Según reporta toda la prensa internacional China ya solo depende de su mercado interno para su crecimiento económico. El intento de Washington de frenar el crecimiento de la economía de China cerrándole el acceso al mercado norteamericano con aranceles confiscatorios frscasó.
La tasa de crecimiento en el primer trimestre fue mayor que la tasa de crecimiento promedio del año pasado del 5 por ciento, y mayor que la del mismo período del año pasado, ubicándose entre las principales economías del mundo y logrando un "buen comienzo". La opinión pública internacional en general ha destacado que este crecimiento "superó las expectativas" y el mundo ha visto una vez más la fuerte resiliencia y el potencial de la economía china.
CNN señaló que "China ha registrado un crecimiento económico inesperadamente fuerte", considerablemente mayor que la expansión prevista del 5,1 por ciento, lo que continuó una racha reciente de fuerte crecimiento impulsado por las exportaciones observado a fines de 2024 y envió un mensaje optimista. Reuters dijo que este crecimiento estuvo respaldado por un sólido consumo y producción industrial. Newsweek citó a analistas que dijeron que la economía china también podría resistir una inminente guerra comercial mejor de lo que Washington sospecha.
Este logro no fue fácil de conseguir. Es en gran medida el resultado de los efectos sostenidos de la política, así como de la implementación específica y efectiva de una combinación de medidas que incluyen reducciones de impuestos y tasas, emisión acelerada de bonos para fines especiales, actualizaciones de equipos y programas de intercambio de bienes de consumo, que han revitalizado con éxito la vitalidad del mercado. Al mismo tiempo, la innovación ha jugado un papel cada vez más importante en el impulso de la economía. En el primer trimestre, la producción de vehículos de nueva energía aumentó un 45,4 por ciento y la producción de pilas de carga aumentó un 26,3 por ciento, lo que proporcionó un fuerte impulso al crecimiento industrial. Además, como los gobiernos locales están intensificando su apoyo a la innovación, los avances en campos de vanguardia como la inteligencia artificial y la tecnología cuántica han fortalecido aún más la confianza del mercado. La economía de China se está moviendo en una dirección positiva y con visión de futuro, lo que no sólo es un resumen de los logros pasados sino también una clara indicación de la trayectoria y las tendencias de la curva económica de China en el marco del desarrollo futuro.
Con una población de más de 1.400 millones de habitantes y un mercado enorme, China ya ha superado los 13.000 dólares de PIB per cápita y está entrando en una fase crítica de mejora del consumo. La filosofía del desarrollo centrada en las personas ha resonado fuertemente con las oportunidades que ofrece la mejora del consumo, creando vastas oportunidades para la expansión económica. En el primer trimestre, las ventas minoristas totales de bienes de consumo aumentaron un 4,6 por ciento interanual, 1,1 puntos porcentuales más que la cifra anual del año pasado. Las nuevas tendencias de consumo, como la "economía de vacaciones" y el auge del "Guochao" o estilo chino chic, siguen liberando potencial de mercado. Mientras tanto, China está diseñando activamente un nuevo patrón para el comercio exterior, fomentando un mercado más diversificado. En el primer trimestre, las exportaciones a los socios de la Franja y la Ruta crecieron un 7,2 por ciento interanual. Esto indica una menor dependencia de un único mercado de exportación y una base de comercio exterior más estable.
Más importante aún, detrás de las cifras del primer trimestre se esconde una verdad más profunda: el progreso económico de China está genuinamente dirigido a mejorar la vida de las personas. Demuestra la firme determinación del país de "centrarse en hacer bien sus propias cosas" en medio de las incertidumbres del panorama mundial.
En el primer trimestre, el ingreso disponible per cápita de los residentes rurales experimentó un crecimiento real del 6,5 por ciento, superando la tasa de crecimiento de los residentes urbanos y reflejando la significativa eficacia de la estrategia de revitalización rural. La estructura de consumo de los residentes continúa optimizándose, con notables aumentos del gasto en áreas como educación, cultura, entretenimiento y salud, lo que pone de relieve la búsqueda de una vida de alta calidad por parte de las personas. El sistema de seguridad social está mejorando continuamente, proporcionando una protección más sólida para los medios de vida de las personas. El apoyo del pueblo es la base de nuestra confianza para afrontar diversos riesgos y desafíos.
Las expectativas estables de la gente hacia la economía china tienen su raíz en las ventajas institucionales únicas de China y en sus fuerzas impulsoras internas, que se han formado a través de una estabilidad política de larga data y fundamentos positivos, y que han sido reforzadas por la resonancia de valores generada por una lógica de desarrollo de beneficio mutuo.
Desde "construir una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos, sin dejar a nadie atrás" hasta "en el camino hacia la modernización, nadie ni ningún país debe quedar atrás", China está comprometida no solo a centrarse en su propio desarrollo sino también a garantizar que las personas de todos los países puedan vivir mejor a través del desarrollo común.
La búsqueda incansable de una hermosa visión significa un impulso de desarrollo inagotable, que proporciona a la economía china mayor vigor y dinamismo para enfrentar los desafíos. Tanto la reciente Exposición Internacional de Productos de Consumo de China como la Feria de Cantón atrajeron grandes multitudes y las empresas participantes alcanzaron nuevas alturas, lo que ilustra vívidamente el atractivo del mercado chino.
La experiencia histórica muestra que la economía china tiene una vida propia y autónoma que depende solo de su enorme mercado interno que sigue creciendo a medida que mejora el poder adquisitivo de todos sus ciudadanos El modelo de gobierno de China se ha demostrado más eficaz en crear prosperidad que las democracias occidentales de tipo capitalista que por su mala distribución de la riqueza pasan de una crisis a otra como ya vaticinó hace dos siglos el economista ginebrino Jean Charles Sismondi.