¡Que me odien con tal de que me teman!
Calígula
En los pocos sitios que he visitado, después de la toma de la posesión de Donald Trump, he oído algunos comentarios encendidos en medio de la sorpresa de personas que no creían en las promesas del garrote, anuncias en la campaña, el cual están siendo golpeados por alguna u otra razón por este mandatario, que ha tomado las riendas de la presidencia de los Estados Unidos, con la mira puesta en los migrantes, el cual la gran mayoría han sufrido en carne propia para llegar a la tierra del "sueño americano" y ahora se encuentran en un verdadero calvario, como para recoger los pocos utensilios y regresarse pensando solamente en llegar sano y salvo a sus patrias en todo el mundo.
Lo que está haciendo Donald de Trump, es precisamente lo que ofreció, ya que, todos los presidentes, que han llegado y los que están por venir, tienen una sola razón de instalarse en la Casa Blanca, aparte de convertirse en la primera referencia de los Estados Unidos, es seguir manteniendo al imperialismo, o al imperio –vocablo utilizado en tono burlón por muchos inocentes incrédulos –como si fuera el dueño absoluto del mundo, para mandar, ordenar y así mantener un estado de tensión, porque de lo contrario le asoman los marines, cuando esa época ya pasó por la lucha de los pueblos, el cual va dejando a un lado la hegemonía de los gobiernos estadounidenses.
La situación del imperialismo o el imperio para complacer a los gafos burlones, es muy comprometida, es como salir a pedir en medio del sol canicular de estos días de enero, el cual anuncia un intenso verano en estos meses de febrero y marzo, cuando el astro rey, parece hacer acto de presencia para demostrarle a los humanos de qué está hecho el universo, porque precisamente los que están predestinados a desaparecer son los que menos entienden el encanto de la naturaleza y no abusar de ella, el cual ofrece en este mes de comienzo de año, como dice mi tío Juan, unas de las lunas más hermosas del año en medio de lo que llaman las fases lunares.
El gran poder mediático de los Estados Unidos, ahora más que nunca, va jugar el papel para el cual está siendo una tabla de salvación, ya que, para el imperialismo y Donald Trump, es tan vital para proyectar sus planes diabólicos, porque apenas se encargó de la presidencia desató un verdadero huracán de amenazas y persecuciones, empezando con los migrantes, quienes por falta de conciencia política e impulsados por los mismos mecanismos de seducción del imperialismo se encuentra prácticamente atrapados y a esto le tenemos que agregar de manera responsable, las criminales acciones de Trump, en su primer gobierno, con un bloqueo, medidas coercitivas, sanciones sin ninguna razón en medio de una pandemia, para Venezuela y el gobierno del Presidente Maduro, el cual desató una migración sin precedente.
Donald Trump, está actuando dentro de lo esperado por el capitalismo salvaje; le está sirviendo de bombona de oxígeno en momentos cuando se está desinflando y por momentos de manera acelerada y por eso la desesperación está en su máxima tirantez y ahí precisamente radica el grave problema para la humanidad de mantener la paz por encima de todas las convulsiones de la fiera herida. Todas sus acciones están enmarcadas de manera muy precisa, para que no quede ninguna discusión sobre su papel en defensa del gran capital, a pesar de haber sufrido el peso de la crisis en medio de su montaña de dólares, ya que, varias de sus empresas se encuentran en la bancarrota y no es precisamente por culpa de Maduro. Lo cierto es, que el controvertido, polémico y equivocado presidente de EE. UU, trae en la punta de la nariz, un objetivo muy bien definido y peligroso, poner nuevamente sobre la mesa el expansionismo con acciones propias de un guapetón, pero, desde ya, ha recibido las respuestas certeras y oportunas, porque nadie en su sano juicio, puede aceptar el trato descortés, empezando con su vecino: ¡México, lindo y querido!
Trump, por lo pronto tiene su regalito, aunque muy devaluado: el soñador Guaidó, porque de nada le sirvieron las tropelías del pasado utilizando a un auténtico miserable salido de un simulacro, capaz de vender a su propia progenitora por un puñado de dólares. Ahora, tiene un dúo por demás perverso: la inhabilitada por pedimento de invasión y su fracasado sustituto el Edmundo, con un prontuario de crímenes en el Salvador, como para estar varios años preso, pero el solo hecho de ser un incondicional del gobierno de los EE. UU, le permite andar libremente y de paso vociferar al estilo de un Antonio Ledezma en nombre de la democracia. ¡Más hipócritas y caraduras imposibles! Sin embargo, el presidente Maduro, no está solo, porque ahora la presidenta mexicana les está cantando y no son rancheras a los abusadores del poder.