Oposición nuestra y las primarias

Escribo en este portal luego de mucho tiempo sin hacerlo. El agotador trabajo para mantenerse afuera del país es riguroso y da tiempo apenas para leer de vez en cuando lo aportado por tan buenos colaboradores que escriben en Aporrea y que mantienen al lector de afuera, al día con la política interna.

Quise retomar mis opiniones con el tema de la oposición y la iniciativa de realizar elecciones primarias para definir un candidato único que enfrente al candidato que presente el partido de gobierno, por lo cercano de la misma y por su acentuada importancia en el futuro próximo de la patria.

En principio no estoy de acuerdo en este momento con unas primarias para definir ese candidato por diferentes razones:

1.- La oposición venezolana a este gobierno no se limita solo a los partidos que están organizando estas primarias, la misma es variopinta y se extiende desde la derecha hasta la izquierda pasando por movimientos y partidos donde mezclan elementos de las dos e incluye personas y movimientos políticos y sociales que siendo chavistas son acérrimos opositores al gobierno venezolano.

2.- Luego en la organización de las mismas no están involucradas todas las organizaciones y personas que la dinámica política obliga a que estén, pues en la misma predomina la influencia del G4 y sus influencias extranjeras y esto atentaría contra las cualidades que debe tener unas elecciones democráticas y mas cuando se acusa al régimen de tropelías en elecciones y de no ser democráticos.

3.- Para garantizar la técnica y pericia profesional necesaria para realizar unas elecciones de tal magnitud y toda la logística necesaria, obliga a acudir necesariamente a que las realice el CNE, quien aportaría estos elementos técnico científicos desde el punto de vista de la institución en sí, pero con la sombra que se cierne sobre una posible influencia partidista del régimen sobre su resultado. De no ser así tendría que hacerse con los recursos y la logística propia que aporten los organizadores e igual se sembraría una sombra de duda sobre la influencia del G4 y su influencia extranjera sobre su resultado; en este punto y con candidaturas abiertas también se corre el riesgo de que gane un candidato apoyado por el gobierno y que se ajuste a sus necesidades de cara al 2024.

4.- También se presenta la terrible fragmentación de los grupos y partidos opositores al gobierno, según las distintas encuestas los partidos y lideres políticos además de ser muchos, gozan de muy poca aceptación por la gran mayoría de venezolanos, quienes se encuentran hastiados de la forma como han echado por la borda las distintas oportunidades dadas por la ciudadanía para cambiar la realidad venezolana, mientras se encuentran inmersos en una terrible crisis humanitaria. Esto puede traer como consecuencia que una buena parte de la población al ver como candidatos a los mismos actores políticos, no acuda a las primarias y afecte la legitimidad del candidato "ganador" o mas grave aún que por lo fragmentado del voto; el "ganador" lo haga con muy pocos votos de diferencia entre varios de los candidatos y no ocurra la esperada concurrencia de voluntades entre ellos mismos por desconfianza de los resultados y esto repercuta luego negativamente para el candidato único en las elecciones presidenciales del 2024.

En vista de este panorama y por lo mal visto que están en líneas generales los partidos y dirigentes políticos de nuestra variopinta oposición al gobierno es mas inteligente, viable y con más efectividad política que se habrá una gran discusión y debate general que termine o se defina por consenso en un gran congreso nacional a realizarse a mas tardar en diciembre del 2022, donde se plantee un Gran Programa de Reconstrucción Nacional donde se definan las políticas a desarrollar en todas las áreas, a llevar a cabo por un gobierno de transición en un lapso máximo de dos años a partir del momento de asunción del nuevo mandatario. En ese mismo congreso y producto de un gran e inteligente consenso se debe presentar un Candidato Único que no sea de ninguno de los partidos opositores, que nazca del seno de la sociedad civil venezolana y jure en ese mismo acto, convocar a elecciones para la presidencia de la republica en el segundo año de su mandato luego de la reconstrucción institucional necesaria y que él no se pueda postular como candidato.

Esto le daría tiempo suficiente a partidos, lideres actuales y lideres emergentes de distintas ideologías a refundarse y ponerse en sintonía con las realidades y verdaderas necesidades de la gente común y con un nuevo CNE y nuevas instituciones competir en buena lid por la primera magistratura.

Venezuela como país y su pueblo no se pueden dar el lujo de seguir haciendo las cosas según el punto de vista de cuatro personas, estamos frente a una encrucijada que nos pone, de equivocarnos de nuevo a las puertas de la desaparición como sociedad organizada, de desaparecer como país. Dejemos de lado los egos y rememos hacia el mismo lado, hacia el lado de la victoria potencial que arrojan las mediciones; el 90 por ciento de la gente común incluyendo chavistas quieren salir de este gobierno y esta es otra oportunidad si se hace bien que no se puede desperdiciar. Aun no votando la diáspora, aun con ese hándicap en contra pues; el régimen no lo va a permitir, aún así; si se hacen las cosas bien, el triunfo está al alcance de la mano.



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Jorge Alvarez Casañas


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