Es extremadamente triste y bochornoso el papel político que están realizando en estos momentos de la historia política suramericana, "tres presidentes activos y vigentes" que en tiempos pasados, fueron revolucionarios y aparentemente se sentían hasta muy orgullosos de pertenecer a la izquierda Latinoamericana y Caribeña.
El caso más emblemático, es lo sucedido el domingo 13 de abril, con las elecciones presidenciales (segunda vuelta) en Ecuador y la mirada de neo derechistas que ahora presentan tanto Gabriel Boric, Gustavo Petro y Lula da Silva, cuando no les preocupa para nada los extraños, sorpresivos y sospechosos resultados electorales que dieron como ganador "por paliza" al ultraderechista Daniel Noboa.
Por supuesto, para los presidentes de Brasil, Colombia y Chile, no existe la menor duda del triunfo electoral de Daniel Noboa, su nuevo y leal compañero ideológico de la derecha suramericana, lo cual significa que para los tres ex izquierdistas, no hubo fraude electoral en Ecuador (el trio jura que la derecha es honesta y la izquierda es tramposa) y consideran que todo ha sido impecable, por lo tanto, no es necesario realizar un reconteo general de los votos o repetir las elecciones.
Lo que es inevitable, es comparar por la forma virulenta y agresiva, en la que actuaron estos personajes, con respecto a las elecciones presidenciales realizadas en Venezuela el domingo 28 de julio del 2024 (dicen que las comparaciones son odiosas) y que para ellos fue muy diferente a lo ocurrido el 13 de abril del 2025, con "los óptimos resultados electorales" presidenciales en Ecuador y de manera inmediata reconocieron a Daniel Noboa, como el legítimo y reelecto presidente.
Hay un dato muy importante, en estos días, el presidente colombiano, declaró de manera clara: "no reconozco a Maduro como presidente de Venezuela", o cuando el presidente chileno, se convierte en acusador ante La Corte Penal Internacional (CPI), "denunciando a la dictadura de Maduro, por el asesinato del exmilitar Ronald Ojeda" y el caso del presidente brasileño (supuesto amigo de Chávez) quien está muy feliz "por no haber permitido el ingreso de Venezuela al BRICS".
Qué problema con los conversos, cuando odian su pasado y adoran su presente.