Del acuerdo de Westfalia al reparto de África

Poder Colonial-Imperial Occidental en el mundo

Presentación

La guerra es tan antigua como la historia del hombre. Las guerras con sus motivos y formas, desarrollos y construcciones, sus causas y consecuencias, con la fisonomía que adquiere en distintas coyunturas, se nos presentan como fenómeno diverso y múltiple que acompañan la acción humana en distintos períodos históricos.

Nuestro tiempo, nuestra actualidad, esta signada por la guerra y en su actual manifestación muestra mayor extensión e intensidad; así como su sofisticación tecnológica no tiene precedente. La amenaza de desaparición de la especie humana es una posibilidad cierta, que como posibilidad cercana de realización no se nos había planteado antes de la misma forma.

El presente trabajo se inscribe en el seminario "Antología de la Guerra", dictado por el Profesor Edgar Blanco de la Universidad Central de Venezuela U.C.V. El trabajo busca acercarnos a la temática general de la guerra y a la lectura que Hannah Arendt hace de ella. Indagamos en el marco de la historia de las guerras y su contexto, las diversas modalidades y características de la expresión humana en la conformación de las sociedades humanas.

El trabajo tendrá dos entregas.. Un primer artículo señalara, algunas de los elementos y expresiones históricas del fenómeno de la guerra. En un segundo trataremos las revoluciones como una de las manifestaciones del fenómeno de la guerra. Reflexión que haremos a partir de la perspectiva arendtiana planteada en su obra Sobre la revolución (1963). Temática que forma parte de la reflexión en torno al Hombre y su relación con la Filosofía Política, la cual representa el horizonte general de nuestra investigación.

Guerras europeas en el mundo.

Introducción.

La historia de la guerra es muy antigua. Tras la caída del imperio romano Europa quedo conformada por reinos huérfanos del manto político-organizativo que le daba el imperio al continente. La unidad continental subsiguiente fue ideológica, dada por Roma y el poder religioso. Casi un milenio de dominio se quiebra por las tensiones intestinas de las diversas corrientes surgidas en su seno, así como las reformas y la corrupción del poder en Roma. Como consecuencia de la crisis estalla la guerra de religiones y de los intereses de los reinos. Las guerras del período, entre las cuales se encuentra la de los treinta años, terminan con el Tratado de Paz de Westfalia y una nueva configuración político-social del continente. La guerra pasa entonces a otra faceta caracterizada ya no como conquistas entre reinos, si no como guerras coloniales en los otros continentes.

El período que demarcamos para la reflexión sobre la guerra y la configuración de la realidad cubre un espacio de tiempo de casi dos siglos y medio (232 años). Comprende desde el tratado de Westfalia en 1648 hasta finales del siglo XVIII, en el contexto de la repartición del África. En este recorrido histórico buscamos destacar los hechos, circunstancias, acciones humanas, que son producto de la guerra como eje la trasformación político-social que impacta nuestra sociedad y configura la condición humana.

1. Guerras de hoy guerras de ayer.

En Octubre de 1962 se produjo uno de los momentos más álgidos de la guerra fría como período que siguió a la segunda guerra mundial; el hecho fue denominado "la crisis de los misiles". Las potencias en confrontación eran EE.UU. de una parte y la URSS de la otra. El terreno de la confrontación fue el Caribe, la isla de Cuba. El futuro de la vida y del género humano pendía del desenlace de la confrontación y de las decisiones que tomaran los dirigentes de ambas potencias. La decisión que se tomo fue la paz a partir de un acuerdo entre ambas potencias.

Ha transcurrido más de medio siglo, sesenta y dos años para ser exactos, de los hechos donde existió la posibilidad de la desaparición de la vida humana. Hoy la escena se repite pero con mayor intensidad, y magnitud, tanto en los actores como en las armas de destrucción masiva presentes en el conflicto. Estamos al borde de una formal tercera guerra.

Los escenarios de la confrontación son los países periféricos que orbitan bajo el centro de las potencias en cuestión: Ucrania en occidente e Israel en el oriente próximo; sin embargo los países que deciden la guerra, tanto occidentales como del Asia, si podemos decir así, están lejos del terreno de confrontación. Hoy la industria militar y el desarrollo de la tecnología de la muerte en la era nuclear multiplican las posibilidades de una desaparición del planeta. El contexto actual supera con creces las circunstancias vividas en el contexto de la "crisis de los misiles" de los años sesenta.

