Carta a Carla Angola por su lealtad manifestada

Querida Carla: no sé si eres, demonio o ángel, pero lo cierto es que, sin pensarlo dos veces, has dejado de arrastrarte en tu vida profesional y de mancillar la condición humana como lo venías haciendo, vapuleando la moral y la ética que te enseñaron tus profesores para que actuaras con responsabilidad y sensatez en el oficio de periodista, resaltando la verdad a toda costa, la que habías olvidado una vez llegada al canal Globovisión y te abrazaras a las consejas del “palangrista” Alberto Federico Ravell en la que tú como una dócil perdiz gallega le serviste a voluntad a sus antojos mediáticos en contra de toda causa a favor del Gobierno y del presidente Chávez, tratando de entorpecer la intención de acercamiento entre el pueblo y su líder, resaltando todas las “desgracias” que enlutaron el País y los errores que entre humanos son comunes y, te lanzaste desorientada por los caminos malsanos a reventar toda óptica de imparcialidad que cada individuo debe compartir con sus semejantes, si se tiene conciencia de ello y, sino quedan los cantares de agonía en que hombre y bestia se confunden al perder la identidad. Pero lo cierto es que, a buena hora cogiste el fiel del parabién de la dignidad de la balanza imparcial y echaste a un lado la papa caliente que otros se comían amargamente sin compasión alguna, para luego vomitar sapos y culebras, descalabrando el ambiente de terquedades furiosas.

 Escuálida eres y escuálida serás como pasante egoísta que marcó tus primeros pasos cuando el odio te achicharró las pocas neuronas de tu enjambre cerebral, lo que pocos te crítican, a no ser que te embrutezcas más queriendo imitar o tomar por guía a tanto líder deshonesto y perverso de la IV-R que ronda ese canal.

 La degradación es intrínseca del ser humano dentro de su perversión, y el fin perseguido es llegar a la gracia del otro como bajeza humillante entre adulador y adulado y, en ti eso es sumamente bajo como mujer, casi imperdonable, pero nosotros como tus mejores jueces, mas no tus verdugos te lo dejamos pasar por entender tu situación en el canal y que conste que no somos tus cómplices.

 Esos dos adulantes e inquisidores vivarachos que te acompañan en “Buenas noches” como son Kiko y Roland acéptalos como “juanetes” ignominiosos de tus pies que maltratan y confunden tu público, a ellos mándalos a lavarse ese paltó en el Guaire.

Qué emocionante fue, Carla, el manifiesto que lanzaste a los cuatro vientos, la noche en que los sueños se devoraron entre sí y tú fuiste ejemplo de valor naturalizada sin esconder la vista ni vaciar emoción alguna en tus palabras que fríamente rodaron en la quietud de la noche en que el honor se manifiesta y con los pies sobre la tierra frente a una cámara dijiste:

" -Señor Guillermo Zuloaga, presidente de este canal, os ruego su atención: dé la cara y afronte con gallardía la medida que en su contra ha solicitado el Ministerio Público a través de un tribunal, por haber ocultado unos automóviles, lo cual no me consta, para qué, pero usted si debe saberlo y, no haga como otros personajes que desprecian la justicia de este País y se dan a la fuga. Sí lo hace merece todo mi respeto y consideración y tendrá en mí una amiga y servidora que, hasta que se demuestre o no la verdad seguiré siendo su fiel empleada. Póngase a derecho y pruebe lo que sé que no es, por lo que se le acusa e igualmente le exijo al señor Mazerhane que, es vox pópuli que, el Banco Federal estaba quebrado quizás desde el 94 y con su mala acción ha dejado en la calle a miles de cientos de ahorristas que Fogade va auxiliar por ley y usted debe dar la cara como su presidente, por lo que regrese al País y póngase al frente de él mismo y cancele hasta el último centavo que tenga que cancelar si así tiene que hacer y acabe con los rumores malsanos que nada bueno le hacen a nuestra Nación y ésta que ve aquí será su más ferviente servidora con todo el respeto de su corazón al que tiene derecho por ser socio de este canal.

Señoras y señores he dicho lo que tenía que decir como trabajadora y amante de este canal, algo que tenía atravesado en la paciencia y sin que me quede nada por dentro, ni temor alguno por las consecuencias de mis palabras, dejando por delante la verdad y el respeto a mi persona, consciente de la iniciativa asumida que será mi bandera de ahora en adelante como periodista. ¡Gracias por su comprensión!" Un frío didáctico se apoderó de la audiencia y las estrellas se corrugaron de solidez.

Que noche tan hermosa transcurrió para que las pasiones se desataran por la senda del bien y un capítulo de la vida real se resalta, destruyendo la mentira como arma política de un canal y el criterio de sus trabajadores se impone y dejan de tomar el primer atajo para confundir a sus seguidores y la malicia deje de predominar en que hombres y mujeres  complican situaciones y se involucran en un firmamento de fetidez que baña con una razón oculta a los escuálidos y la más siniestra injusticia trepa al árbol que no produce frutos y lo que conviene decir no se dice, porque se está en una guerra psicológica, cuyo único interés, perjudicar al comandante presidente Chávez.

 Al otro día cuando Carla despertó de su jaqueca, su subconsciente agonizante –dijo- prefiero mil veces la muerte que ponerme al lado del Gobierno, pues, Globovisión es mi tumba. Y otra vez se hizo de noche.

 
estebanrr@cantv.net
 



 



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Esteban Rojas


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