Los ciudadanos se encuentran conmovidos por la destabilización ocasionada por Juan Guaidó y sus estrategas en el mundo occidental, teniendo presente los dólares facilitados y pagados por la industria petroquímica Monómeros. Poco hicieron para favorecer las tendencias internas del Grupo G4 y sus allegados. Ellos, desde 1998 viene trazando la ruta del bloqueo a Venezuela y, apoyados por empresarios venezolanos desean quebrantar la unidad del país en torno al proyecto bolivariano. Las políticas de renovación comunitaria se vienen aplicando en una sociedad civil saludable, que, busca a través de las leyes comunales proteger al consumidor. De allí la importancia de la Sociedad Civil como protagonista de sus propios conflictos y soluciones.
Hasta las últimas derrotas de finales de los años setenta. Todas las organizaciones políticas en un modelo lineal de modernización tomaron la vía del Socialismo. El sociólogo T.L Marshall, quizás el más relevante intérprete del Estado de Bienestar en el Reino Unido, ofreció una descripción preciosa de tal modelo. El Estado de Bienestar constituye el punto álgido de un prolongado proceso de evolución de los derechos ciudadanos y ciudadanía, donde Venezuela representa un ejemplo de estos programas.
Los partidos socialdemócratas cumplen su ciclo vital apoyando al principal partido de izquierda en cualquier región del mundo y, algunos tienen bajo su responsabilidad velar por el Estado de Bienestar, desde la posguerra. Sin embargo, ha tenido normalmente una base fuerte entre la clase trabajadora manual, que, hasta hace veinte años era la principal fuente de apoyo electoral de los partidos socialdemócratas. John Maynard Keynes constituyó una inspiración económica de la posguerra, no eras socialista, pero, compartía algunos puntos e inquietudes de Marx y del socialismo. Entonces en Venezuela, muchos demócratas apoyan el sendero asumido por Nicolás Maduro y Guaidó ha sido reflejado como parte de esa comparsa, ya que aún no ha sido detenido por los males financieros ejecutados en malestar del país.
Se deben tomar decisiones que jamás deben ser un salto a la oscuridad y fomentar la incertidumbre elemental en cuanto y como anunciar peligros posibles que han sido reveladas a través de la información científica, hay múltiples escenarios de riesgos que, en algunos críticos, resultan ser alarmistas. De modo que el país, debe dar respuestas concretas al futuro previsible a las familias que arropa bajo su amplio manto.
La gran preocupación es el dólar temporal y los salarios indirectos, constituyen una diversidad de contextos, ligados al Estado de bienestar. La globalización tiene su propia dimensión económica y, como sugiere su raíz, incluye conexiones que abarcan al mundo entero. Vamos hacia un socialismo de mercado, es importante ver cualquier programación que no sea un neoliberalismo recalentado. En Venezuela, aunque muchos no lo quieren ver, la socialdemocracia estuvo siempre ligada al socialismo. El setenta, (70 %), por ciento de los profesores que se decían afecto a los partidos de derecha, en el fondo en sí, eran y son izquierdistas. El filósofo Michel Foucault acerca de ser una suerte de historiador del presente para marcar los acontecimientos decisivos que se están produciendo. La primacía de cada individuo sobre las reglas comunes.
Hay un largo proceso de desilusión progresiva dada por los partidos políticos, precisamente, eso pasó en Brasil con el triunfo de Ignacio Lula Da Silva. Bolsonaro, como militar no cumplió jamás los principios comunes con el pueblo, aunque su economía logro equilibrarse para dar seguridad económica, pero, las comunidades Brasileiras exigían otros asuntos de crecimiento social.
En el 2024, ante la realidad de los partidos políticos, el presidente bolivariano, Nicolás Maduro Moros se consolidará como nuevo presidente contará con los votos de la Alianza Evangélica Pentecostal que se ha constituido en base del voto popular y, ahora levanta las banderas de Palestina y no de Israel. Ya el quince, (15%), por ciento del voto femenino de las jefes de calle del Psuv son cristianas reformistas y protestante.
Las Redes Sociales, constituyen una trampa colectiva que nos lleva a un aislamiento social. Es una suerte de ebriedad de una nueva expresión mecanizada.
Creo que una de las luchas políticas decisivas de esta década es la lucha por la reconquista y la reafirmación de nuestra sensibilidad, de nuestras capacidades sensibles. Hay que restaurar las modalidades sensibles. La era del individuo tirano es el momento en que se acepta con ignorancia y resignación mantener relaciones con el mundo y los demás únicamente a distancia y a través de las pantallas. Se pasó de la economía de los datos y de las plataformas a la economía de la distancia. ¿Somos acaso conscientes de la catástrofe que nos acecha y de esta interferencia de las pantallas y la introducción de mediadores y nuevos espías? El Metaverso es un gigantesco instrumento para conocernos e interpretarnos con la idea, una vez más, que seremos más autónomos. No somos nada. Lo que habrá es un lazo umbilical aún más fuerte con grandes empresas privadas que nos guiarán así en todo momento en una existencia íntegramente algorítmica. La temática de lo sensible y de su expresión es una cuestión política fundamental. Eso es lo que está apareciendo poco a poco. Se trata de medir la proporción entre ambas fuerzas.
Es una broma haber creído que escribiendo en un teclado en los foros de discusión se creaba un proceso emancipador. El discurso desarrollado por toda esa industria dejó suponer que cada persona iba a trazar su propio camino y realizarse mediante la satisfacción. La oposición engaño a todos y sus twitteros están en el exterior, los venezolanos en su patria, que es Venezuela.
