El óbito fetal como terrorismo mediático y el caradurismo de la SIP en Caracas

Un nuevo ejemplo contundente, determinante de Terrorismo Mediático en Venezuela es la manipulación de seis casos de muertes en la maternidad Concepción Palacios señalando como causas la falta de atención médica y carencias de equipos adecuados. Cuando, según autoridades de ese centro pediátrico lo que realmente ocurrió fueron cuatro óbitos fetales, un deceso por cardiopatía congénita y otro de un bebé prematuro.

Un óbito fetal es la muerte intrauterina de un niño, es decir dentro del útero de la madre. Es lo que el Refranero Popular conoce como “Se le murió el niño en la barriga”. Sus causas son naturales, como que la gestante padezca de diabetes, o externas, por efecto del tabaquismo o la ingesta de caña. También por falta de orientación y seguimiento del proceso. Pero nunca por falta de atención médica o de tecnología. En la mejor clínica del planeta Tierra dotada de los neonatólogos más machetes y de los equipos de tecnología más arrechos, de punta, puede solventarse un óbito fetal. Sólo José Gregorio puede hacer el milagro.

Pues bien. En la maternidad Concepción Palacios, de Caracas, se presentan cuatro óbitos fetales, el deceso de un bebé por cardiopatía congénita y el fallecimiento de un niño prematuro de 48 horas de nacido. Todo ello fácilmente demostrable en actos médicos legales. Y los medios en manos de la Oposición Golpista desatan una feroz campaña en contra de Chávez “informando” que los bebés se murieron por colapso de la “Concepción Palacios”; por falta de médicos, por carencia de equipos. En fin creyéndose estar ante un “manjar mediático” golosos salieron a caerle a coñazos a la Revolución Bolivariana de Venezuela. Pero una vez saldrán con las tablas en la cabeza.

CHACUMBELE SIP
He llegado a la conclusión que los directivos de la SIP (Sociedad de Dueños de la Prensa) están locos de a bola. Pues como se les ocurre venir a Caracas para decir que en nuestro país no existe libertad de prensa. Es decir. El propio chacumbele. El hecho en sí desguañinga la cantaleta de la SIP de que en Venezuela los medios no tienen libertad para decir los que les venga en gana, como en efecto lo han venido haciendo. Eso se lo dijo Gusti en Globovisión al dueño de El Nacional y el personaje se volvió un seneque. De verdad sentí pena ajena por ese señor. Lo mismo debió haber sentido el moderador. Lo que pasa es que quizás por respeto, o por falta de bolas, no se lo dijo.

americoarcadio@yahoo.com


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Américo Hernández


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