O de como luchas por los intereses de clase opuestos

La falacia de derecha

Se oyen voces hablando de una doble moral, refiriéndose a como algunos de nosotros criticamos a aquellos que, en un arrebato de ira, manipulados por una dirigencia opositora que raya en el fascismo, salieron a destruir el espacio publico, e incluso a violentar a otros ciudadanos. Según algunos, nosotros apoyamos la violencia cuando es de un bando y la condenamos cuando es de otro. Existen varias cosas que decir sobre la falacia y las medias verdades escondidas en argumentos tan simples.

En un primer plano, dentro de la situación venezolana actual, no existe un enfrentamiento directo entre bandos políticos, como podría haber en otros países, lo que vivimos es el enfrentamiento de grupos violentos contra la institucionalidad de la República. Dentro de su disfraz de demócratas pacifistas, la oposición adquiere una actitud fascista ante las reglas de la democracia institucional instaurada en Venezuela. Quieren salir de un gobierno electo de manera popular a través del voto, por medio de acciones violentas. Allí existe un doble discurso.

La segunda falacia está en las consignas, proclamando cosas tan abstractas como la libertad, la paz y la justicia. Es verdad, desde nuestra posición defendemos ciertos hechos históricos de carácter revolucionario, pero lo hacemos con una clara consciencia de clase. Y allí es donde es donde mienten o se dejan mentir, todo hecho político tiene un carácter y un impacto dentro de la lucha de clases. Nosotros defendemos los intereses del pueblo y la clase trabajadora. ¿Por qué, en vez de escudarse en conceptos abstractos a los cuales arrancan todo sentido, no le dicen a todos sus verdaderos intereses de clase? Porque así no es como funciona la derecha, ni aquí ni en ninguna parte.

Ellos nunca van a proclamar que su objetivo es implantar una economía liberal que beneficie a los grandes capitales, que están en contra de la unidad latinoamericana, al servicio de intereses de las potencias extranjeras que financian sus campañas y acciones políticas, que su idea de una economía saludable es cuando no hay sindicatos y los beneficios de los trabajadores están por los suelos, donde las libertades políticas no son sino una ilusión. Y que para lograr estos objetivos son capaces de hacer lo que sea, conocidos son los hechos ocurridos en tantos países donde se han instaurado dictaduras para imponer medidas económicas capitalistas, en las que ha muerto y desaparecido tanta gente.

No es un asunto de delincuencia, ni de paz, ni de justicia, ni de libertad, es un problema de modelos económicos y de intereses de clase. Si te beneficias de Mercal, VIT, Vetelca, la pensión, TransAragua, Barrio Adentro, tu sabes a que clase social perteneces, no salgas a la calle a defender los intereses de los que te oprimen.


cesar.mosque@gmail.com


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