La lancha de Chávez y la humildad de Antón Castillo

Impresionante la imagen que proyecta el ferri Virgen del Valle II. El primero lo quemó la Virgen por feo y desastroso. Este nuevo es una nave. Parece una suite de lujo navegando en alta mar: cómodo, espacioso, bien ventilado, con una fuente de soda de tronío atendida por gente joven y servicial.

A una emperifollada dama tapizada de alhajas y guilindrajos que viene disfrutando el placer de viajar, en esta especie súper mejorada del Bote del amor, le oigo decir a todo gañote por celular como suelen hacer los escuálidos cuando están rodeados de bastante gente: “Voy para la isla de Margarita en la lancha que compró Conferry”. No me aguanté y le dije: “No es una lancha señora es un tronco de ferri que compró Chávez para que viajáramos como príncipes y no como antes, cuando gobernaban ustedes, que conferry era un depósitos de barcos desahuciados en Europa y los pasajeros eran maltratados y obligados a viajar como prisioneros de guerra. Hasta cuando tanta perversidad”. La taquititaqui se quedó como muerta y todos los pasajeros aplaudieron y dieron vivas a Chávez.

El Virgen del Valle II es bien confortable. Con distintas áreas de pasajeros. Con un coñazo de baños en perfectas condiciones sanitarias. Es decir no hay que hacer colas para vaciar el cuerpo, como dice el señor que limpia los baños de TVO. Otra cosa. Está circundado de enormes ventanas que ofrecen hermosas panorámicas del paisaje marino. La terraza no está disponible por ahora. Pero llegará el día que los viajeros suban a ella para tomar el sol.

El moderno y coqueto ferri va surcando el mar, rompiendo las olas con sus poderosos motores. Es silencioso, tan silencioso como los cementerios suizos. De vez en cuando el silencio lo rompen las voces metálicas del personal que por un poderoso equipo de sonido informa sobre las normas. No puedo precisar con exactitud pero me pareció denotar que no se ingiere caña abordo ni se permite fumar. Por supuesto algo que redimensiona la calidad integral del moderno barco.

La emperifollada desde hace rato me ve con arrechera. Mientras yo me divierto en grande con mis compañeros de butaca Julio Orense, gloria del atletismo venezolano y del incomparable atleta y cultor popular de Vargas, Carmelo Sojo. Conversando de lo humano y lo divino... Lo único que lamento es que poco pude adelantar del libro de Ignacio Ramonet Hugo Chávez Mi Primera vida (apenas llegué a la página 79 de 701 que contiene esta maravillosa obra), prestada gentilmente a este escribidor por mi pana Larry Galvis. Meteré full chola en Boca de Río para ver si me lo leo antes de regresar al canal.

La operación de abordaje al nuevo buque de Conferri, en Guanta, es fácil. El personal de apoyo en tierra, muy gentil y servicial. La Policía de Guanta y demás cuerpos de seguridad, incluyendo militares, actúan con eficiencia y mucho profesionalismo. Mucho control y orden. Lo que si me lució pequeña fue la sala de espera. Mucha gente y poco espacio. Por lo demás todo bien, como debe ser.

Atraca el ferri en Punta de Piedras. Dos horas y media de navegación. Todo en perfecto orden. Julio Orense y su tropa conformada por su dilecta esposa y nietos le aplican un pisicorri a Carmelo Sojo y se van en el carro de un hijo de éste que vive en Margarita. Mientras yo abordó la nave de mi cuñado Marcos, quien me vino a buscar en compañía de mi cuaima, perdón, mí querida esposa para trasladarme a Boca de Río. En fin un tronco de viaje, que de lo delicioso que es no te das cuenta cuando llegas a ¨Laisla”. Buena esa por Chávez, Maduro y Conferri.

A la emperifollada dama, sesentona ella, la vino a buscar un chofer uniformado conduciendo un BMW descapotable. Rápido pensé: “Esta señora debe tenerle terror a los aviones”.

TINTERO

Humilde, sencillo y atento, es Antón Castillo, Pdte. de PDVSA Gas. Aparte de puntual y sin esas falsas poses de los altos ejecutivos que se creen una gran cosota. Llegó a mi programa (Buenos días oriente de TVO 25 minutos antes, compartió con los trabajadores del canal y hasta disfrutó de varios chistes. Revolucionarios y chavistas como Antón es lo que necesita la Revolución Bolivariana de Venezuela al frente del gobierno para consolidarse. Ojalá y este tremendo camarada siga por esa misma ruta. Cómo será que a la salida del programa atendió a un gentío en la puerta de TVO, que no estaba en agenda. . A uno que no pudo atender le dijo vente conmigo al aeropuerto hablamos en el camino y de allá te mando con el chofer. Felicitaciones camarada. Así es como se gobierna: con humildad y atendiendo al pueblo en cualquier escenario.


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Américo Hernández


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