La presente realidad, con su compleja expresión marcada por una cruenta guerra, cuyo desenlace puede llevarnos a consecuencias irreversibles para la vida de toda la humanidad, sitúa el accionar del hombre como la mayor degradación de su ser y contradicción con el hecho humano. El poder representado en los Estados Imperiales, cuyas acciones se manifiestan a través de las grandes corporaciones en defensa de interese trasnacionales, nos ha llevado a la más grande conflagración poniendo en riesgo la vida humana.

Los hechos llevan a la pregunta sobre la responsabilidad del hombre frente a sus obras. Vivimos un clima de total inseguridad que pone en primer plano el hecho del fenómeno del mal. Este aspecto fue reflexionado por Hannah Arendt, quién participara como corresponsal de un diario de Nueva York en el juicio contra Adolf Eichmann en Jerusalén en 1961 donde fue condenado a muerte. De su trabajo se acuñaría el concepto Banalidad del mal para explicar parte del comportamiento humano: -El individuo que delinque, que decide de su acción, es el que tiene conciencia del mal, actúa consciente de la maldad, El resto, es decir, aquellos que conforman la población, potencialmente pueden participar de las acciones que configuran el mal, entendiéndolos como actos de rutina, tradición, deber, etc. Es lo que Arendt denominó "Banalidad del mal".

De la misma manera, hoy nuestra realidad nos lleva a preguntarnos ¿Quién es el hombre actual que puede llevarnos, al igual que en el accionar de ayer, a participar y justificar el actual holocausto humano, como el que hoy ocurre en Palestina y el medio oriente, entre muchos otros? La pregunta late permanentemente en nuestra historia social y política.

2. Las guerras en Europa y el tratado de Paz de Westfalia

Nuestro abordaje de la temática tendrá como punto de partida "La guerra de los treinta años y el tratado de "La Paz de Westfalia" cuyo desarrollo ocupo el período comprendido entre 1618 y 1648. La guerra es tan antigua como la historia del hombre. Sus formas, desarrollos, sus causas y consecuencias, así como sus manifestaciones son diversos, múltiples, en los distintos períodos históricos donde se han sucedido.

Los historiadores consideran que marca un cambio fundamental en la concepción moderna de la guerra. Produjo el más largo período de paz de la historia, además de crear un nuevo orden europeo. Con ello se marcó el punto de partida de los momentos más significativos en los tratados de paz que se han hecho hasta la segunda guerra mundial, donde se instituyo formalmente un orden internacional.

Las condiciones vividas por Europa que condujeron a la "guerra de los treinta años" están conformadas por varios factores donde se pueden señalar: Un desequilibrio de poder en la región; el dominio del comercio por los Habsburgo y la animosidad existente contra esa dinastía; La debilidad del poder del Sacro Imperio Romano Germánico; los intereses económicos marcado por el comercio, así como las fuertes tensiones producidas por las divisiones religiosas. Nos interesa, del carácter político-religioso de estas guerras, las características y conceptos que pueden extraerse de ellas. Elementos estos donde se circunscribe nuestro trabajo; más que su amplio desarrollo histórico que compete a otro tipo de análisis. Sin embargo, necesariamente tendremos que hacer referencia en torno algunos hechos a partir de los cuales se inserta nuestra reflexión.

La cuestión religiosa marcó de manera significativa el desarrollo de la guerra dada la incapacidad de los sectores religiosos para resolver pacíficamente sus diferencias. Entre los factores que actuaron como causas se encuentran las reformas religiosas. Veamos algunos elementos de ella. En primer lugar encontramos la reforma con sus lejanos elementos que estuvieron presentes en el desarrollo de la Europa de la época y más tarde en la configuración de la guerra.

La primera ocurre en 1380-1436 en Bohemia. La segunda fue la reforma protestante de 1517-1648 y por último la contra reforma de 1545 a 1700. Podemos señalar la de Bohemia liderada por teólogos, sacerdotes católicos que planteaban devolver a la iglesia la simplicidad que tuvo en sus orígenes. Su líder fue Jan Hus (1369-1455) el cual fue ejecutado como hereje, desencadenando la guerra husita que se desarrolló entre 1419 y 1434. La segunda se desarrolló en 1517 con Martín Lutero (1483-1546) a la cabeza. Publico sus tesis en Wittenberg, dando comienzo a la reforma protestante que se extendería a Suiza liderada por Ulrico Zuinglo (1484-1531); en Francia Juan Calvino (1509-1564). La Iglesia Católica respondió con la contrarreforma que se inició en 1545.

