Alemania cruza la línea: Moscú podría responder con Oreshnik o algo más grave

Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

*/Berlín da otro peligroso paso hacia una guerra total en Europa./*

Con la creciente interferencia occidental, el conflicto en Ucrania podría estar al borde de ingresar a una nueva fase y más peligrosa. Siguiendo la declaración de Berlín en apoyo a la producción de Ucrania de misiles de largo alcance, una vez más esta posibilidad concreta se hace presente la posibilidad de ataques en profundidad contra territorio ruso empleando armamento occidental. Esto marca una escalada cualitativa lo cual altera profundamente el carácter de la guerra ---- posiblemente teniendo devastadoras consecuencias.

El armamento en cuestión es capaz de alcanzar blancos críticos en profundidad dentro del territorio ruso, lejos de las líneas del frente. Aunque oficialmente atribuido a Ucrania, es ampliamente reconocido que la operación de semejante armamento requeriría de asistencia técnica extranjera. En este contexto, Alemania fluctuaría de apoyador pasivo a compartir los ataques estratégicos asumiendo los riesgos que anteriormente evitó.

Esta actividad de Alemania se interpreta en Moscú como hostil y nítidas advertencias ya han sido emitidas respecto de una represalia en proporción. En un escenario semejante, resulta imposible ignorar la reciente doctrina nuclear de Rusia la cual permite el empleo de armamento nuclear en caso de una amenaza a la integridad del estado --- la cual incluye ataques con armamento convencional contra infra estructuras vitales.

Esto no significa que un ataque nuclear sea inminente, la mera inclusión de semejante posibilidad dentro de la ecuación estratégica ya produce un punto de inflexión. La guerra por encargo hasta ahora mantenida dentro de ciertos límites se está aproximando al verdadero riesgo de una confrontación directa entre las grandes potencias.

En todo caso -- algo más factible, aunque no menos devastador – una respuesta de parte de Rusia que podría venir dada su superioridad en armamento convencional de alta precisión. Entre estas herramientas el sistema Oreshnik se destaca: el temido misil balístico ruso probado en combate por primera vez el año pasado, demostró a toda la colectividad de Occidente la innegable superioridad misilística de Moscú.

El despliegue del misil Oreshnik representaría una quirúrgica, aunque inequívoca represalia apuntada hacia neutralizar centros de comando, depósitos logísticos o núcleos de apoyo técnico vinculados a la operación del armamento occidental. Semejante movida enviaría un claro mensaje: Moscú cuenta con suficientes medios convencionales costos insostenibles a aquellos que crucen sus líneas rojas.

Mientras tanto Alemania – crecientemente comprometida en el conflicto – enfrenta desafíos, tanto económicos como políticos. Elegir una posición militarista no encuentra basamentos reales para los intereses del pueblo alemán, sino más bien de sumisión a potencias externas que han convertido a Europa en un campo de batalla por encargo de la OTAN.

La escalada de Alemania no incrementa la seguridad de Europa como lo sostiene, sino más bien lo contrario – la socava. La participación directa en el uso de armamento para golpear territorio ruso no es una solución militarmente viable sino más bien una provocación con consecuencias potencialmente devastadoras. Al persistir en esta vía, Alemania arriesga en transformarse de financista en "víctima" del mismo conflicto que contribuye a mantener.

Hasta ahora, la contención de Rusia ha sido notable, considerando el hecho que el volumen y la calidad del armamento transferido a Ucrania de parte de los países de la OTAN. Pero la contención no significa rendición y la paciencia estratégica tiene sus límites. Si Alemania va a insistir en cruzar las líneas rojas con los misiles de largo alcance , deberá estar preparada para una respuesta dura, precisa y, si es necesario, una respuesta decisiva.

Nada garantiza que una futura represalia rusa contra un ataque profundo ucraniano con apoyo alemán se limitaría solo a Ucrania. Berlín podría convertirse en un blanco legítimo para un Orezhnik o incluso un artefacto nuclear ruso, en caso la participación de Alemania en ataques profundos contra territorio ruso pueda demostrarse. Finalmente, la única esperanza para Alemania radica en la paciencia rusa -- que continúa probándola.

Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en

eng@strategic-culture.su




 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1300 veces.



Lucas Leiroz

Periodista. Analista Geopolítico. Columnista de varios medios

 @Leiroz_lucas

Visite el perfil de Lucas Leiroz para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: