Multilateralismo y autoritarismo

Sin duda, que el orden global establecido luego de la II guerra mundial ha hecho crisis, tanto por la existencia de nuevos bloques de poder económico político, como por las respuestas inapropiadas dadas por EEUU y Europa a esos nuevos intereses, un poco desesperados por su pérdida de vigencia. Esto hace que la ONU, creada en aquel momento, vaya perdiendo su influencia en un mundo, que ya no responde a los intereses surgidos a partir de 1945. La conducta desatada de la entidad sionista genocida que llaman Israel es una demostración de esta situación y de la gravedad que de ella se deriva. La creciente pérdida del poder de la ONU, en el mantenimiento de la paz global, en evitar guerras de exterminio, en poder mediar en distintos conflictos, ha dado paso a situaciones deleznables y contrarias a la especie humana y su permanencia en la Tierra.

Hoy, se permite impunemente el genocidio del pueblo palestino a manos de los sionistas asesinos israelitas. Pero ya desde antes, esa organización había permitido genocidios en varios países africanos, genocidios menos publicitados que el actual, posiblemente porque lo sucedido en Gaza, extendido a sus regiones vecinas no palestinas, ha sido hecho con absoluto desparpajo, prepotencia y cinismo, enfrente de todo el mundo, sin poder ocultar la devastación criminal. Para ser objetivo, nunca la ONU fue el organismo "ideal" que algunos pensaron sería. Eran realmente dos organismos: la Asamblea General y el Consejo de Seguridad. Los comunes en la primera y los poderosos en el segundo. Y con esto no quiero desmerecer el papel tenido por el Consejo durante todo el período de la llamada guerra fría. No hubo enfrentamiento nuclear.

Pero, el multilateralismo, a lo mejor venido a menos hoy, va a seguir presente en las luchas de las diferentes naciones y sus habitantes en el mundo entero, pues como objetivo a lograr no va a desaparecer, ya que los pueblos no se resignan a asumir el papel de segundones de los poderosos, ni a ser explotados por siempre. Esto lo pueden asumir sus capas dirigentes, interesadas sólo en su bienestar individual y familiar, pero con el devenir del tiempo, las naciones presionaran en su aspiración de ser tratadas como iguales, con equidad y justicia. Mientras tanto, al no resolverse pacíficamente las contradicciones existentes entre los estados, sean éstas regionales o globales, mediante acuerdos y concesiones equitativas entre los involucrados, es lógico que se refuerce la deriva autoritaria hasta llegar a la guerra, y que ésta abarque territorios que habían estado libres de ella.

De todas maneras, hay que recordar que la guerra nunca ha desaparecido de la faz de la Tierra. En los mejores momentos de paz para la humanidad, los conflictos armados se contaban por decenas, la mayoría en África, pero incluso Europa ha sido víctima de los mismos. El continente donde nos originamos, se ha retrasado en su desarrollo social y humano, en virtud de la explotación inmisericorde de que ha sido objeto por la "civilización" occidental, con Estados Unidos a la cabeza y la participación protagónica de la Europa educada, culta y cívica. La democracia occidental se verá comprometida y eventualmente puede ser arrasada por la nueva situación política global, aunque siempre existirá el deseo y la ocasión de tratar de recomponerla, tomando en cuenta la nueva situación y los nuevos actores en el escenario político.


 



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Luis Fuenmayor Toro

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

 lft3003@yahoo.com      @LFuenmayorToro

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