Los conflictos religiosos producto de las reformas, representan el preámbulo de inicio de la guerra; así pues, se produce en Alemania la insurrección en 1524 liderada por Lutero con las revueltas de los campesinos. Luego siguió la de los Caballeros y la guerra de Esmalcalda, la paz llego en Hamburgo 1555. Los conflictos siguieron su curso y los reinados con la confesión religiosa que les caracterizó transformo la situación en un contexto político-religioso que desemboco en la rebelión de Bohemia, dando inicio a la llamada guerra de los treinta años. La Paz se firmaría en octubre de 1648 en el ayuntamiento de Münster, Westfalia. Entre los firmantes estaban: Francia, Sacro Imperio Romano, Germánico, Países Bajos, España, Suecia, Dinamarca, Suiza.

Esta paz es considerada "la plataforma desde donde se erigió un sistema de relaciones internacionales basado en el equilibrio de poderes de Estados soberanos donde ya no regía ningún poder supranacional. En esta segunda mitad del siglo XVII surgiría el moderno Estado-Nación; a demás que se buscaban evitar la consolidación de potencias hegemónica en Europa.

3. La guerra europea se desplaza a la América

Tras el tratado de Westfalia, si bien los europeos logran la paz en el continente, con ella se reconfigura un nuevo orden político-social donde surge la Nación-Estado; sin embargo, las guerras continuaran bajo otra fisonomía y contexto. La guerra se la traslado a la América: -todos contra todos y todos contra España-, perecía ser la consigna del nuevo contexto de guerra más allá de las fronteras europeas. Todos los reinos, bajo el ropaje de naciones, buscaban participar y beneficiarse de los frutos de la explotación de América. "El mundo pertenecía a Occidente" y no sólo a España que dominaba con su poder hegemónico y los beneficios que le había otorgado el acuerdo de Tordesilla de 1494 entre Portugal y los Reyes católicos Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, además estaban bendecidos por la -bula Inter Caetera-, que en 1493 autorizó a España y Portugal a colonizar las Américas

De esta manera la guerra había cobrado nueva fisonomía y el teatro de operaciones no estaba ahora, exclusivamente en Europa, sino principalmente en la América. El tratado de paz de Westfalia se había firmado en 1648; y hacía casi medio siglo atrás que las tierras Americanas habían sorprendido a Colón salvándolo de la reacción de sus marineros que no quería seguir un viaje incierto. Con la aparición de América se conformaba por completo el mundo, ampliando el proceso de conquista y explotación de tierras, territorios y hombres en todo el globo terráqueo por parte de los centros de poder colonial. La guerra continuaba, ampliaba los objetivos de conquista y se constituía en entonces el sistema colonial que se implantaba en América.

Para la fecha del tratado se había cumplido la etapa de colonización correspondiente a la primera fase del descubrimiento y exploración de las nuevas tierras; se estaba, pues, en la fase del proceso de explotación del continente. Dado que los españoles habían dejado fuera del negocio a Inglaterra, Francia y Países Bajos, la respuesta de estos no fue otra que iniciar el ataque contra España.

Históricamente estamos en la continuidad de la guerra europea pero bajo otro formato que no contemplaba el acuerdo de Westfalia. Ya no era la guerra por la expansión de territorios entre reinos; ahora el escenario estaba en el mar y los objetivos eran la participación en las riquezas de América. La primera fase exigía una lucha contra la hegemonía y el poder que les concedió el tratado de Tordesillas y la iglesia de Roma, al mismo tiempo que no dejarse aventajar por los otros que estaban en el mismo interés y estrategia. En este sentido la característica del enfrentamiento fue -todos contra todos en función del botín que significaba América- Sólo superado esta etapa, vendría la guerra de conquista entre el conquistador europeo y el habitante natural americano-. Estamos pues en el período de la piratería convertida en arma de guerra por los grandes centros colonialistas europeos.

4. Piratería en el Caribe, arma de guerra europea.

La piratería del Caribe comprendía el Golfo de México, La costa centroamericana, la Costa Atlántico y las islas del Norte Atlántico. Su objetivo comprendía la destrucción y saqueo de las poblaciones costeras, el asedio comercio marítimo del imperio español hispanoamericano como continuación de la guerra librada entre reinos europeos. Veamos algunos rasgos de este proceso.

Desde tiempos remotos han existido pueblos costeros que han formado parte de la historia de la navegación. Puede señalarse que sin la existencia de esos pueblos el transporte por mar se hubiera hecho más difícil.

Pueblos que vivieron al margen de los grandes centros portuarios y de las ciudades; cuyo contacto entre ellos se hacía de manera tangencial con la presencia de un barco o navío en sus costas; a partir de alguna necesidad del viaje o servicios de comercio.

