El caso Rosenberg ha provocado una verdadera crisis política en Guatemala, que ha tenido gran divulgación a nivel mundial.
Un asesinato más
El
abogado Rodrigo Rosenberg Marzano fue asesinado el domingo 10 de mayo.
El 11 fue divulgado un impactante video grabado la semana anterior, en
el que la víctima culpa de su muerte al secretario privado de la
Presidencia, Gustavo Alejos, al presidente Álvaro Colom y a su esposa
Sandra Torres de Colom, entre otras personas. En el video Rosenberg
involucra a los personajes mencionados en el asesinato del empresario
Khalil Musa y su hija Marjorie, acontecido en abril último.
Estamos
ante un asesinato más perpetrado por una de las fracciones de la clase
dominante en pugna, acostumbrada a mantener el orden capitalista y su
hegemonía política a sangre y fuego. En las últimas cinco décadas, la
oligarquía guatemalteca ha masacrado a lo más selecto de la vanguardia
obrera, campesina, indígena, estudiantil y popular. Guatemala es junto
a Colombia, el país en donde la represión violenta de los organismos
militares y paramilitares del Estado burgués ha provocado una sangría
de las organizaciones obreras y populares.
Crisis política y pugna interburguesa
El
asesinato de Rosenberg Marzano y su denuncia póstuma de la corrupción
del gobierno de Colom ha generado estupefacción, incredulidad e
indignación, entre otras reacciones. Hemos visto concentraciones de
protesta de parte de personas pertenecientes a la clase media alta y de
posición acomodada, gente que nunca se acerca al centro de la capital
ni tendría la osadía de ser vista en demostración pública alguna,
exigiendo la renuncia del presidente Colom y pidiendo al COMITÉ COORDINADOR DE ASOCIACIONES AGRÍCOLAS, COMERCIALES, INDUSTRIALES Y FINANCIERAS (CACIF),
la principal corporación empresarial, que convoque a un paro de los
empresarios (lockout patronal) para presionar al actual gobierno a una
negociación favorable a sus intereses.
Aunque
el gobierno de Colom mantiene incólume las bases del sistema
capitalista, repartiendo algunas migajas de asistencialismo social
entre los sectores más pobres, ha mantenido algunas contradicciones con
las grandes familias que controlan Guatemala desde la época colonial.
Estas contradicciones interburguesas se han manifestado en la
destitución de algunos jefes militares, la aprobación del presupuesto,
la reforma fiscal, etc, pero la mayor contradicción reside en que no se
ponen de acuerdo en la forma y los mecanismos sobre cómo combatir la
actual crisis del capitalismo mundial y su expresión concreta en
Guatemala.
Para
resistir los embates de la extrema derecha, el presidente Álvaro Colom
se ha visto obligado a apelar a la movilización de su base social de
apoyo: miles de personas de los asentamientos pobres, beneficiados por
los programas asistenciales del gobierno, han brindado su apoyo
incondicional al presidente y su esposa. La UNIDAD DE ACCIÓN SINDICAL Y POPULAR (UASP),
única central sindical que ha apoyado Colom desde la campaña electoral,
se hizo también presente en las movilizaciones para defender la
continuidad de los programas de beneficencia dirigidos por Sandra
Torres. En un afán de medir fuerzas, ambos bandos burgueses convocaron
a sendas marchas para el domingo 17 de mayo. Organizaciones políticas,
de derechos humanos e instituciones como las Iglesias, católica y
evangélicas, la Universidad de San Carlos (USAC) han reclamado el esclarecimiento de las acusaciones y hacen llamados a la calma y a mantener la institucionalidad del país.
La
ultraderecha guatemalteca, agazapada en la Policía, en el Ejercito y
demás organismos armados del Estado burgués, chantajean a la sociedad
guatemalteca con la posibilidad de regresar a la salvaje represión de
las décadas anteriores.
Un caso con muchas aristas y trasfondos
Las
circunstancias en torno a la muerte de Rosenberg y las insólitas
acusaciones que hizo antes de su asesinato, dejan muchas circunstancias
oscuras, dudas y aspectos difíciles de aclarar. Pero hay algo que se
perfila con claridad. El caso está siendo aprovechado por los sectores
más recalcitrantes de la derecha para dar continuidad a un plan de
presiones contra el gobierno de Colom para que adopte las políticas de
este sector que se encuentra por fuera del gabinete. La imparable ola
de asesinatos de pilotos y ayudantes de buses del transporte público,
(cuya responsabilidad niegan vehementemente las maras), los ataques y
muertes de dirigentes sindicales, populares y activistas de derechos
humanos son parte de esta campaña, así como los intentos de
desprestigiar los programas asistenciales desarrollados por el Consejo
de Cohesión Social y la obstinada resistencia de la gran burguesía a
financiar los planes de asistencia social del gobierno por medio de la
reforma fiscal.
