina (n. Santa Cruz de Mora, Mérida el 19 de abril de 1929 – m. Tovar, Mérida el 31 de octubre del 2023), fue una mujer excepcional y fuera de lo común, combatiente sin tregua, demócrata cabal, Maestra irrepetible cuyo molde se rompió y amante de las buenas actividades culturales, deportivas y sociales.

Doña Obdulia fue una militante de la vida vivida, del Tovar y la Venezuela posible que todos nos merecemos. Su casa devenida en un ágora de puertas abiertas al debate proactivo a la hora de afianzar y defender nuestra Democracia, al igual que con su voto que ahora pretenden desconocer, se convirtió en un lugar común donde todos eran bienvenidos: candidatos y ciudadanos, siempre y cuando su fin fuese discutir la mejor forma de gobierno, de entendimiento y como salir de este laberinto.

Doña Obdulia fue una esposa y madre ejemplar, a pesar de su viudez en la flor de su vida. Al morir don Luis Medina guardo los mejores recuerdos y ejemplos, dedicándose en alma, vida y corazón a la docencia y al cuidado de sus nueve hijas y al único hijo varón, que fue la luz de sus ojos, a quienes nunca les faltó nada y menos el buen ejemplo. La muerte de su hijo Luis Martín fue otro duro golpe que afrontó con valentía y entereza, era una guerrera de la vida, por eso hoy sus hijas y todos sus familiares pueden sentirse orgullosos y más que llorar su partida, deben celebrar su espléndida vida y darle gracias a Dios por haberles regalado un ser y Madre tan singular.

Cómo Maestra su recuerdo será eterno, no puede morir sino físicamente quien dio tanto y legó su nombre a una Institución tan emblemática y activa como la Asociación de maestros y educadores jubilados y pensionados de Tovar (AMEJUP - Tovar), cuyo nivel y modelo de organización sirvió de guía para los pueblos vecinos con la creación de instituciones similares. AMEJUP - Tovar fue su gran desvelo como inspiradora y fundadora, pero también su máxima diversión, siendo la más entusiasta promotora de viajes por todo el país y más allá de nuestras fronteras, ideando encuentros para la convivencia y el sano compartir, recordando siempre a quienes se adelantaron en el viaje. Con la misma visión del insigne Maestro y político venezolano Luis Beltrán Prieto Figueroa (1902 - 1993), de quien aprendió su mejor lección del "Maestro como líder". Fue una lideresa del sector magisterial en el mejor sentido de la palabra. Para Pietro Figueroa: "Educar es, por encima de todo, formar una conciencia, crear un espíritu, señalar un rumbo y a veces el que señala el rumbo, no ha recorrido el cambio, pero sabe por dónde va"

Aunque lamentablemente compartí muy poco con doña Obdulia, siempre seguí su huella transcendente y es que era imposible no seguirla, su nombre está íntimamente ligado al último cuarto de siglo pasado y lo que va de este a la educación tovareña; como lo fue la Niña Ananías Avendaño en la primera mitad del siglo XX.

El mayor legado que nos deja Doña Obdulia: es su ejemplo. Su mejor obra: es ella misma como ser humano. Su reto para cada día: no desmayar y seguir siempre adelante luchando por lo que creemos justo y nos pertenece.

La desaparición física de Doña Obdulia nos deja muchas lecciones, en especial en sus últimos días, pocas personas se atreven a verla de frente y ordenarle en la cara como si no le importara su presencia. Para el escritor y humorista estadounidense Samuel Langhorne Clemens mejor conocido por su seudónimo de Mark Twain (1835 - 1910) "El miedo a la muerte se debe al miedo a la vida. Un hombre que vive plenamente está preparado para morir en cualquier momento" Doña Obdulia vivió plena y espléndidamente por eso adopto a la muerte como maestra de la vida, lo cual sólo está reservado a las mentes privilegiadas que pueden entender que la muerte es ineludible, sorpresiva, impredecible y democráticamente equivalente porque no distingue y llega a todos por igual. Solía decir el escritor, ensayista y traductor argentino Jorge Luis Borges (1899 - 1986) que: "La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene" y hay que estar prepararnos para cuando nos toque. Bien lo dijo el guía espiritual alemán Eckhart Tolle (1948) "La muerte es un despojo de todo lo que no eres tú. El secreto de la vida es ´morir antes de morir´ y descubrir que no hay muerte"