En el Caribe existían estos pueblos cuya vida era muy particular. En algunos casos eran europeos que se distinguían de los nativos. Hombres que se habían instalado en las islas mucho antes que se estableciera un importante tráfico marítimo producto del comercio colonial entre América y Europa. Es decir, existían antes que surgiera la Piratería como después fue conocida.

Uno de esas comunidades de pobladores estaba representada por los bucaneros franceses que se habían establecido alrededor de 1530 al oeste de la isla la Española (Haití-Rep. Dominicana) .Su actividad de centraba en la caza y el procesado de carne ahumada que comerciaban con marineros que navegaban por la zona. Para el s XVII, dado el incremento de la actividad comercial comenzaron a incursionar con el contrabando.

La población fue creciendo y con ella llegaron de Europa aventureros, delincuentes, perseguido en sus países, bandidos, etc. Creció una población cuyo clima posibilito una categoría como fue la piratería en su primera caracterización. Con el crecimiento de la actividad comercial y el transporte de Oro y Plata del Perú y México, creció la dinámica marítima y con ella el contrabando.

Según los especialistas el nacimiento de la Piratería como arma de guerra europea nace tras la firma del tratado de Paz de Vervins de 1598, por la guerra de los ochenta años que se inicio en 1568 entre Francia y España. Las repercusiones de la extensión de la guerra a la América tuvieron un serio impacto para el nuevo continente. El tratado permitía la continuidad de la guerra dada una clausula especial.

La Piratería va adquirir importancia política cuando los centros coloniales la transformaron en herramienta de guerra. Inglaterra, entre otros centros, apoyaba y compartía las ganancias de la actividad de la piratería asignando "patentes de corso" a piratas que se hicieron famosos en su historia. De esta manera la guerra europea adquiría continuidad y nueva fisonomía desde la América.

Los europeos, a través de sus incursiones en el Caribe lograron establecer colonias en la zona, logrando parte de los objetivos que se habían propuesto. A partir del siglo XVII cambian su política frente a la piratería de la cual se habían servido en esa guerra; por tanto ya no fueron tolerantes con los piratas sino que los combatieron, hasta que la acción mermo hasta prácticamente hacerlos desaparecer.

Se introducía otro modo de guerra, la guerra comercial entre las grandes empresas comercializadoras, que podemos denominar como el origen de las trasnacionales; es decir, era la continuidad de la guerra por otros medios, parafraseando a Carl von Clausewitz.

5. La guerra en el período de las revoluciones.

Hacia el final del s XVII como del s XVIII, va a iniciarse otro período donde la guerra tiene un carácter independentista; es decir, y no es el enfrentamiento entre europeos en una guerra de conquista. Estamos ante un nuevo fenómeno de la guerra al emergen el período de las revoluciones. Del fenómeno de la guerra surgirá la revolución, donde la confrontación entre conquistador y conquistado, entre colonizador y colonizado a dar otra fisonomía, otra característica a la guerra

Tenemos pues que al finalizar el período de la guerra de piratería entramos al período de las revoluciones, entre las cuales son significativas la americana de 1773, la francesa de 1789, la haitiana de 1804.Este período con sus hechos de revolucionarios, nos llevan a la consideración de un nuevo sentido y ampliación del concepto de guerra; es decir, al desplazamiento del concepto de guerra colonial a la guerra revolucionaria.

Tal y como lo hemos definido arriba, cuando hablamos de la estructura del trabajo, este período y concepto de la guerra, lo desarrollaremos en el próximo artículo; el cual trabajaremos desde la perspectiva de la filosofa Hannah Arendt.

6. Un ciclo histórico nacido en Westfalia.

La formalización y desarrollo del control hegemónico del mundo por parte de los europeos tuvo una gestación de más de dos siglos; doscientos treinta y dos años para ser exactos, claro está, si ponemos la bandera de llegada 1880. El proceso tuvo como punto de partida el tratado de paz de Westfalia de 1648, tras treinta años de guerra entre reinos que conformaban la Europa de la época. La paz, no elimino la guerra sino que la traslado a los otros continentes, principalmente América que estaba surgiendo; así como configuro un nuevo orden social europeo, donde emergería la Nación-Estado.

El ciclo de gestación de esta nueva configuración del poder atravesará distintas experiencias de transformación y luchas por el control de territorios y riquezas más allá de los mares en un contexto diferente al de la lucha entre reinos.

