Pedagogía política

La “posición” “oposicionista” de Jorge Roig (O, "lo que no debemos olvidar" Parte II)

He leído que Jorge Roig (JR) fue de la Causa R. Pues, muy poco o nada aprendió del pensamiento político del creador de esta organización, Alfredo Maneiro, uno de los pensadores más lúcidos de la izquierda venezolana de los últimos cincuenta años.

No sé desde cuándo se desdobló en empresario “liberal” como otros de su otrora juvenil tendencia. JR afirma, en entrevista “concedida” a Panorama, que Fedecámaras no es de “oposición” sino de “posición”. En efecto, el organismo patronal tiene una muy clara, transparente, diáfana, recurrente, secular, POSICIÓN DE OPOSICIÓN. Deplora que los empresarios hayan tomado en el pasado “posiciones inadecuadas”, y pasa a “lamentar” las inadecuadas, según él, decisiones del gobierno en materia económica. Supongo que inadecuadas para los empresarios porque, en tiempos no muy lejanos, los “de la IV”, fungieron como Ministros de las carteras económicas, financieras y de producción, presidentes y directores del BCV, del BIV, de las Corporaciones Regionales, de las Empresas de Guayana y tantas otras del Estado que, durante CAP II y Caldera II fueron privatizadas y/o arruinadas y quebradas.

Aspira al diálogo con el gobierno para “mejorar” la economía nacional. ¿Qué tendrá en cartera el órgano patronal? Como quiera que Fedecámaras vivió cuarenta años de “luna de miel” durante el período de la guanábana”, un sencillo ejercicio memorizador nos permite pronosticar sus exigencias en el pre-anunciado diálogo gobierno-empresarios, uno más de los reiterados encuentros que han mantenido durante los últimos trece años.

JR afirma que Fedecámaras fue uno de los primeros gremios que reconoció la legitimidad del presidente Maduro, aunque tal reconocimiento debe haber sido “in pectore”, porque jamás vimos u oímos que refutaran a su líder Capriles R. antes o después que éste llamase a “drenar su arrechera” con el balance de 12 chavistas asesinados y numerosos inmuebles, centros de salud, sociales y del CNE destruidos. Además, asegura que desde hace algún tiempo “hemos reconocido los errores que cometió la institución, entendiendo que no debemos ejercer el poder político sino influenciarlo”; Carmona Estanga y Carlos Fernández lo deben estar ¡aplaudiendo! por esa declaración. Sin embargo, es notorio y evidente que numerosos empresarios afiliados a Fedecámaras han mantenido una “posición” militante de conjura, de apoyo financiero sistemático y activista, en las movilizaciones de corte político contra las medidas del gobierno. Para muestra un botón: el caso de Cocciola en Carabobo, el famoso dueño de Imeca, recibido, glorificado, exaltado con estruendosa caravana por la oposición, entre ellos centenares de “fedecameristas”, a su regreso luego de fugaz, acelerada y clandestina huida al norte al descubrírsele usura, especulación y robo acompañadas de polillas en sus mercancías vencidas, a consecuencia de las “inadecuadas” medidas del gobierno.

En una parte de la entrevista asegura que “estamos en un diálogo bipartito con las centrales sindicales. Qué bueno fuera que fuese tripartito ..............., ......no estamos conspirando sino inspirando, construyendo”; por supuesto que añora la tripartita, aquélla que en 1997 le esquilmó a los trabajadores sus prestaciones sociales ahora restituidas por este rrrrééééééǵimen, sólo que la nueva tripartita no será la misma. Aquélla de 1997 fue una tripartita conformada por tres actores patronales: el gobierno fedecameralista de Caldera, la CTV entreguista y corrupta de Carlos Ortega y Fedecámaras, la misma que heredaron, sin cambios en su orientación importadora y parásita del Estado: Pedro Carmona Estanga, Adán Celis, Eddo Polesel, Rafael Marcial Garmendia, Hugo Fonseca Viso, Vicente Brito y Carlos Fernández. Alguno de ellos, como Adán Celis, se acercaron al Presidente Chávez y trataron, aunque tímidamente, de adelantar algunos cambios sin éxitos evidentes.

JR asegura no ser presidente de alguna guerra económica. “Nosotros de guerra sabemos muy poco, no somos soldados, nosotros sabemos de producir, de generar empleo, y de paso, en la institución no manejamos ese lenguaje. Por supuesto, rechazo cualquier tipo de acusación, siento que se hagan a título personal, me tocó en este momento ser presidente de la institución y eso viene con sus cargos, sus riesgos. No hay una guerra económica, sino el efecto de algunas políticas económicas que han estado desacertadas”. Despreocúpate, JR, sabemos que no eres empresario sino “empresarito”, secretario, pues.

Desventuradas afirmaciones, negadas no tan sólo por las evidencias, por las flagrancias actuales, sino por la historia más reciente, ratificadas en el libro de Pedro Carmona “el breve” y por otros numerosos testimonios. ¿Por qué, entonces, muchos de ellos, aparecen confesos firmando el Acta de constitución del Gobierno de Transición Democrática y Unidad Nacional; son alrededor de 400 personas presentes en el Palacio de Miraflores el 12 de abril de 2002, entre otros: Carlos Fernández, vicepresidente de Fedecámaras, Miguel Ángel Capriles, en representación de los medios de Comunicación privados, Julio Brazson, presidente de Consecomercio, Ignacio Salvatierra, presidente de la Asociación Bancaria, Luis Henrique Ball, presidente del Consejo Empresarial Venezuela-EE UU, Rocío Guijarro, representante de Cedice, Raúl de Armas, Douglas León Natera.

A una pregunta del periodista referente a una supuesta propuesta al presidente Maduro, responde con una verdadera estupidez, cuya réplica aparece multiplicada infinitamente en una publicidad televisiva, cuando compara el valor del dólar con el de una hamburguesa

“Nosotros no defendemos estas prácticas ni defendemos empresas, nosotros agrupamos cámaras”. Cierto, sólo que las Cámaras están constituidas por “empresas” y éstas por “empresaritos” o secretarios de las multinacionales, de los monopolios y oligopolios imperiales que se hacen de la vista gorda ante ganancias de 500, 800, 1000% y más.

Pregunta el periodista: —Precisamente en el tema del diálogo, el Gobierno dice que el 98% de las empresas recibe dólares de Cadivi, usted asegura que sólo es el 2%. ¿Va a presentar, al país, pruebas de cómo se realizó ese cálculo?

La respuesta de JR, actual SECRETARIO de Fedecámaras (ése es su verdadero papel), es tan ridícula, que no vale la pena comentarla.


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César Eulogio Prieto Oberto

Profesor. Economista. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. Candidato a Dr. en Ciencia Política.

 cepo39@gmail.com

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