La ética de los medios privados de comunicación en Venezuela

Como muy frecuentemente escuchamos un caracol que repite y repite en oleaje una suerte de cantaleta semiborrascosa que nos da cuenta de una supuesta inexistencia de la Ética en los Medios Privados de Comunicación, nos sentimos un poco conminados a emitir nuestra modesta opinión sobre este fulano tema.
 
Hay dos estados de la conciencia de todo ser humano que pretenda sobrevivir como miembro de una Sociedad: el primero de esos principios cifrados en la Historia de vida que le toca, es la Política, y el segundo, es precisamente la Ética. Ningún ser humano que consienta y admita el sentido gregario que lo mantiene atado a su comunidad puede prescindir, sin que esto signifique la desmesura, de estas dos convicciones de su modo de vivir con los otros
 
Aristóteles dijo que éramos animales políticos, pero obvió decir que igualmente somos anímales Éticos. Claro que el Estagirita no aclaró que su política, era la política aristocrática, y  que su ética era la Ética aristócrata. La Aristocracia era la clase social a la que pertenecía el discípulo predilecto de Platón.
 
Si consideramos esto, podríamos asomar que es un triste desatino decir que los Medios privados de Comunicación en Venezuela, no tienen Ética. Más bien podríamos deducir que tienen demasiada Ética. Sólo que nos estamos refiriendo  a la Ética capitalista en la que han sido educados los dueños de esos medios privados en Venezuela, que al mismo tiempo siguen siendo dueños, casi en su mayoría, de los grandes medios de producción.
 
¿Porqué debemos asombrarnos de las mentiras que dicen y repiten remachacadamente los periodistas privados? Tal vez nuestro asombro se deba a que hemos olvidado que la mentira es algo propio en la práctica y el desarrollo de la moral capitalista, y lo más importante para el análisis que intentamos acometer, es que el criterio ético para juzgar esa moral específica, ha sido parido por la impostura. O sea que lo más sublime para la Ética capitalista es la Mentira, la tramoya, vivir de la guerra, de las drogas, del sicariato, de cualquier oro negocio igualmente sucio, y en definitiva vivir de la explotación  de la clase trabajadora en función de la acumulación de capitales. Todos estos son valores  innatos  del capitalismo, y no antivalores como erróneamente hemos creído y perifoneado por ahí por los rincones de esta tierra nuestra.
 
La Ética capitalista valida y legitima todas las formas de capitalización de la Plusvalía, Plusvalía de la fuerza de trabajo, plusvalía ideológica, plusvalía máss mediática, plusvalía de las riquezas naturales, etcétera, etcétera. Para los propósitos del éxito capitalista esta apropiación de todas las formas de la plusvalía, es el supremo éxtasis del bien, y así lo pondera y lo expresa su particular concepción de la Ética.
tutas13@yahoo.com


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Eduardo Mármol


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