El lunes me contaba su sobrina Marina de Morales, que Doña Obdulia fue despidiéndose de todas y cada una de sus hijas, colegas maestros y amigos, dando instrucciones de cómo debía ser su ajuar funerario y ejerciendo ese don de mando natural hasta su último suspiro. Encargó que su "urna debía ser blanca, como el color del partido donde militó toda una vida" adeca hasta su muerte, "Cuantos ramos deberían colocarse sobre su tumba", "Que la almohada la debían rellenar con hojas de Mandarino" y "Que fueran sus compañeros maestros quienes le hicieran guardia ante su féretro" Una semana antes de su recaída como presintiendo su partida dejó todo listo con el servicio funerario. Les dijo a sus hijas "Que comida deben repartir en su velorio y como será cada uno de los nueve brindis del novenario y a quien le corresponde cada día". Les ordenó como su tanotopractor debería "maquillarla, pintarla y vestirla de blanco luciendo entre sus manos una orquídea de las que con tanto esmero cultivaba". Por último, les pidió "música de mariachi y que no la fueran a llorar". afirmaba lapidariamente el filósofo alemán Friedrih Wilhelm Nietzche (1844 - 1900) que "Uno debe morir con orgullo cuando ya no es posible vivir con orgullo"

Al oír todo esto y constatarlo en su velorio me quedé pensativo y vino a mi mente una frase insuperable de la célebre escritora británica JK Rowling (1965), autora de la serie de Harry Potter: "Para la mente bien organizada, la muerte no es más que la próxima gran aventura". Doña Obdulia fue previsiva en todo y supo escoger como morir al igual que como fue en vida. Vivió como quiso y murió con una sonrisa en su rostro, no sin antes prepararse adecuadamente para su "próxima gran aventura" que será su reencuentro eterno con Don Luis Medina que la está esperando para bailar un tango y brindar por la vida que les faltó por vivir.

Solo tenía pendiente o estaba a la espera de una última despedida y cuando llegó su hija Iris residente en los EEUU la abrazó, conversó largamente con ella y cuando sintió que todo estaba cumplido, que no había nada más que hacer, cerro sus ojos dando gracias al Señor por el Don de la vida y la alegría de haber servido. Murió emulando el misticismo de Santa Teresa de Jesús (1515-1582) "Vivo ya fuera de mí/ después que muero de amor,/ porque vivo en el Señor,/ que me quiso para sí;/ cuando el corazón le di/ puso en mí este letrero:/ ´Que muero porque no muero´"

Descansa en paz Doña Obdulia, que su ejemplo ni su legado se pierdan, de mi parte reciba mis respetos y no tengo otra palabra por decir que se nos marchó una guerrera de la vida dejándonos el mayor de los retos de no descansar hasta ver resurgida la nueva Venezuela libre y en democracia.

Tovar perdió a una de sus grandes hijas y Dios ganó una luchadora sin par, que siempre seguirá aupando las mejores cosas por Tovar y su gente que siempre la recordaran en especial el gremio de educadores, con gran acierto dijo el científico más importante conocido y popular del siglo XX Albert Einstein (1879 - 1955) "Nuestra muerte no es un fin si podemos vivir en nuestros hijos y en la generación más joven. Porque ellos son nosotros; nuestros cuerpos son solo hojas marchitas en el árbol de la vida"

A sus nueve hijas, familiares, amigos y al gremio de AMEJUP - Tovar y del valle del Mocotíes mi más sentido pésame y palabra de aliento en este momento de recogimiento dónde no debemos llorar sino celebrar la entrega de una Matrona tovareña, Maestra de Maestras y de generaciones. Que Dios la reciba en su reino. Sentencio T. Campbell (1763 - 1854) que "Vivir en el corazón de los que dejamos detrás de nosotros no es morir"



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Néstor Abad Sanchez


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