Che

La siembra del Che Guevara, consumada luego de su captura, herido, rendido pero vivo, por las tropas bolivianas coordinadas por la maquinaria de guerra imperial contra los pueblos oprimidos encabezada por la CIA. Quienes no respetaron su condición de prisionero de guerra y sin juicio fue asesinado cobardemente, tal día como hoy, hace 54 años. Hoy conmemoramos su siembra con cosecha presente y de futuro, que es decir imperecedera. Eres el revolucionario joven eterno, de la estrella luminosa y resplandeciente…con su cañón de futuro, como lo dice Silvio en su canción. Viene manifestándose una cosecha que se extiende hacia horizonte lejano como ejemplo del eterno joven revolucionario integro; ¡vaya ejemplo comandante! En Bolivia, la hija predilecta de El Libertador Simón Bolívar; Bolivia, lo confirmó un guevariano a carta cabal, Evo Morales y lo ratifica Luis Arce Catacora –Lucho-, en ejercicio del poder político por los pueblos originarios, trabajadores y campesinos, como lo soñaste Che. Cuando soñaste con la creación de…uno, dos, tres, varios Vietnam para enfrentar al imperio…, se ha hecho realidad, sólo ha cambiado la táctica, todos los pueblos del mundo están en resistencia en trincheras de ideas, más que de piedra en esta etapa como lo dijo el apóstol Martí. La lucha continúa en nuevos escenarios por todos los pueblos en resistencia del planeta, contra un viejo resabiado y malamañoso como siempre; el capitalismo, pero por más que se resista y mimetice, está en terapia intensiva.

¡Ernesto Guevara de La Serna, Che Guevara, el Guerrillero Heroico, Salud Comandante!

¡Hasta la Victoria Siempre!

¡Carabobo, memoria y gloria heroica de la Venezuela eterna!

¡El Sol de Venezuela nace en el Esequibo!



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1500 veces.



Aquiles J. Amares P.

Dr.. Docente universitario

 aquilesjap@gmail.com

Visite el perfil de Aquiles J. Amares P. para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Aquiles J. Amares P.

Aquiles J. Amares P.

Más artículos de este autor