El retorno de Tupaj Katar

Ser indígena significa ser la
reserva moral de la humanidad
Evo Morales Aima
 

El extraordinario triunfo del MAS en el innecesario bis electoral celebrado el pasado domingo en la República Plurinacional de Bolivia, gracias a la desvergonzada artimaña montada en comandita por la OEA y la derecha entreguista local para desconocer los comicios del 2019, evidenció que Pueblo convertido en piedra durante 500 años no permite que lo vuelvan a empedrar.

Ni los defensores ni los detractores de Jallalla SumaK Kamaña previeron que la llave Luis Arce - David Choquehuanca triunfara tan holgadamente en la primera vuelta, ni que el MAS capitalizara la mayoría de senadores y diputados. Pues la mentalidad colonial de la derecha fascistoide (y de muchos otros) que consideran a los indígenas -y en general a los pueblos originarios que habitan en distintas latitudes del Planeta- grupos primitivas a ser "modernizado", "civilizadas" o preservados como objeto de estudio u atractivo turístico- les impidió calibrar la potencia del indomable ímpetu katarista infiltrado en los ponchos y las polleras de los bolivianos.

Ímpetu nutriente de la politización de los distintos movimientos reivindicativos y libertarios de campesinos, mineros y trabajadores conformados durante la segunda mitad del siglo XX y en las décadas iniciales del XXI. Politización que ha permitido al Pueblo boliviano comprender y combatir su posición desigual y subordinada dentro de la sociedad formal, derivada no solo de su ser indígena sino de formar parte de los parias explotados inmersos en una lucha de clases mundializada, Comprensión que a su vez les ha permitido transformar su cosmovisión en aglutinante de la fuerza política que acaba de derrotar a pulso las ambiciones y proyectos de adversarios sumisos a los intereses del poderío norteño.

En esta época de destrucción y deterioro de la condición humana, pertenecer a naciones unas con sus territorios, defender la vida, vivir en armonía con la naturaleza y con los otros, es un privilegio y también una gran responsabilidad. A nuestros hermanos bolivianos además de lidiar con complicadas y peligrosas circunstancias nacionales, les toca servir de ejemplo y trabajar en unión con sus pares y movimientos populares de la región en la construcción de un modelo de sociedad nuestro-americano, basado en nuestra identidad, nuestra historia, nuestros saberes y nuestros mitos. Les y nos toca convertir nuestras luchas en símbolos planetarias de dignidad y libertad, como la wiphala inca.

Viva el retorno de los hermanos indígenas al poder.
Vivas a los pueblos de la gran nación latino-caribeña concebida por nuestro Libertador



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Mariadela Villanueva

Analista y comunicadora. Socialista y chavista. Firme creyente del poder popular

 mariadelav@gmail.com      @mariadvillanuev

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