El Comején en Anzoátegui

En estos días de pandemia y de margaritas deshojadas en torno a las elecciones del 6-D, la calma no tuvo necesidad de volver porque nunca se fue de ese lugar donde viven los comejenes que acaban con Chávez. Hay sí, un sentimiento de inconformidad que va lentamente realizando su trabajo. No se ve y menos se siente, pero está trabajando muy eficientemente.

Nadie se lo explica, pero no explicárselo, no supone negar su existencia. Puede verse como una exclusión si uno se propone verlo con ese perfil. Puede verse también, como la expresión de la macolla, que está muy viva. Una percepción no excluye a la otra, se contiene ambas. Todo depende del ángulo que tome el observador. Si este observador está familiarizado con el lente de la dialéctica, apreciara el fenómeno en toda su plenitud con sus contradicciones que las tiene porque la contradicción es un motor y puede resultar un aliado estratégico del comején. Hay analistas que no pueden o no quieren verlo y con ellos ya no se puede.

Pensemos en esto a partir de un momento. Veámoslo desde la elección de la Asamblea Nacional Constituyente. Hubo esta elección y fueron unos y no otros los escogidos. Fueron los imprescindibles. Luego vino otra elección y escogieron de ahí muchos los candidatos a gobernadores y alcaldes. Los imprescindibles y los que siempre tienen que estar en todo.
Salen y entran como si no existiera más nadie. Verlo así, no hay manera de evitar la macolla mandando y la exclusión destruyendo la democracia participativa.
Vino el momento de la elección para la Asamblea Nacional y vuelven a verse las caras de los imprescindibles. Luis Marcano, que aun no termina una tarea, está (por su condición de ser hombre imprescindible) dispuesto para asumir otra. Apenas ayer fue electo y la única especialidad burocrática donde tal vez muestre una ventaja comparativa, si realmente la tiene, es el asunto de la basura. No hay más nadie en Anzoátegui que pueda permitirle a Luis Marcano hacer una cosita como alcalde.

Probablemente para un par de meses más, después del 6-D, la dinámica macollérica esté ordenando (y otros obedeciendo) que Luis Marcano o Guillermo Martínez, sean los únicos para la gobernación. Puedo apostar, que Luis Marcano se embarca en esta hacia la Asamblea Nacional y ya está comprando el otro boleto para la gobernación. Guillermo Martínez queda como gallo tapao esperando con sus "glorias" y "obras" en su momento en la almadía, esperando porque las macollas de arriba impondrán sus cartas y los súbditos obedezcan. Esto que parece práctica macollérica y lo es, no es el peor mal. No es tan malo ser monedita de oro, peor es sentirse un súbdito en esta especie de monarquía "democrática" que le mete a los vasallos unos conquistadores, que son piezas de todo este proceso de colonización interna. El peor mal, ese ese silencio o ese comején que va por dentro.

Seguro estoy, que los no conocidos que son muchos, vienen muy curtidos de realizar sus recorridos y luchas en los consejos comunales y las comunas. Seguro estoy, que otros tantos, que tampoco conozco, fueron postulados por el movimiento de profesionales y técnicos del PSUV.



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Claudio Dominguez


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