Dos casos en la Corte podrían ser el clavo final en el ataúd de Bibi

Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

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*/Deshacerse de Netanyahu y tumbar a su crecientemente frágil coalición es una atractiva estrategia para Biden, opina Martin Jay. /*

Gestos recientes de la Corte Internacional de Justicia de la Haya a menudo solo denominada como CIJ, indican que se podría iniciar procedimientos por crímenes de guerra contra Israel debido al genocidio que está realizando a diario con el beneplácito de Occidente. Hasta ahora se trata solo de declaraciones pero resulta interesante que la opinión del público global, no solo de las elites, sino de las grandes masas alrededor de todo el mundo, esté haciendo presión sobre la corte internacional para que se apresure en hacerlo. Resulta interesante a varios niveles.

Principalmente y dado que la corte es una creación de Estados Unidos, y una muy efectiva herramienta para ser utilizada contra regímenes del Sur Global que le disgusten, los expertos solo pueden especular en torno a la lógica detrás de la movida. Aproximadamente podría tratarse que cierto número de estados miembros de la Unión Europea han descubierto que en la Corte de la Haya pueden mínimamente ser vocales; otra posibilidad sería que Palestina misma urja a la corte aplicar el derecho internacional y una tercera opción sería que Biden mismo utilice a la corte como una herramienta para impalar a Netanyahu. Deshaciéndose de Netanyahu, derribando su crecientemente frágil coalición, forzando nuevas elecciones en un país que ya nadie denomina como "la única democracia en el Medio Oriente", resulta una atractiva estrategia para Biden quien no quiere ir a las elecciones el próximo año sin el apoyo de los judíos norteamericanos que no apoyan a Netanyahu y de paso, perder el voto de los musulmanes norteamericanos.

Haciendo a un lado la cómica sino predecible respuesta de parte de Netanyahu, quien responde con acusaciones de "antisemitismo", muchos podrían argumentar que la movida con la CIJ es una combinación de los tres escenarios. Pero resulta difícil imaginar que la corte haga cualquier cosa sin la bendición del gobierno de Biden y Netanyahu sintiéndose cada vez más aislado en casa casi por completo, donde los sondeos demuestran que no cuenta con ningún apoyo de parte de su base –y crecientemente del resto del mundo. Lo que hemos visto en días recientes es la limitante mantra de que "Israel tiene derecho a defenderse", de parte de las elites de los países occidentales que se están incomodando cada vez más frente a las enormes concentraciones en apoyo a Palestina con un notorio, creciente y genuino antisemitismo aunque no en grandes números como lo agitan los medios norteamericanos.

Nada es tanto como parece, y las fuerzas ocultas están trabajando mientras nosotros hablamos acerca del futuro de Netanyahu. Él nunca fue amigo de Biden, aunque él fue el primer líder del mundo en felicitar al presidente norteamericano cuando este asumió, lo cual impactó a muchos de los seguidores de Trump quienes después de todo, le dieron mucho a él y a Israel durante su único y tumultuoso período.

Durante estas mismas oscuras fuerzas en juego, es cuando surgieron esas acusaciones de corrupción contra Netanyahu –se pensó en ponerlas en remojo durante la guerra en Gaza—se están en realidad reanudando. Esas acusaciones en sí mismas podrían ser la paja que quiebre el lomo del camello y produzca la caída tanto de él como PM y también su coalición. ¿Tendría Biden también algo que ver con esa movida?

¿Teorías conspirativas? Quizás. Pero las extrañesas se están acumulando en contra de Bibi y para que él juegue la carta del antisemitismo contra la CIJ parecería demostrar un nuevo nivel de desesperación apelando a los judíos internacionales (ya que los sionistas no aceptarían de ningún modo esa tontería). ¿Será que el mundo se va a quedar quieto mirando el número de muertos civiles en Gaza llegue a 30 o 40 mil sin hacer nada? Inicialmente, se creyó que los líderes árabes no se quedarían parados permitiendo que eso pasara, pero el golpearse el pecho inicialmente no significó mucho. Comentaristas destacados están señalando que todo lo que el mercurial líder de Arabia Saudita Mbs tiene para ofrecer son sus jóvenes seguidores quienes condenas el destino de los palestinos en Gaza que son artistas pop dejándose caer en la capital para alejar sus mentes de la masacre. El tuiteo de Sami Handi es tan hilarante como trágico.

/Sauditas en general: Su Alteza. Estoy angustiado por lo de Gaza. ¡Por favor haga algo! Bin Salman: Estoy haciendo arreglos para que los Fanáticos Únicos modelo Iggy Azalea, vengan pronto a Riyahd y te quiten eso de la mente. Nosotros siempre tenemos una oferta en McDonald´s: compre uno y obtenga otro por cuenta nuestra. Vayan. Diviértanse./

Al lado, en los Emiratos Árabes Unidos, hay una historia diferente como en Marruecos, estos dos países han invertido demasiado en Israel como para retirarse. Para la realeza de Abu Dhabi ellos están con Israel no importando que fuera el primer país árabe que enviara material de guerra para el IDF (Fuerzas de Defensa de Israel) en preferencia a la ayuda asistencial.

En relación con la República Árabe Unida, sencillamente los puntos que gana con Washington y el blanqueo de los abusos a los derechos humanos, equivalen a las vidas palestinas. En cuanto a Marruecos es más complicado. El rey ha invertido demasiado dinero como para retirarse –incluso en el desarrollo de un satélite artificial con Israel—para que cancele todos los acuerdos. Literalmente, hay demasiado dinero en todo esto, aunque una Nueva Primavera Árabe en el reino podría ser el precio que él pague en tanto el número de marroquíes hierve de ira debido a las masacres que comete diariamente Israel que ha alcanzado niveles de fiebre en un país que la mayoría de las elites ni siquiera lo consideran parte del mundo árabe debido a su modernidad y proximidad a Europa. Bibi bien podría terminar viviendo en el exilio en uno de estos dos países cuando la materia fecal llegue al ventilador y Occidente dictamine que ya es suficiente. Su única esperanza a la cual aferrarse es una mayor y más larga guerra que incapacite al sistema judicial y movilice a Ia IDF contra Irán y Hezbollah. Ciertamente, no sería la primera vez que un líder israelí utiliza a Hezbollah con el propósito de ganar tiempo para permanecer en el poder.

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Martin Jay

Periodista británico.


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