Una bombonita de gas, ¡ Por favor!

Una bombonita de gas, ¡ Por favor!



Por: Jhonny Castillo



Al ver aquella pavorosa imagen como una película de terror recordé de inmediato los aciagos días del paro petrolero del 2002, una de las acciones políticas más monstruosas, por inhumanas y desalmadas, que haya impulsado esta oposición salvaje y mentirosa.



Fue una de estas tarden en Valencia cuando nos sorprendió una inmensa cola de personas en la que estaban hombres, niños y mujeres, varias de éstas embarazadas, que por la cara de indignación y cansancio seguramente llevaban largas horas tratando de comprar una bombona de gas para poder cocinar en sus respectivos hogares.



El flash back nos resultó realmente indignante, entre otras razones, a sabiendas de que estamos en un país con recursos suficientes como para que ninguno de nuestros ciudadanos sea sometido a una situación tan penosa y tan degradante. En Venezuela literalmente se bota el gas. De allí que lo que observamos en la zona industrial de Valencia, frene a la sede de PDV Gas no es otra cosa que negligencia de un gobierno que tiene el deber constitucional de buscar los mecanismos expeditos para ahorrarle ese sufrimiento a nuestra gente.



Estamos totalmente seguros que esa película de terror no solamente se vive en Valencia sino en muchos pueblos y ciudades del territorio nacional, sin que ni siquiera un concejal, un alcalde o un gobernador se pronuncien al respecto para tratar de resolver el problema.



Los de PDV Gas es apenas un ejemplo de la desidia y la incapacidad de muchas empresas del estado que fueron creadas dizque para darle al pueblo la mayor suma de felicidad posible, pero que casi de inmediato fueron asaltadas por corruptos y burócratas disfrazados de servidores públicos que para nada les interesa que miles de compatriotas sean vejados en su condición humana.



Pero lo más lamentable es que escuchamos a altos funcionarios desde el presidente Chávez, pasando por los ministros hasta los gobernadores hablando de grandes proyectos, como la construcción de miles de viviendas, kilómetros de vías férreas, puentes y carreteras, pero a casi ningún funcionarios vemos abordando esos problemas cotidianos del pueblo que pasan, entre otras situaciones , por no conseguir una cosa tan necesaria como una bombona de gas, por calarse la negligencia kafkiana de cualquier burócrata de oficina , o simplemente la desazón de montarse en una camioneta de pasajero destartalada y ruin con destino a ninguna parte.



Dada la politica de seguimiento y control impulsada por el Presidente Chávez es urgente merterle el ojo a PDV - Gas . Son muchas las denuncias de ineficiencia e incluso de corrupción, por ejemplo, como repartidores de bombonas que le exigen a dueños de restaurantes y otros negocios cantidades de dinero por incluirlo en la programación de despacho. O lo que quizás es más indignante los inescrupulosos, o mejor dicho, los ladrones, que le quitan las bombonas viejas a humildes amas de casa con el propósito de cambiárselas por una nueva , y efectivamente los hacen, pero la venden en el camino y le dicen a las usuarias que no fue posible porque no hay cilindros. Mientras tanto la oposición hace fiesta como ocurrió en Valencia donde el gobernador fascista salió de inmoral y caradura a defender a los beneficiarios del combustible, cuando Venezuela sabe que el fue uno de los principales organizadores del paro petrolero del 2002 que no solo le quitó el gas al pueblo, sino la gasoloina, la electricidad y la comida, y estuvo a punto de quebrar al país.



Que no haya helados Copelia es importante, pero que el pueblo sufra tanto para cocinar es peor. Seguro que por ahí se pierde la esperanza, pero también la posibilidad histórica de construir una revolución con la que soñamos.



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Jhonny Castillo

Periodista, presidente de la Fundación Lectura Crítica de Medios.

 jhocas10@hotmail.com      @heraclitando

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