La visión de la revolución del Che y la de Fidel Castro

En los procesos revolucionarios socialistas que se han dado en el mundo han surgido y luchado con gloria inmensa muchísimos héroes que hoy serían interminable mencionar, tanto por los esfuerzos que realizaron, como por su pensamiento y por el ejemplo de lo que un revolucionario socialista es, dejaron todos ellos. Sin embargo entre este grupo de enaltecidos revolucionarios Ernesto "Che" Guevara y Fidel Castro descollan tanto por sus cualidades humanas y el amor de los pueblos hacia ellos, como sus notables aportes a la teoría y la practica revolucionaria, expresadas en sus escritos como por la practica entendida como un esfuerzo personal constante, permanente, inquebrantable.

Ambos no fueron hombres comunes, aun como revolucionarios, que nos encontraremos fácilmente en el quehacer revolucionario, sino que pertenecen a otro ámbito humano y revolucionario creados por ellos y por la revolución cubana en la cual nacieron y a la cual pertenecen, casi que podríamos decir como sus "clásicos" revolucionarios.

Por ello parafraseando a Martí, quien dijo que de Bolívar "en calma no se puede hablar de aquel que no vivió jamás en ella", solo podía hablarse con asombro y reverencia, de aquel que fue como los peñascos que vienen ardiendo, con luz y fragor de las entrañas de las tierras, así de Ernesto "Che" Guevara y Fidel Castro, no podemos hablar de ellos si no con un gran amor y respeto por todo lo que ellos crearon para los pueblos del mundo, contribuyendo a que a partir de la Revolución Cubana el mundo fuera diferente. El mismo Che diría "nada material "nos une al mundo y su humanidad.

Ambos compartían un objetivo común de lucha revolucionaria y justicia social, ante las situación en la que se encontraba la Cuba pre revolucionaria, sometida por Estados Unidos a la dictadura y restricción de Fulgencio Batista para los cubanos y libertad sin límites para los Estados Unidos; Fidel y El Che soñaban y luchaban "Una salida revolucionaria" a los problemas del país, con un cambio profundo y radical en las estructuras sociales, políticas y económicas que permitiera resolver sus inmensos problemas. Con ellos a la ausencia de pueblo de los gobiernos dictatoriales seguiría el acceso a puertas abiertas, masiva del pueblo y todas sus clases oprimidas dándole participación, voz y el poder que anteriormente no tenían.

Ambos tenían la idea que Cuba no necesitaba reformas graduales que mejoraran aspectos específicos del país dentro del marco existente, tal como pregonaban los organismos internacionales, sino una salida revolucionaria con una transformación completa de esa sociedad. En todo caso la aparición de la revolución cubana fue como un trueno con cielo despejado en nuestros países, que impulsada por estos hombres-continente, emergió con un impacto que movió e impulsó todos los movimientos revolucionarios que se gestaron después de ella.

El Che asumía fuertemente el internacionalismo revolucionario y en la necesidad de desarrollar la revolución de Cuba de tal manera, que influyera en los procesos progresistas y revolucionarios que se sucedían en otras partes del mundo, países igualmente súper explotados como era el caso de Cuba, y llevar la revolución a toda los países de Sur y Centro América.

El Che fue reconocido y quedo como ejemplo para todos por sus esfuerzos personales de anteponer el ejemplo personal en todas las tareas que se adelantaban en la revolución y por el rechazo a las expresiones burocráticas tanto dentro del partido como en la gestión del gobierno revolucionario. Creía en un socialismo puro y auténtico, libre de compromisos y pragmatismos, donde tanto el hombre cubano como la sociedad cubana pudieran desarrollar todas sus potencialidades.

Tanto Fidel Castro como El Che Guevara mantuvieron una crítica revolucionaria hacia aspectos de la Unión Soviética que consideraban que coartaban el espíritu democrático y revolucionario del pueblo y limitaban su participación en ellos. No tenían ninguna reserva en expresar sus opiniones aunque las autoridades del gobierno soviético estuvieran presentes con ellos.

El Che estimuló e impulso el trabajo voluntario en Cuba, estableciéndose jornadas de trabajo voluntario en la revolución, aun trabajo físico como cargar bultos o cortar caña. Todos los domingos se iba a hacer trabajo voluntario, un día en la agricultura, otro día a probar una máquina, otro día a construir.

"Mantenía estrechos contactos con los centros de trabajo, conversaba con los obreros, a veces iba a los muelles, a las minas, a veces iba a los cañaverales a cortar caña… Tú lo veías: si se hacía una combinada y había que subir a la combinada, él montaba en la combinada de caña; si había que construir, él con una carretilla; si había que cargar sacos, él cargando sacos. Nos dejó la herencia de aquella práctica que, con su ejemplo, conquistó la simpatía v la adhesión a esa práctica en millones de nuestros compatriotas."

Fidel como columna central del gobierno revolucionario cubano se centró en garantizar la estabilidad y la permanencia de la dirección revolucionaria, apoyándose en la experiencia que ya otros países de la Unión Soviética habían adquirido, logrando compromisos y alianzas estratégicas con la Unión Soviética, lo que le dio una fuerza administrativa a la revolución naciente.

De esta manera el Gobierno Revolucionario de Cuba continúo con el internacionalismo revolucionario que sostenía El Che, África, América Latina, Asia, recibieron aportes, empujes, presencia cubana revolucionaria que permitieron alcanzar grandes metas para esos pueblos, creando nuevas naciones, lo cual no hubiera sido posible sin el empuje revolucionario de Fidel Castro.

Le correspondió trasformar los ideales revolucionarios en políticas prácticas concretas e instalar un sistema de planificación complejo y avanzado que permitiera de una forma moderna llevar adelante la tarea de crear la nueva sociedad socialista.

La perdurabilidad de la obra de ambos revolucionarios se refleja en la Cuba actual, que contra viento y marea, contra todos los terremotos y derrumbes en el mundo socialista, a pesar de los ataques y las heridas provocadas, de todo tipo por las fuerzas imperialistas, se mantiene en plena lucha y acompañando la lucha revolucionaria en cualquier rincón del mundo.



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Oscar Rodríguez E


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