El enemigo principal: ¿la burocracia o la burguesía?

León Trotski murió convencido que un enemigo peor para la revolución que la burguesía, era la burocracia. “Cuando al burgués le quitas el poder político –afirmaba Trotski- no pierde estabilidad económica; pero cuando el burócrata se siente amenazado por esto mismo, será capaz hasta de matar para conservarlo, porque lo estás privando de su único medio de fortuna”.

Siempre he estado convencido que Hugo Chávez tiene mucho de su gobierno “secuestrado”. Y pongo varios casos: Primero: La impunidad en PDVSA. Sólo cuatro años después del criminal sabotaje petrolero, fue cuando la directiva de nuestra casa matriz “se dignó” en aperturar los procedimientos contr
a los “asesinos” de Gente del Petróleo, para determinar el daño patrimonial a la industria. ¿Razón?... Un jalón de orejas del mismísimo presidente Chávez, porque estábamos “a puntico” de perder el juicio ante la Corte Interamericana de Justicia por falta de expedientes contra los “meritócratas demandantes”. ¿Y por qué no se hizo antes?... Bueno..., porque a la burocracia “chavista” de PDVSA no le convenía. ¿Razones?...: No revuelvas el agua porque me encharcas.

Segundo: La impunidad por el golpe de Estado. Ni los asesinos de Puente Llaguno, ni los “allanadores”, “torturadores” y “matadores” del 12 y 13 de abril han pagado cárcel. Uno a uno irán saliendo “absueltos” porque son más beatos que la Madre Teresa de Calcúta (Capriles Radonski dixit). ¿Razones?... Mucha de nuestra burocracia política, militar, ministerial, judicial y fiscal está “salpicada”, y entonces “es mejor no revolver el agua porque me encharcas”. (Sólo de ver a la muy díscola abogada Mónica Fernández en Globovisión “ametrallando” al gobierno por la violación de los derechos humanos, dá náuseas. Esta niña, siendo jueza el 12 de abril, fue capaz de firmar (¡en una hora!... Récord Guinnes) hasta 400 órdenes ilegales de allanamiento, contra militantes y dirigentes chavistas).

Tercero: Los niveles de corrupción “imbatibles” como el viento. Muchos (altos, medianos y bajos) están cogiendo, y no hay un freno porque “a Chávez que hable paja de la ética y la moral, mientras nosotros nos embuchamos”. Muchos malos ejemplos tenemos, y uno de ellos son los altísimos sueldos y prebendas de nuestros gloriosos diputados nacionales. También el despilfarro en PDVSA, donde abundan los jolgorios y las francachelas a diestra y siniestra. ¿Razones?... A la burocracia le importa un pito que haya todavía mucho pueblo pobre.

La revolución también, en definitiva, es un “peo” de sentimientos. Y para que nuestra propuesta del Nuevo Socialismo tenga éxito, lo urgente es ir desmontando este Estado burgués que está concebido para dos vainas: 1) Preservar los intereses del capitalismo; y 2) Atornillar una burocracia estatal que asegure la preservación de esos intereses de ese capitalismo.

¿Cuál será, entonces, el enemigo principal?... Ayúdame Mario Silva...

(jeramedi@yahoo.es)


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