O para los que creen en la oposición democrática, perseguida y pacifista

Para los intelectuales que se sientan ofendidos

Desde la llegada de Hugo Chávez al poder se ha hecho común la descalificación al término intelectual desde las filas revolucionarias, quizás porque hemos caído en la trampa de la derecha que llama a personajes grises y faranduleros como Laureano Márquez, Leonardo Padrón o Cesar Miguel Rondón bajo ese adjetivo.

Ninguno de los mencionados ha ganado ningún premio de nada, ni son profesores universitarios, su único gancho es salir en televisión o escribir novelas. La clase media venezolana está en total en decadencia al punto de que su concepto de cultura en la actualidad da hasta pena ajena.

Verdaderos intelectuales con una extensa obra escrita son Vladimir Acosta, Luis Britto García o Roberto Hernández Montoya, quienes se han movido por diversos géneros con bastante exitoso, auténticos académicos, con una militancia política desde su juventud y profesores universitarios.

Todo esto lo escribo porque he leído la preocupación que las declaraciones de nuestro presidente Maduro han generado sobre los supuestos “intelectuales disfrazados”.

En primer lugar es claro que Vladimir Acosta o Britto García no entran en ese paquete, porque los dos son críticos, pero siempre lo han hecho desde un aporte a la revolución para profundizarla, no para darnos a entender que Maduro es un bate quebrado y que este gobierno anda sin rumbo, al estar presidido por puros compadres y mediocres.

En segundo lugar si creo que es contra algunas personas que hacen unas críticas tontas y voy a poner como ejemplo al profesor Nicmer Evans, quien bien es cierto no es ningún intelectual como el mismo lo mencionó en su programa del día lunes 20 de mayo. Pero tienen como gran mérito escribir bastante de temas políticos en su blog.

Cuando se generó la golpiza en la Asamblea Nacional, el profesor Nicmer Evans sacó un artículo dónde acusaba al gobierno de practicar el stalinismo, en el cual fue evidente que no tiene la más mínima idea de lo que fue ese proceso, el cual ni se estudia en la UCV, ya que en nuestra casa de estudios dan en la actualidad pocas herramientas para entender el socialismo, las pocas veces que se toca es para darle hasta con el tobo

Yo como egresada de esa universidad, admito me costaba en algunos momentos entender ciertas medidas que tomaba nuestro fallecido comandante eterno Hugo Chávez, ya que como historiadora vengo de una escuela antibolivariana gracias a Manuel Caballero y Germán Carrera Damas. Por eso he visto como muchos de mis antiguos profesores en actuales labores de gobierno, han hecho grandes esfuerzos por salir a defender la memoria del padre de la patria.

El stalinismo es un proceso polémico, pero es claro que la Venezuela contemporánea no tienen nada que ver con la Unión Soviética ni el Socialismo Real, cuando la oposición conspira de lo lindo, provoca manifestaciones donde se quebrante el orden público, son asesinadas personas, no hay ni un preso, los servicios de inteligencia no se enteran de nada, mientras los medios privados le dan cobertura informativa al candidato escuálido más que al presidente electo ¿De verdad eso se parece al estalinismo?

Yo considero que hay que tener mucho cuidado en esta coyuntura sobre qué se dice y en qué momento, la cosa esta compleja y la oposición se basa en cualquier traspiés para armar un alboroto.

De esa forma la oposición no es ninguna víctima, no hay perseguidos políticos, ni tampoco se persigue a la disidencia, es mentira que haya opositores despedidos de la administración pública por sus ideas.

Revolucionario que piensa lo contrario es digno de análisis psicológico, de verdad el que crea eso que explique en qué país del mundo un abierto opositor a un gobierno tienen cargos de confianza. Aquí eso es común sobre todo en organismos claves del estado, la tolerancia que hemos tenido ha sido digna de un proceso de canonización.

Pero extrañamente personas como Nicmer Evans y algunos artículos de Aporrea ven una persecución hacia la pobre oposición venezolana, cómo si fuéramos hacia un totalitarismo estilo “Socialismo Real”. Escriben como si fuera una herejía pedir cárcel a los opositores que han generado violencia, lo que les falta es pedir la liberación de la pobre jueza Afiuni, los comisarios Simonovic y Forero.

Seguro ellos son los que hoy en día están felices por la salida de La Hojilla o hasta del mismo Vladimir Acosta, lo que quieren es una política light nada de radicalismo, puro diálogo feliz con la oposición, bajar el tono y todos contentos.

Son los que piensan que hay una oposición democrática, eso no existe allí lo que hay es golpismo y guarimba. Son los mismos personajes del 2002 disfrazados ahora de palomas y santos. De verdad alguien puede creer que la vía democrática es la única que tienen la oposición en sus planes.

En poco tiempo se darán cuenta que sin La Hojilla los medios escuálidos seguirán igual de fuertes contra el gobierno, Globovisión atacando y mintiendo. Sólo habrá una diferencia ha caído Mario y ya no habrá nadie en VTV para combatirlo con fuerza,¡Claro pero sin grosería ganaremos a muchos opositores a nuestras filas! Esos mismos que aplauden las arrecheras de Capriles y sus burlas hacia las mujeres chavistas.

Pobres ilusos pareciera que no aprendieron nada de 14 años donde un gobierno, ha sufrido la mayor campaña mediática y psicológica de la historia. Los EE.UU no han invertido millones de dólares financiado a la oposición por amor al arte. Vean a Siria e Irak, dejen de creer en cuentos chinos. La oposición no nos dejará mandar en paz, bajense de esa nube.


dianaperez839@hotmail.com


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Diana Carolina Pérez

Miembro del equipo de redacción de la revista Memorias de Venezuela. Profesora Universitaria.

 diana_cpm81@yahoo.com.mx

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