La lucha por la hegemonía tenía como horizonte el control de territorios y riquezas en vastas regiones allende los mares donde la guerra adquirió varias fisonomías: guerras coloniales, guerras de piratería, guerras revolucionarias…hasta desembocar al final del siglo XIX un poder colonial-imperial cuyo signo más significativo de la transformación fue la caída del modelo de Nación-estado dado que ahora obstaculizaba el desarrollo de la expansión del capital.

La etapa por excelencia del imperialismo se desarrollo entre1875 y 1914 cuando estalla la primera guerra mundial. Hasta 1900 las rivalidades ente las potencias por la hegemonía fueron muy fuertes; momento éste que se caracterizó como «el período de la transformación del imperialismo informal al dominio directo del imperialismo colonial». Durante este período EE.UU. emerge como potencia imperial. Para 1823 ya James Monroe había anunciado su doctrina donde se establecía - América para los americanos- en el marco del reparto del mundo; cuestión que va a concretarse a final de ese siglo.

Para 1878 se realiza la conferencia de Berlín, la cual fue considerada el punto de partida para el reparto de África que hicieron los colonialistas-imperialistas europeos. "El reparto de África", como fue conocida la acción imperial consistió en la invasión, división y colonización de mayor territorio africano, durante el período que los historiadores denominaron El nuevo imperialismo (1881-1914) Para 1870 Europa controlaba el 10% de territorio africano y casi medio siglo después el control llego al 90%.

El período por venir será entonces el de las guerras mundiales, el de la configuración de nuevas entidades históricas, la emergencia del socialismo y los desarrollo de los sistemas totalitarios que producirían las más grandes deformaciones del poder, dos guerras mundiales, una guerra fría y el mayor desarrollo científico tecnológico que modificaría los modelos y la fisonomía de la guerra a partir de la era nuclear.

7. A modo de cierre.

a) Referente al ciclo histórico.

Hemos hecho un recorrido histórico de cerca de dos siglos y medio (230 años) de la práctica guerra hecha por porte de los europeos, tanto en el viejo continente, como en las otras regiones del mundo´.

De este recorrido encontramos un ciclo histórico, cuyos acontecimientos conforman una entidad estructurada política-económica-ideológica que ejerce el poder y dominio en buena parte de todo el globo terráqueo.

El denominador común del proceso ha sido la guerra como factor determinante de la configuración del mundo que este ciclo histórico a producido.

Como punto de partida de este ciclo histórico encontramos la transformación de Europa tras la guerra de los 30 años, la emergencia de la Nación-estado y como punto de llegada el "Reparto de África" y la caída de la Nación-Estado como manifestación del nacimiento de un orden establecido por la transformación del poder colonial-imperial.

Asumimos que la aparición de este fenómeno del poder que se denomina colonial-imperial a dado forma, configuración y expresión a la realidad contenida en el siglos XX y del desarrollo del XXI. A partir de la confrontación entre potencias, a través de la guerra que actúa como eje de las transformaciones de los Estados.

Cada período del ciclo a configurado una expresión de la realidad según cada contexto político-social, expresando una modalidad de la expresión de la guerra.

En este recorrido encontramos modalidades de la guerra según los contextos: Guerras de conquistas entre reinos; guerra entre potencias coloniales por hegemonizar las conquistas de territorios y riquezas; Guerras donde contextos fuera del orden establecido se convierten políticamente en vehículos de guerra (la piratería), Revoluciones y Guerras revolucionarias.; Guerras independentistas; etc.

b) De las implicaciones del poder colonial-imperialista.

El proceso en consideración nos señala un curso histórico que desemboca en la formación y consolidación del poder adquirido por un pequeño grupo de países que lo expresan a partir de la implantación y defensa de un régimen colonialista-imperialista

Dada esta configuración del poder y su accionar han caracterizado el siglo XX y su desenvolvimiento de la actual crisis manifestada en el s XX que se traduce en una potencial guerra atómica.

En términos de la población para el ejercicio de la política practicada en su forma democrática como multitud, los espacios se han cerrado y las antiguas formas de participación han desaparecido

Dado el desarrollo tecnológico y científico el hombre ha dejado de ser sujeto de su propio desarrollo como ciudadano constructor de historia.

Dada la realidad son muchas las interrogantes que se nos plantean; entre ellas: ¿Cómo dilucidar las alternativas frente a la configuración del mundo actual? ¿Acaso podemos afirmar que el totalitarismo surgido a mitad del siglo XX es la actual representación del poder que adquirió el colonialismo-imperialismo a final del siglo XIX? ¿Podemos considerar que dada la centralización del poder y el dominio de la población es el entramado de un mundo que se configuró totalitario hecho poder y sistema?

 



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Luis E. Villegas N.


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