Los
hilos de esta funesta campaña, que cuenta con el apoyo de los
principales medios de comunicación de la burguesía, hay que buscarlos
detrás del Partido Patriota (PP); de militares retirados organizados en
AVEMILGUA, vinculados al proyecto de reforma constitucional Pro
Reforma, quienes a toda costa quieren evitar que las investigaciones en
los archivos de la Policía Nacional y del Ejército los involucren en
violaciones a los derechos humanos durante la guerra civil; de sectores
de la burguesía que con el gobierno de Colom se han visto marginados de
los negocios que se manejan desde el Estado y otros que se oponen
recalcitrantemente al establecimiento de nuevos impuestos (el CACIF,
organización de la cúpula empresarial, anunció su participación en la
marcha derechista del 17). Dos de los implicados en la divulgación y
elaboración del video de Rosenberg, Luís Mendizábal y Mario David
García, están vinculados, uno a oficinas paralelas en el gobierno de
Álvaro Arzú que enlazaban al Ministerio Público con la Inteligencia
Militar, y el otro con intentos golpistas contra el gobierno de Vinicio
Cerezo en los años ochenta. A partir de estos sectores, las raíces de
la campaña se hunden en los oscuros poderes paralelos de ex militares
vinculados con el contrabando y el narcotráfico, que constituyen un
poder oculto cuyo origen se remonta a los años de la guerra interna y
los negocios sucios, a costa de las comunidades indígenas reprimidas y
masacradas, de la oficialidad del ejército en ese entonces.
¿Qué pretende la extrema derecha?
La
exigencia principal de las manifestaciones de los ricos es la renuncia
del presidente Colom y que sea sustituido por el vicepresidente Rafael
Espada, hombre más flexible y maleable. De esta manera, se abriría el
camino para que el Partido Patriota y la derecha recalcitrante
extiendan su influencia en el gobierno. Aunque el gobierno de Colom
representa de manera global los intereses de la burguesía, mantiene
contradicciones con los sectores más poderosos de esta, que no quieren
ni siquiera financiar los planes de asistencia social del actual
gobierno. El tímido populismo del gobierno de Colom asusta a estos
sectores de la burguesía en momentos de crisis económica y social.
Un
fortalecimiento de la ultra derecha significaría para los trabajadores,
campesinos y sectores populares, la implementación de algunas medidas
que el gobierno de Colom por el momento se resiste a aplicar por temor
a perder su base social de apoyo electoral. Entre estas medidas podemos
mencionar las siguientes:
* La aprobación inmediata del Convenio 175 de la OIT.
*
El desarrollo de un plan económico ante la crisis, basado en una mayor
precarización de las condiciones de trabajo y de vida de los
trabajadores y campesinos.
*
La suspensión o limitación de algunos derechos ciudadanos por la
proliferación de decretos de estados de prevención, medidas que ya ha
aplicado el gobierno de Colom
*
La aprobación en el Congreso del antidemocrático plan Pro-Reforma para
hacer cambios en la Constitución de la República, en la búsqueda de un
mayor endurecimiento del régimen político.
*
Acentuación de la persecución de líderes y organizaciones sindicales y
populares, cuya expresión más nítida es la injusta y vengativa condena
contra el líder indígena Ramiro Choc.
*
La eliminación de mayores impuestos a los grandes empresarios y el
debilitamiento de la capacidad de inversión social del Estado.
Ni con Colom ni con la extrema derecha
Los
trabajadores y la izquierda independiente no confiamos en el gobierno
de Colom, ni creemos que gobierna en beneficio de los más pobres. Como
ha ocurrido en otras ocasiones, Colom terminara cediendo parcial o
totalmente a las presiones de la ultra derecha. Tenemos sobradas
razones para no apoyar al gobierno de Colom, no damos un centavo por su
gobierno, pero no podemos permitir que la derecha recalcitrante
aproveche la coyuntura para ganar terreno en las calles y dentro de las
instituciones.
Por eso, el PARTIDO SOCIALISTA CENTROAMERICANO (PSOCA) plantea:
*
Demandamos una investigación independiente a profundidad de las
acusaciones hechas póstumamente por el abogado Rodrigo Rosenberg.
*
Esta Comisión Independiente debe estar conformada por las centrales
obreras que no apoyan al gobierno de Colom, por las demás
organizaciones obreras, campesinas, indígenas, estudiantiles y
populares. Este es el único camino para llegar a la verdad y
desentrañar esta oscura red de criminales y saqueadores de los fondos
del Estado que goza de total impunidad en Guatemala.
* Que los resultados de dicha investigación sean públicos y de acceso a todas las personas.
*
Rechazamos tajantemente la intervención de los organismos imperialistas
en el caso ¡Ninguna injerencia ni del FBI ni de la OEA!
* Aunque la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG),
goza de gran prestigio ante la sociedad guatemalteca, las
investigaciones deber ser realizadas por una Comisión Independiente que
resista las presiones y los chantajes de la ultra derecha. Los
oprimidos y explotados tienen todo el derecho de involucrarse en las
decisiones trascendentales para el país.
*
Ante las maniobras de la ultra derecha, llamamos a las agrupaciones
sindicales, campesinas, populares y de izquierda a organizar
movilizaciones independientes y masivas de rechazo a los reaccionarios
¡Ni un gramo de confianza ni apoyo a Colom! ¡Defendamos nuestros
derechos y conquistas!
*
De manera particular, llamamos a la izquierda independiente a que
trabajemos de manera unificada con el objetivo de crear una alternativa
política en Guatemala, sin confiar un ápice en el gobierno de Colom y
que combata ferozmente la ofensiva de la ultra derecha.
¡Frenemos a la extrema derecha con la movilización popular!
¡Formemos una Comisión Independiente de investigación de las denuncias de crimen y corrupción del gobierno de Colom¡