Obama y mafia narco militar se enfrentan en Honduras

En 1998 la entonces primera dama de Estados Unidos, Hillary Clinton, denunció “una vasta conspiración de derecha” contra el gobierno de su marido. El pasado 27 de septiembre el mismo Bill Clinton, en el programa de NBC “Encuentro con la Prensa”, denunció una “vasta conspiración de derecha” contra el Presidente Obama y su gobierno. “No tan poderosa” como la que él enfrentó en 1998, precisó, pero “igual de virulenta”.

NORTESCUALIDOS

En Estados Unidos la conspiración se manifiesta en:

A) Obstruccionismo parlamentario y judicial, cuya mejor manifestación es haber forzado la renuncia del más famoso activista ecológico de ese país, Van Jones, al recién creado cargo de “Asesor de la Casa Blanca en Calidad Ambiental”, por haber formado parte alguna vez de un grupo supuestamente “marxista” y haber firmado para que se averiguara “si funcionarios de la administración Bush permitieron el ataque del 11/Septiembre, quizás como pretexto para la guerra”… Para Jones el secreto para conservar la mayoría demócrata durante dos décadas son 4 letras: “Ley de Empleos (en) Energía Limpia”.

B) Una campaña mediática negativa permanente, idéntica a los métodos de la oposición venezolana contra Chávez. “Obama no es digno del cargo” porque no respeta a los actores políticos y económicos tradicionales, adelanta una conspiración socializante que amenaza a la familia, la religión, la propiedad privada y la libre empresa y. además, es blandengue con el “terrorismo” en política exterior. Todo lo que, después de los 700 y pico de miles de millones de ayuda federal al sistema financiero en quiebra, nos hace exclamar: “Se perdieron esos reales…”

TE ESPERO A LA SALIDA

Como en la escuela primaria, Obama y sus adversarios conspiradores se muestran educados en el terreno doméstico, y se enfrentan abiertamente en Honduras. Ahí los narcos del Comando Sur y la Mafia anticubana de Miami (que operan juntos desde tiempos del Irán-Contra) no aceptan las directivas de Hillary Clinton y su Departamento de Estado. Sólo eso explica la altanería de Micheletti ante “los gringos”, algo impensable en semejante lacayo vil y servil de no sentirse “guapo y apoyado” por aquellos que, con los Bush, manejan el poder de las armas y el dinero de las mafias en Latinoamérica desde los años 60.

¿Unos congresistas republicanos van para Tegucigalpa en apoyo del golpe? La Clinton evita que su embajador en Honduras los reciba y lo envía a Nicaragua (donde estaba Zelaya) para que se abrace con el Presidente Constitucional. Le niega la visa a los golpistas y recibe a la Canciller de Zelaya, etc.

CUESTION DE ESTILO

Para la derecha panamericana, Obama es un iluso. Tiene “imperialismo natural” (que viene con el cargo) pero pretende mejorar la imagen mundial de Estados Unidos favoreciendo los negocios (criminales pero legales) de los empresarios “decentes” y no los negocios ilegales de los grandes delincuentes republicanos. La derecha toma este fariseísmo demócrata por debilidad izquierdizante.



En realidad Obama sabe tras las narco-avionetas que siguen aterrizando en Honduras, se esconde que el “USS Honduras” (como por su fidelidad llamaban a Honduras los funcionarios gringos) es el gran trampolín de la droga en el Continente. Sotto voce se comenta que Soto-Cano, la base gringa en Honduras, es de donde despegan los vuelos civiles y, sobre todo, militares que transportas la cocaína a los Estados Unidos.

CUESTION DE PRINCIPIOS

Zelaya conoce el poder de los narcos en su país (el Vicepresidente del Congreso hondureño fue acribillado por sicarios unos meses antes del golpe de Estado) y, como quien no quiere la cosa, en la XVIII reunión de jefes de los Organismos Nacionales Encargados de Combatir el Tráfico Ilícitos de Drogas en América Latina y el Caribe (Honlea) celebrado en Honduras en 2008, propuso que la legislación sobre narcotráfico fuera común a todo el continente. Era su manera (indirecta), además de la Constituyente, de cambiar un sistema de leyes que consagra la impunidad. Ni el cartel de la DEA ni la mafia anticubana de Florida podían permitirle tal cambio de rumbo al “USS Honduras”. Zelaya tenía que irse.

QUESTION DE VIDA O MUERTE

Al año de su gobierno y enfrentado a sus electores por no haber logrado parar la crisis, crear empleos, implantar un sistema de asistencia médica, sacar a las tropas de Irak, ni cerrar Guantánamo, Obama está sintiendo el lado obscuro de la Fuerza, el gangsterismo de los Bush y asociados, que va desde la invasión de Playa Girón en 1961 hasta el golpe de Estado contra Zelaya y la gripe, porcina, pasando por Santiago y Bagdad, y dejando una estela de hambre, destrucción, tortura y muerte.

Obama es, por definición, cómplice, pero los cómplices no siempre se llevan bien, y con lo poco que le queda de credibilidad a la clase política de Estados Unidos, Honduras se ha convertido en sitio de enfrentamiento entre las dos alas del águila imperial.. Afortunadamente, el policía bueno y el policía malo no están solos: los gobiernos y los pueblos del continente y el pueblo de Honduras antes que nadie, siguen avanzando y dejan atrás a las fieras que luchan por los despojos de su decadencia.

rotheeduardo@hotmail.com


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Eduardo Rothe


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