El Imperialismo y RCTV

Si de una cosa estoy segura es que esta güarimba político-estudiantil que ha sofocado a los medios de comunicación en el país, no será más que el pataleo de una oposición sin aliento ante la realidad de los cambios revolucionarios que vive el país.

La revolución socialista bolivariana avanza sin prisa pero sin pausa. Lo más importante de este proceso histórico es que se tiene definido un objetivo: construir una sociedad socialista, un sistema de relaciones sociales para la convivencia humana con equidad y justicia social.

Para lograr este objetivo el país cuenta con un pueblo y un líderazgo que ha encendido la antorcha de la libertad, de la dignidad y de la esperanza en los pueblos oprimidos de América y del mundo.

El imperialismo, el capital financiero, ese fantasma omnipresente y omnipotente que rige, gobierna e impone su potestad y sus leyes a las instituciones y a los Estados del mundo capitalista, bajo todas las formas y medios de alienación económica, política y social viene perdiendo en el suelo patrio su hegemonía; ya no dispone de un ejército mercenario ni de la “meritocracia” petrolera, ni de la elite confesional de una iglesia alcahueta y cómplice, no puede imponer el recetario ignominioso del Fondo Monetario Internacional ni del Banco Mundial, no puede cerrar a su antojo el oxígeno del mercado internacional, en fin, Venezuela ha alcanzado una autonomía y una soberanía que se han convertido en una piedrita en el zapato, que crece, molesta y entorpece la dominación sin límite que está acostumbrado a ejercer el imperio.

RCTV, es un instrumento fundamental del imperio. No es Marcel Granier, no es la familia Phell, no es Radio Rochela, no son los culebrones que entretienen, alienan y embrutecen. RCTV es un instrumento de alienación del sistema capitalista, es un arma estratégica del enemigo fundamental de la revolución: el imperialismo y la oligarquía criolla.

RCTV es una pieza fundamental de dominación imperialista en Venezuela. La pérdida del espacio radioeléctrico de este canal es un golpe noble para la oligarquía y el imperialismo. No renovarle la concesión es perder un bastión de su artillería pesada, razón por la cual la oligarquía y sus cipayos organizaron sus reductos estudiantiles, uno de los poquísimos sectores que puede exhibir como frente de agitación una oposición desprestigiada, servil y aliada al imperio, porque ya quemaron todos sus cartuchos, todas sus reservas: partidos políticos, sindicatos, elites confesionales, ONGs, y la degradación de su estructura institucional de dominación.

La lucha para derrotar el imperialismo y construir el socialismo es una guerra larga y prolongada. El socialismo no están a la vuelta de la esquina, es necesario preparase para luchar y triunfar.

neida.atencio@gmail.com


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