No exagero si afirmo que tal abandono, reviste mayor gravedad en las vías extra urbanas, tal como ocurre por ejemplo, en la llamada Falcón-Zulia, en donde a diario se suscitan accidentes de tránsito con saldos irreparables; en los cuales el mal estado de la vialidad y la casi total ausencia de señalización y alumbrado, contribuyen de manera importante, en el balance de estos lamentables hechos.
Recientemente nos tocó recorrer el referido tramo, y allí los huecos, baches y troneras de la vía están a la orden del día, constituyéndose en un verdadero vía crucis para quienes se ven obligados a transitar por esta peligrosa carretera, bien para cumplir obligaciones laborales, o por que deseen visitar el vecino estado Falcón por cualquier otro motivo.
Ante tales circunstancias, pareciera que solamente a los conductores del transporte público de Maracaibo, les preocupa el desgobierno y la ineficiencia que en esta materia, exhiben sin pudor alguno, el gobernador Pablo Pérez y el flamante Alcalde de Maracaibo, ya que solamente estos trabajadores de manera sistemática, vienen organizando y protagonizando acciones de protestas como toma de calles y cierre de vías, donde también se quejan del drama de la inseguridad personal a la que se ven expuestos, y que sin duda, nos acorrala a todos por igual.
En tal sentido, resulta doblemente triste, lamentable y vergonzoso que esta grave situación sólo reporte como dolientes a los llamados profesionales del volante, ya que al resto de la sociedad organizada en sus diversas formas, ni a las llamadas organizaciones de base del poder popular, estructuras políticas, centros de estudiantes, comunidades y consejos comunales, trabajadores y afines pareciera no importarle en lo absoluto que nuestras calles, avenidas y carreteras, se caigan a pedazos, gracias al abandono y la ineptitud a las que han sido sometidas, por quienes hoy desgobiernan el estado y nuestra ciudad capital.
Correspondería entonces a la sociedad organizada ejercer toda clase de iniciativas de presión, dentro de lo que sería la acción natural y contundente de oposición a estos malos gobiernos en el estado Zulia, incluyendo la protesta cívica, pacífica y legítima en el marco de la ley, que les mueva el piso y haga sentir un fuerte llamado de atención, para que estos bacalaos, que por ahora, ocupan la gobernación y la alcaldía, cumplan con las obligaciones que les corresponden y que por mandato popular toda la comunidad zuliana debe exigirles.
El CNE acaba de anunciar que si van las elecciones de Alcalde para el mes de diciembre, que mejor oportunidad entonces para escoger al Burgomaestre que Maracaibo se merece.
Que así sea.
