Estimado amigo Farruco Sexto:
En recién articulo publicado en este mismo órgano, donde responde a una señora, como usted trabajadora de la Cultura (quiero excusarme por cualquier exceso no leí el articulo de la señora) leí su respuesta, donde había una retórica inmensa digna de un basto conocimiento y exquisita cultura, cuando para mi entender la respuesta debería ser corta, precisa y convertida en la atención adecuada, que como dice el HOMBRE QUE EMPUJA merece todo ser humano y no la aceptación de un reto a debatir, que entiendo lo propuso la señora y usted como buen combatiente acepto y propuso como plaza un programa de Venezolana de Televisión. Espero de darse el debate, no terminemos discutiendo cosas personales de Artistas de una época que se resiste a morir en esta revolución, imagino la intimidación de la señora cuando leyó la respuesta a su petición, teniendo razón o no, me atrevo asegurar no es el debate que interesa a la mayoría que quiere hacer algo por la Cultura de este país, independientemente que yo como pueblo no este invitado a la contienda.
Amigo Farruco, no pretendo combatir, pero aprovechando su reto voy a echarme una coleadita, con el permiso de los usuarios, abusare de sus espacios, tomando en cuenta que he tratado por otros medios hacer contacto con usted, le juro no he podido y como somos activistas de esta trinchera donde los que nos creemos justos, tenemos un espacio para expresar nuestras opiniones, la aprovechare para hacer un llamado a la reflexión, como lo hiciste al principio de la gestión que estas ejerciendo, llamaste a los gremios a formar unas comisiones, me gustaría, hoy estén funcionado.
No me gusta abusar de esta trinchera, lo que pasa es que absorbí el problema de la señora como mió, por sus respuestas y no tengo intenciones de debatir.
Con el permiso de los lectores, en mi caso particular, tengo una propuesta teatral con la que ando recorriendo el Territorio Nacional, con un esfuerzo que no debería ser solo mío, si no también del ente que usted dirige, la mayoría de las personas que conocen la propuesta consideran que seria de utilidad para colaborar en el fortalecimiento ideológico, con el proyecto que mantiene la institución.
Tal vez de mi caso no sea tan culpable como lo estoy poniendo, pero la falta de revisión es irresponsabilidad.
La intención de llegar a usted la he tenido, por sentir que es mi responsabilidad como trabajador de la Cultura, pero cuestiones que no vienen al caso lo han impedido, la seguiré teniendo y tal vez un día tengamos la posibilidad de compartir el trabajo y analizarlo para determinar si puede ser útil o no, para nuestro propósito, que estoy seguro en lo más profundo es el mismo.
Insisto, no es bueno utilizar esta trinchera para cuestiones personales, no debería, pero después de leer su respuesta a la señora me sentí afectado, la cantidad de intentos que he hecho y los rechazos recibidos no han logrado que desista y no lo haré, porque tengo un objetivo más grande que la ambición personal, por lo tanto seguiré con la propuesta planteada, lo que no se y me preocupa, es si la señora tendrá la fuerza para seguir después de esa cantidad de virtudes que usted lanzo en su contra.
Ya imagino a la pobre entrenando cual atleta de alto nivel, tiene que adquirir preparación para enfrentarse en un debate, que de darse, saldrá una solución y ojala no sea una respuesta dolorosa.
EL HOMBRE QUE EMPUJA nos comisiono, aunque por caminos distintos, vamos por el mismo objetivo.
