"El Premio Nobel" Vargas Llosa como arma de guerra ["los pajaritos de Palestina también son pajaritos"

A menudo hacemos contabilidad y reconocemos haber metido la pata o acaso acertar, para corregir o proseguir si actuamos con racionalidad.

14 años ha discurrí acerca de la cruel matanza a cuentagotas que a la sazón el sionismo israelí impuso a Palestina y creo que ahí hice ver que de no pararle los mochos a Benjamín Netanyahu éste aceleraría su genocidio, impondría su bestial matanza en gran escala, por sólo puntuar.

Tratar de abarcar de un vistazo la totalidad de un fenómeno nunca pude, no puedo y ya no podré; no obstante no creo estar tan esgaritao que yo pierda la senda del camino del Libertador Simón Bolivar y si he de quemar el último cartucho, mi última respiración quiero decir, será, reitero, buscando esa senda caso de que me traspapele.

Moscas, en "El pueblo es algo más que un concepto" os dejo algunas piedritas para complementar y que a mí me guían hasta aquí en curso de estas reflexiones y por añadidura para orientarme procuro poner en alerta mis cinco líneas telegráficas, líneas que toda persona tiene o debe tener ---yo, usted, nosotros, vosotros y ellos--- e inclusive pongo de manifiesto un poco de intuición e indago o procuro indagar hacia donde se mueve la realidad y hacia esa dirección y sentido entrompo mis pasos a pie firme y será por lo cual entrompé mis pasos por el camino de la revolución bolivariana tanto como antes lo hice fallidamente con la revolución sin Bolivar que resultó un engaño de aquella izquierda corrompida PCV-MAS-MIR y pare de contar ETC; y no a la corazonada sino por convicción de fondo pero de manera crítica, eso sí.

El mal tiempo suele ponerme de buen humor y quizá eso sea un extraño mecanismo automático de defensa, pero a lo que quiero ir es a que uno no debe cruzar los brazos cuando la patria está en peligro sino que uno tiene que afincarse en los remos y remar con butría contra la tormenta, remar y remar debidamente, no a lo loco ni añorar tener menos carga sobre los hombros sino tener el espinazo más fuerte para luchar, aguantar la carga del trabajo, lo que a toda luz es utópico porque el tiempo transfigura todo y lo deja a uno vuelto chicha, pero, palante es la cuestión.

Mas, fondeando, y a propósito del pensamiento racional y del lenguaje como acto de comunicación será preciso que el escritor y hasta el tirapiedras, inclusive, quienes codifican sus mensajes y publican, mejor dicho, son publicados, tengan en cuenta con respecto al lector que descifra y no tratarlos como a burros; y eso valga para todos.

Para que la comunicación sea de calidad, que trascienda y eche raíces, de ser posible, ha de ser necesario que concurran muchos elementos y de entre los cuales que sendos actores accedan al mismo lenguaje, así como por ejemplo lo hizo el Comandante Chávez que inclusive ahora nos sigue hablando, su lenguaje es el mismo que el del pueblo profundo, lenguaje sin esguinces, verdadero, lenguaje que comulga no sólo con la verdad sino además con la ética popular.

En particular cuando discurrí acerca del Premio Nobel como arma de guerra, como instrumento de colonización ideológica en "Los pajaritos de Palestina…" yo cité al escritor Vargas llosa porque para entonces ya se le veía torcido, agrediendo a Venezuela al servicio del fascismo y no creo haberme equivocado, Vargas Llosa se abalanzó contra el Comandante Chávez y contra el pueblo venezolano no sin cobrar para ello, tal como hacen algunos cantantes, actores y actrices de Holliwood, estuvo claro que sus fundaciones para la libertad en conjunción con grupetes de pillos no era marca del dinero de su bolsillo, tan pendejo no era. Hay mucho que decir al respecto pero será en otra entrega.

En "Entre Sartre y Camus" ---edición 1981--- alrededor de 30 años antes de que el escritor reluciera entre marquesinas del Nobel pero pan caliente para mí pocos años luego sería como en 1986, ya vargas Llosa flaqueaba en su caminar, daba tumbos hacia el fascismo. A la sazón yo accedí a esa obra contentiva de varios artículos de prensa suyos compendiados en ese libro, artículos tales como "Sartre y el Nobel"; "Las bellas imágenes de Simone de Beauvoir"; "Albert Camus y la moral de los límites" y muchas otras piezas. Escarbando esa obra yo me debatía entre el discurrir y la noesis y a pesar de que ahora proseguí por curiosidad o por testarudez a eso de 1986 o un poco más tarde o un poco más temprano de esa fecha una mano peluda rayó la página 59 de ese librito con la frase ¡hola y chao!, además de un vulgar improperio y varios subrrayados (en ...Simone Beauvoir…) o para decirlo más claro, ya se veía que el escritor tenía el pabilo mojao.

De modo que ya en 2011 dicho escritor se había quitado la máscara completamente pero mucho antes, como ya indiqué, un frase de Bolivar me ayudó a verlo en cueros: "El talento sin probidad es un azote".

Mi debido respeto a los lectores del escritor al que no voy a adjetivar pero he de hacer notar que un hombre que no s afinque en su identidad es como un hombre de anime.

!Vargas Llosa, nada que ver con la paidea!

Addenda:

"Los pajaritos de Palestina también son pajaritos" es contentivo de complementos para mejor explicarme ante vosotros. (está en red, por lo que puede escarbarse)



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Guillermo Guzmán


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