Baltazar Porras por las calles de Cuba

Este cura, antes de hablar de las calles de Cuba, debería pasearse por ellas y disfrutar de la tranquilidad, belleza y armonía que se respira, sin importar que sea la Av. Principal o donde hay casas modestas. En Cuba, no es que no les interesa el aspecto estético de sus casas, al contrario, como pueden y con lo que tienen, tratan de arreglar sus vías, edificios y sus hogares. A este pueblo, lo que más le interesa, es que sus hijos estudien en buenos colegios y cuando digo buenos colegios, no quiere decir que sea el más caro, no. Es donde están los mejores maestros o profesores y que cuando ellos están en sus trabajos no sientan la angustia en pensar, que posiblemente, pase una bala fría y acabe con la vida de uno de sus hijos o familiares. Eso no sucede en Cuba.

El pueblo cubano está seguro, que sus semillas tendrá una educación de primera. Aunque no tienen los mismos alimentos o mejor dicho, la misma cantidad y variación de alimentos que tenemos nosotros, siempre verás a las personas en las colas comprando sus verduras, fresquecitas, recién sacadas de la tierra. Algunos dicen que comen mucha grasa. Me permito disentir en eso, ya que si bien es sabido que el cubano como cerdo, también les digo que la preparación de este plato, es de lo más sana que yo haya degustado. Por el mismo bloqueo, ellos aprendieron a trabajar con esta carne de diferentes formas y la cocción es mejor de la que nosotros le damos al cerdo en nuestra patria. El cubano aprendió, como todos aquellos que han sufrido guerras en sus países, a procesar los alimentos con lo que consiguieran, son personas que vienen y continúan en una guerra, que ha sido presidida por los EEUU, castigando al que se atreva a llevarles cualquier cosa, desde alimento hacia arriba, pero el cubano sigue haciendo maravillas con lo que les llega o lo que pueden hacer en su país. Solo Venezuela, se atrevió a desconocer ese bloqueo y ha sido solidario y retributivo para con lo que nos dan ellos.

Este sacerdote no recuerda que esa isla está con un bloqueo, desde hace 50 años o más. Que si a ese hermoso país se lo levantan, ellos tendrían una Cuba más pintadita, rescatarían los edificios que guardan secretos de esa historia, como cuando estaba Batista y de cómo el pueblo decidió por una revolución.

Es una aberración, que todos los escuálidos de cualquier sitio en este mundo, mal pongan a Cuba, queriendo ofender a nuestro Presidente Hugo Chávez F. Ojalá pudiéramos copiar de Cuba, su solidaridad, su amor al prójimo, su despego a las cosas materiales, su conciencia patriota, su deseo de surgir, a pesar de sus vicisitudes, la decisión de superarse, tanto intelectualmente, como en deportes, medicina, siempre anteponiendo al pueblo, por sobre todas las cosas.

En verdad, si deberíamos copiarnos del pueblo cubano que da, no lo que le sobra o no necesita, sino lo que tiene y con mucho amor. La sonrisa que sirve para curar los males que nos aquejan, sus ganas de vivir en libertad pero preparándose para cuando les levanten ese inmerecido castigo.

Copiarnos de ese pueblo, que darían sus vidas por evitar ser colonia de alguien. Que no olvidan sus luchas ni sus muertos. ¡Dios! es innumerable el porqué, deberíamos copiarnos de Cuba.

En esa hermosa tierra, mi esposo, como el bien lo dice, volvió a vivir. Qué otra cosa puedo pedir, solo que cuando se instalen frente a una cámara de televisión no escojan a un pueblo tan ejemplarizante, para hacer política rastrera, la verdad no se lo merecen.

Este señor Porras, después que estuvo en el Golpe del 2002 y que fue notoria su participación, ahora viene con un aire de inocente a querer voltear la tortilla. Déjeme decirle Monseñor, que este pueblo, Venezuela, no le cree ni el Padre Nuestro. usted se retrató con aquellos que quisieron acabar con nuestros sueños, ahora mantenga su posición de golpista, como un hombrecito y así como nuestro Presidente lo hizo y pagó por ello, acepte que usted se confabuló con los apátridas para desestabilizar nuestra hermosa constitución, que es lo mismo decir, nuestro hermoso país.

Por último, Monseñor, haga un examen de conciencia y dígame, aquí entre nos, ¿En cuál de las pailas, merece que se le coloque cuando le esté rindiendo cuentas a Dios?

¡PATRIA SOCIALISTA O MUERTE!

¡¡VENCEREMOS!!


carbeatriz@hotmail.com


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Carmen Pacheco


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