La comunicación tiene muchas rutas

"Necesario -como decía Hugo Chávez- que la masa popular se despliegue creativa y eficazmente y obtenga el control del poder para tomar las decisiones que afectan su vida diaria y su destino histórico".

Lo primero que hay que decir en estos momentos, es que los que hablan de la flojera del venezolano deberían sobrevolar en helicóptero para que se dieran cuenta de la inmensa movilización que se realiza todos los días, por lo menos, a las 5:30 de la mañana, una gigantesca masa poblacional, parte de la cual acude al Metro de Caracas, lugar donde germina el primer ruido de la comunicación en Venezuela.

Y ese primer ruido es ¿por qué el gentío aglomerado en el anden no es informado con exactitud de lo que ocurre en el Metro? Debe ser entendido que no se debe auspiciar el nacimiento de rumores, aunque en el anden haya suficiente espacio para ellos. Alguien debería explicar -al menos- porque a las 5:30 am, los trenes llegan, abren las puertas y apenas entran 2 personas.

La realidad debe ser aclarada, para no dar lugar a madrugadores rumores que confunden a los caraqueños:

-¡Es que no hay trenes!

-¡ Están sin repuestos en los patios!

-¡Los operadores se están marchando a otros países!

-¡Con esa crisis que hay en el Metro no es para menos!

Y mientras las personas dejan pasar dos, tres y cuatro vagones, los rumores aumentan no solo en intensidad, sino en número.

Comunicar desde las instituciones

Las autoridades del Metro de Caracas, imagino, han comenzado la lenta tarea de rescatar ese servicio y de ponerle atención a lo que en ese medio sucede y digo esto porque escuché un señalamiento que deje de oír hace años:

."La persona del anden con dirección a Palo Verde, que está encima de la raya amarilla, debe retirarse detrás de ella".Al parecer fue dicho y hecho, pero en el ínterin, un adulto mayor transitaba a los que estaban en el anden, al caminar por el poco espacio que está adelante de la raya amarilla.

-¿Ese señor como que está mal de la cabeza?

-¿Cómo se le ocurre caminar por allí?

¿ Y si le da un mareo y se cae, queda frito en los rieles?

Y es que los acontecimientos que ocurren en las instalaciones del Metro de Caracas, que imaginamos suceden en los diversos subterráneos y trenes del país, en las paradas de autobús (¡cuando existen!), en los mercados libres y supermercados, en todas las instituciones de servicio público, por lo general son consecuencia de la ausencia de comunicación.

Si nadie comunica, hay descontento.

Si nadie comunica para educar, orientar e informar, el desconcierto es bárbaro entre los ciudadanos y ciudadanas. Si apreciamos la conducta de las personas en las calles y las filmamos y luego hacemos una transmisión nacional, la población se dará cuenta del inmenso caos en el que nos movemos.

Rutas de la comunicación

Las rutas de la comunicación son muchas, pues no se trata de esa información altamente repetitiva que aparece en los medios de comunicación y que le llega a las personas a través de la radio, la televisión, los medios impresos y las redes sociales.

Hay realidades que necesitan ser comunicadas y nadie lo hace. No toda la ciudadanía comunica lo que le afecta y no todas las instituciones informan sobre lo que presuntamente hacen para beneficio del ciudadano o no saben por donde deben informarlo. Informar vía whasap un servicio no funciona porque eso apenas llegará a varios grupos y no al total de la ciudadanía, además, no todo el mundo está conectado. Informar por el Twitter tiene sus problemas también porque, como dije antes, no todos están conectados y, si bien es amplísimo su funcionalidad depende, fundamentalmente, de las cualidades del pensamiento del que tuitea, es decir, de sus bondades intelectuales. Sin contar los detalles, como ese tener su Twitter por moda, para expresar banalidades y no para utilizarlo como una real herramienta de comunicación.

Carteles y megáfonos en comunicación

No olvidamos los carteles, que tienen una importancia vital, pero carteles bien escritos y con letras grandes. El asunto es que nadie los utiliza como elementos informativos, educativos y orientadores, lo que hay que retomar y darle su real valor.

Hoy día muy poca gente informa y eso me recuerda lo que decía el Comandante Hugo Chávez, sobre aquello de colocar en las esquinas a personas que, megáfono en mano informen, sean voceadores. Nunca le han parado pelotas a este detalle, que no es nuevo, porque en el pasado, cuando había cierta campaña de salud, algunos jeeps pasaban por las parroquias informando a los ciudadanos sobre cualquier medida sanitaria.

En las sociedades, las comunicaciones juegan rol importante. Tienen que ver directamente con la vida de las personas, con lo que hacen las personas y con lo que a ellas les concierne y la comunicación – de lo cual no hay dudas- tiene que ver directamente también con la planificación y con la información.

¡Hay mucho sobre lo cual hablar y escribir!



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Pedro Estacio


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