Comedia inevitable en el 2do debate de la MUD

Es un hecho público, notorio y comunicacional, el segundo debate de los precandidatos presidenciales de la burguesía fue peor que el primero, miles de mensajes en las redes sociales son parte de la evidencia del terrible descalabro del pasado domingo.

Revisemos brevemente:

Pablo Medina: Como el más exótico de todos los aspirantes, hizo amagues de lenguaje insolente para conquistar el agrado de los antichavistas radicales. Sus afirmaciones sobre crímenes cometidos por el gobierno y su destemplada mención del caso Anderson, lo alejaron de seriedad requerida para la presentación de un plan de gobierno. Fue víctima de implacables y masivas burlas de los antichavistas en el twitter por nunca responder aquello que se le preguntaba y aparentemente ignorar que existe una enmienda constitucional (2009) que permite que el Presidente de la República aspire a repetir en el cargo. Medina, claramente se encamina a emular la hazaña de Pompeyo Márquez, Teodoro Petkoff, Américo Martín y otros pocos, vivenciar el fracaso político, tanto en la izquierda como en la derecha, dentro de un mismo ciclo de vida.

Diego Arria: El veterano diplomático de la Cuarta República ya puede dormir tranquilo, sabe que no quedará en el último lugar de las elecciones primarias, dado que Pablo (no Pérez el apadrinado, sino Medina el insolvente) está haciendo suficientes méritos para adueñarse de ese lugar. En esta segunda salida al ruedo, Arria no tuvo el fuelle de su primera vez, ni novedad que anunciar como cuando se refirió a su denuncia contra el presidente Chávez en La Haya. Intelectualmente articulado, pero carismáticamente nulo, Arria es visto por la juventud como aquel personaje cuyos mejores días pertenecen al pasado.

María Corina Machado: Sabe que los números de las encuestas no le favorecen y le urge atraer la atención a cualquier precio, por eso para ella todo vale. Sospecha que tal vez el machismo de las estadísticas se empeñan en mostrarla con menor porcentaje de aceptación que aquel que realmente posee; por eso la elegante dama salió con máximo ímpetu a hacer lo que mejor sabe: dramatizar (histrionismo). Lució altisonante con el calificativo de patán contra el Jefe del Estado, e inclusive cantinflérica con su explicación del modelo iraní en materia de gasolina. En resumen, no deja de ser una lástima que el machismo que recorre el twitter le diera más mención a sus vestidos (casi idénticos en ambos debates) que a su arriesgada explicación del capitalismo popular.

Leopoldo López: Su propósito de privatizar PDVSA no fue disimulado. Los analistas más crueles opinan que el ex alcalde fue estafado por su oculista, pues algo extraño pareciera ocurrir con sus globos oculares cuando lo enfocan las cámaras y eso debería preocupar a sus asesores de imagen. Le quitaron unos reales, creo que perversamente, cuando lo convencieron de que repitiendo, hasta el cansancio, que es garante de una sóla y principal política pública (en su caso, la seguridad) se metería en la memoria de los electores y se convertiría en la gran referencia fácil de identificar. Evidentemente esas técnicas de comunicación "Made in USA", son válidas para el mercadeo (merchandising) pero no para la política venezolana, aunque para Leopoldo ambas sean la misma cosa.

Henrique Capriles Radonski: Se casó con el estilo de la "oratoria cándida y afectiva", porque sigue teniendo fe en sus consejeros yuppies, tanto que pareciera aspirar a convertirse en el Mahatma Gandhi venezolano. Si por su lenguaje conciliador se le evaluara, nadie creería que saltó la pared de la emabajada cubana en 2002 para llevarse preso al camarada Diosdado. Sin embargo, haciéndose llamar el chaca-chaca (término que insinúa Chavistas con Capriles) por primera vez le mostró sus colmillos a Pablo Pérez, prácticamente diciéndole: "Yo soy el candidato de todos y tú no me das coco con tus adecos macoyeros ni ya me interesa tu cacao de Copei". Seguirá encomendándose a Santa Bárbara para que la ventaja que le reconocen los sondeos, aguante hasta febrero 2012.

Pablo Pérez: Sabe que Capriles le lleva diez puntos de delantera en todas las encuestas, pero que al mismo tiempo ese margen se está reduciendo, su mayor enemigo ahora es el tiempo. Por eso su comportamiento nos hizo recordar al boxeador "Mano de Piedra Durán" en el round final de la tercera pelea (1989) contra Sugar Ray Leonard, cuando en su esquina le decían al panameño: "Saca las manos Robert, tienes que sacar las manos, mira que estamos perdiendo". Pues en efecto, Pablo fue un compulsivo arlequín de mímicas ante las cámaras (abrazos, apretones de manos, brazos extendidos al estilo CAP), aunque su incorregible "rictus" de sonrisa doblada hacia el lado superior derecho empeoró bárbaramente cuando la bella periodista Endrina Yepez le preguntó si no se sentía que el apoyo de los viejos partidos afectaban su imagen. Su discurso volvió a ser el del bachiller romulero.

Ganador: Seguramente Hugo Chávez, pues si las deficiencias (programáticas, intelectuales, políticas, ideológicas, etc) del oposicionismo lucen ahora extremadamente evidentes existiendo seis precandidatos, la situación será todavía peor cuando tales desvirtudes se concentren en una sóla persona ante la mirada de toda Venezuela.

Constitucionalista. Profesor de estudios políticos e internacionales.
http://jesusmanuelsilva.blogspot.com


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Jesús Silva R.

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

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