Heinz Dieterich y el Caso Baduel: Análisis Desenfocado

El artículo de Heinz Dieterich llamado “La ruptura Chávez-Baduel: impedir el colapso del proyecto popular “, donde hace una lectura de la coyuntura y sus repercusiones para el proceso bolivariano, carece de rigor, por decir lo menos.

Aclaremos de paso que no pretendemos negar su talla intelectual para otros menesteres de la teoría política, filosófica y económica. Nos circunscribimos a su apreciación de esta particular coyuntura. Con todo respeto.

Dieterich dice sobre dicho caso: “ha sacudido un orden nacional que parecía estable. Al mismo tiempo, ha abierto una fase de incertidumbre que podría tener graves consecuencias para el proyecto popular venezolano”. Si bien nos sorprendió el nuevo posicionamiento del ex-ministro (otros ya lo suponían), creo que es una exageración darle todo ese peso en la determinación del futuro del proceso de cambios. Es una realidad que el pueblo mayoritariamente (no solo el Chavismo duro) ya lo asimiló y le sirve además de acicate para profundizar el debate de la reforma. Recordemos que no es el primero, del círculo de confianza del presidente, que se queda en el camino.

No entraré en el plano de las descalificaciones hacia el general; pero es inevitable señalar una gran inconsistencia en su pensamiento-acción. No se trata de su relación con Chávez y el chavismo lo que nos lleva a evaluar su conducta política (y por tanto del interés colectivo), se trata de sus propias contradicciones, que no errores casuales, que resultan insalvables.

Después de calificar de “fraude”, de “Golpe de Estado” a la propuesta de reforma, Baduel nos invita a leer el artículo 328 de dicha propuesta, como prueba de sus afirmaciones. Y miren ustedes mismos el contenido de dicho artículo:

“La Fuerza Armada Bolivariana constituye un cuerpo esencialmente patriótico, popular y antiimperialista. Sus profesionales activos no tendrán militancia partidista.

La Fuerza Armada Bolivariana será organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación, defenderla de cualquier ataque externo o interno y asegurar la integridad del espacio geográfico mediante el estudio, planificación y ejecución de la doctrina militar bolivariana, la aplicación de los principios de la defensa integral y la guerra popular de resistencia, la cooperación en tareas de mantenimiento de la seguridad ciudadana y del orden interno, así como la participación activa en planes para el desarrollo económico, social, científico y tecnológico de la Nación, de acuerdo con esta Constitución y la ley.

En el cumplimiento de su función, estará siempre al servicio del pueblo venezolano en defensa de sus sagrados intereses y en ningún caso al de oligarquía alguna o poder imperial extranjero.

Sus pilares fundamentales son esta Constitución y las leyes, así como la disciplina, la obediencia y la subordinación.

Sus pilares históricos están en el mandato de Bolívar: “Libertar a la patria, empuñar la espada en defensa de las garantías sociales y merecer las bendiciones del pueblo”.

Días antes el propio Baduel había hecho una apología de la reforma; y ahora este salto mortal. Lo que sí está claro para mí, es que ese artículo supra no puede causarle miedo a ningún revolucionario, sea militar o civil. Se trata de darle poder al pueblo, se trata de darle investidura de pueblo al ejército (aunque parezca una redundancia). Se trata de que jamás se repita un 27 de febrero. O debemos pensar que el poder popular es sólo darle unos churupitos para que lo administren los consejos comunales y dejar intactas otras instancias del poder, por ejemplo: el ejército. Esta es una posición conservadora.

Volviendo a Dieterich, el sigue su apreciación diciendo: “ Es un hombre (Baduel) que actúa por convicciones, no por conveniencias”, pero más adelante se contradice afirmando que: “escogió el momento (Baduel) y el terreno que garantizara el máximo efecto del golpe de sorpresa que iniciara su carrera política del futuro” , o sea, le propina un “duro” golpe al proceso porque le “conviene”. Es bueno aclararle al amigo Dieterich, y a cualquier otro confundido, que Baduel tenía peso específico dentro del proceso, fuera vale por sí mismo, porque su valor era (tiempo pasado) una distinción conferida por el pueblo. Su valor de lider se la daba el pueblo, ahora le toca andar con su propia piel. Es más, si el propio Chávez se rajara (supuesto negado) el pueblo lo pondría en su lugar. Se olvida el amigo Dieterich, que este proceso es colectivo y subestima el nivel de la conciencia popular.

No digo más. Para qué.

tonyboza@gmail.com


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