El presidente Hugo Chávez lleva 11 días fuera de Venezuela desde
que fue operado de urgencia en La Habana, tras el diagnóstico repentino
de un absceso pélvico. Desde la capital de Cuba toma decisiones,
despacha, asigna recursos... en suma, gobierna. Pero aún así hay espacio
para las especulaciones malintencionadas y los globos de ensayo de la
mediática occidental.
La ausencia algo prolongada del líder de la
Revolución Bolivariana del territorio nacional y la falta de información
certera sobre cuándo podría regresar (en este punto hubo hasta
contradicciones, un diputado del PSUV dijo que el regreso era inminente y
el ministro de Comunicación e Información lo desmintió) generan un
escenario propicio para los “globos de ensayo” como el que se lanzó
anoche, que tuvo a la agencia francesa AFP como iniciador y a referentes
turbios de la “sociedad civil” venezolana como amplificadores.
Repasemos los hechos: ayer lunes, a las 11.02 pm
(hora Caracas) AFP envía un cable con carácter de “URGENTE” que rezaba:
“Chávez admite que su enfermedad es “más complicada de lo pensado”. El
cable lleva la firma de tres periodistas de esa casa, identificados
-como se estila en las agencias- por sus iniciales: “nl”, “bl” y “rpl”.
Nótese la gravedad de la “información” que AFP lanzó
a rodar. El cable asegura que la fuente es el mismísimo presidente
Chávez. Pero no indica cuándo, dónde ni a través de qué vía se manifestó
el mandatario venezolano.
Cualquier periodista profesional sabe que su deber
es incorporar toda la información confirmada en el momento que se
dispone de ella, así sea para lanzar un presuroso “urgente”. En estos
casos, se emite la primera información y luego -lo más rápido posible-
ésta se amplía con más datos.
Ahora, ¿una agencia que asegura ser “seria” en el
tratamiento de la información puede emitir un cable como el que anoche
envió AFP?. Claro que no. No debe emitir ese cable porque falta
información básica. Se pone en boca del Presidente una revelación clave,
pero no se indica a través de qué vía lo manifestó. Es decir ¿de dónde
sacó AFP la información? Un dato clave que debería haber estado
disponible en el primer urgente.
Es decir que, “nl”, “bl” y “rpl” y los despachadores
de la información a la hora de colocarlo en el servicio de la agencia
dieron por válido un cable que no cumple con reglas básicas de la
profesión. Y lo hacen, además, sumando veneno e intencionalidad.
Reparemos en el título y única línea del urgente:
“Chávez admite que su enfermedad es “más complicada de lo pensado”.
Admitir
algo connota una marcha atrás, un reconocimiento de algo que estaba
oculto o que se había mantenido en secreto. El textual posterior
refuerza la idea de una declaración oficial, cuando se cita entre
comillas, se le está diciendo al lector (o en este caso a los
periodistas que reciben el servicio de AFP) que -de una u otra forma-
son ellos quienes “escucharon” a Chávez decir eso o -lo que es
equivalente- éste lo manifestó por escrito en forma oficial.
A las 11.25 pm (CCS) emiten otro urgente donde
piden: “Favor anular este alerta, la información está equivocada”. El
cable lleva las mismas iniciales anteriores. Un par de horas después
(nos imaginamos las consultas febriles en el amanecer parisino)
emitieron otra alerta, donde aseguran que el cable inicial “fue
divulgado por error debido a la publicación de esa información en una
cuenta falsa de Twitter”.
Aunque no aclara a qué cuenta de Twitter se refiere,
vamos a asumir que se trata de @chavezcadanga, una cuenta similar
(salvo por una letra) a la del jefe de Estado venezolano
(@chavezcandanga). Desde la primera, anoche a las 10.27 pm. se lanzó
está mentira, atribuyéndola al presidente Chávez: “mi enfermedad es más
complicada de lo pensado...” y sigue en esa línea, tratando de generar
confusión y desazón.
Es decir, que el/la periodista de AFP que vio ese tweet (¿o alguien se lo reenvió?) no se tomó el trabajo de entrar a www.twitter.com/chavezcandanga
para verificar el “trino”, chequear la información con otras fuentes,
consultar con la redacción central la pertinencia de emitir una
información tan sensible, telefonear a funcionarios del gobierno...
entre otras muchas medidas de comprobación doblemente necesarias en este
caso.
Además, si se trató de una “confusión” (el o la
periodista no notó la trampa con los nombres de las cuentas y creyó que
provenía de la cuenta oficial) ¿por qué no indicó en el mismo cable
inicial la fuente?.
¿Cómo se explica semejante omisión a los
procedimientos habituales (y que deberían ser obligados) del periodista
profesional, cometida no por una sino por varias personas? De una sola
manera: AFP se prestó a una operación de prensa, destinada a atrapar a
medios electrónicos y periodistas en las redes sociales, de un lado y
del otro, incautos y no, que amplificaran el tweet apócrifo para
instalar generar zozobra e instalar la idea que en torno a la
recuperación del presidente las cosas no son como la información oficial
lo refiere.
Lo que se conoce en la política y el periodismo como
un “globo de ensayo”. Esta vez fue AFP. Otras veces lo asumió de buen
grado la agencia española EFE. También se cuentan casos en los últimos
años de la estadounidense AP. Arietes contra Venezuela, su pueblo y su
gobierno.
Globos de ensayo que seguirán, y que demanda doble
atención, mayor rapidez y mucho profesionalismo de los periodistas que
dentro del Sistema Nacional de Medios Públicos y también en decenas y
decenas de medios comunitarios y populares asumen el periodismo
militante, el periodismo en revolución, como una tarea profundamente
ética, para los que los manuales de la facultad no alcanzan ni de
lejos.