El supuesto secuestro de María Corina

He afirmado, en artículo de hace dos días (Costa del Sol FM y Aporrea.org), que la verdad está profundamente lesionada y comprometida en Venezuela, como producto de la confrontación destructiva de décadas entre los dos sectores que dominan el escenario político venezolano. El uso de la mentira y la calumnia, como instrumentos fundamentales y frecuentes de la lucha por la toma o mantenimiento del poder, utilizadas tanto por el régimen de Maduro como por la oposición hoy dirigida por María Corina, hacen casi imposible encontrar la verdad en cualquier denuncia que se haga o circunstancia política que se analice. Y no se trata solamente de los hechos más importantes o resaltantes de la política, sino incluso de situaciones mucho menos importantes y que forman parte de la cotidianidad de nuestras vidas.

El denunciado caso del secuestro de María Corina por parte de unos motorizados armados vestidos con franelas rojas, ocurrido al finalizar la muy modesta concentración opositora realizada en Chacao, Caracas, el 9 del mes en curso, nos viene muy apropiado para ejemplificar lo que tratamos de compartir con nuestros lectores. La denuncia, un tanto confusa e incoherente en relación con los hechos, fue hecha por Vente Venezuela, partido que no se ha caracterizado precisamente por su objetividad política, además de ser parte de uno de los polos de la contradicción que nos arropa, todo lo cual hace a su información nada confiable. La respuesta oficialista, negando la ocurrencia del hecho no es de ninguna manera más creíble, por consideraciones similares a las ya expresadas.

A menos de que dispongamos de una versión suministrada por alguien creíble, tenemos que tratar de dilucidar lo ocurrido, recurriendo al análisis de las versiones que se nos presenten de los hechos: las distintas narrativas del evento denunciado, la coherencia de los relatos, las contradicciones que pudieran existir en las distintas versiones presentadas, la lógica y seriedad de las explicaciones que se den de lo ocurrido, algunas categorías estéticas, como las de las interpretaciones grotescas o cómicas de los sucesos, así como si existen cosas inexplicables o situaciones que se quieren esconder o minimizar con el hecho denunciado. Quizás lo más importante a tener en cuenta, y que siempre es de ayuda en dilucidar el problema, es plantearse la pregunta de quién se favorece y quién se perjudica con la ocurrencia del hecho supuestamente sucedido.

Yendo al caso que nos ocupa, lo primero a señalar es que María Corina no tiene ninguna orden de captura, ni existe ninguna recompensa para dar con su paradero. De hecho, demostró que está en el país, en la zona metropolitana de Caracas posiblemente y que puede movilizarse. Lo hizo hasta la pequeña concentración en Chacao en respuesta a su convocatoria. Esto es lo real hasta ahora. Los videos, en los que la propia María Corina dice que está a buen resguardo y que nada le sucedió, son denunciados como realizados por el gobierno con inteligencia artificial, lo cual no tengo forma de verificar. Decir que el secuestro duró una hora y que en ese tiempo la obligaron a grabar algunos videos luce muy improbable temporalmente hablando y es parte de la confusión de esa narrativa.

Hablar de un secuestro violento, con disparos y hasta un herido, sin saberse quién es éste, dónde lo hirieron, la gravedad de la herida y el centro donde fue atendido, también parece traído por los cabellos. Un secuestro del que nadie se percató ni llegó a grabar es muy extraño. Y la narrativa de que fue rescatada por sus espalderos de las manos de las "bestias" del SEBIN, cae en la categoría de cómica, por decir lo menos. En otra confusa versión se dice que fue abandonada espontáneamente por sus captores, sin saberse por qué, ni cómo no fue reconocida y auxiliada por la gente en la calle, ni cómo llegó nuevamente a estar con su equipo de vigilancia y traslado. A las 5:02 p. m. del 9 de enero, la cuenta de "X" del Comando con Venezuela publicó un mensaje celebrando que María Corina ya estaba en libertad y lamentando la ocurrencia de "este confuso incidente".

Pese a la confusión, los seguidores de María Corina salieron masivamente a acusar al gobierno del inexistente secuestro. Otro tanto hicieron en el exterior figuras políticas de alto nivel, demostrando que no necesitan saber si algo es cierto o no, sino sólo tienen que saber que es contra el régimen de Maduro. Por último, el gobierno de Maduro no se beneficiaba con la detención de María Corina, a quien repito no está buscando. Se beneficia María Corina, pues esconde el fracaso de su convocatoria a la gente a manifestar, con una acción épica de enfrentamiento y fuga de sus secuestradores.



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Luis Fuenmayor Toro

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

 lft3003@yahoo.com      @LFuenmayorToro

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