La increíble historia, nada secreta, de Jeanine Áñez: del pináculo de la orfandad a la gloria del Señor…

  1. Su nombre originalmente era Anahí Ayelén Áñez, pero cuando la joven tendría diecinueve años, con la ayuda de un curioso, logró que sus padres le cambiaran el nombre por el de Jeanine. En verdad, cuando ella nace, el 13 de junio de 1967, ya para esa época, dirá en sus posteriores confesiones espirituales, que se sentía plenamente adoptada por el Señor. Vagamente se sabe que sus "padres espirituales" al principio se presentaban como muy católicos y pertenecientes a la etnia los curacazgos, liderados por curacas. Ella, Anahí Ayelén Áñez, cuando nació era una perfecta indiecita, bella, redondita, con sus rasgos adorablemente naturales, de piel acanelada (morena), su pelo oscuro, grueso y lacio; ojos negros, achinados y redondos algo rasgados; de regular estatura, más bien baja, con leve tendencia a la obesidad (contra la que al reconocerse otra, habría de luchar toda su vida).

  2. De niña y adolescente Anahí Ayelén Áñez cubría su cabeza con sombreros de paño o gorros de lana, trató de aprender la zampoña y el cultrún, bailaba con gran soltura en los carnavalitos, llevando incluso con tocado de plumas en forma radial como el sol, vestimenta multicolores, y una soberbia túnica blanca. Muchos la consideraban una chola y la llegaron a corear cuando pasaba en los desfile de la escuela: "Chola, chula, cholita". Luego, por la gran influencia de ciertos extranjeros que comenzaron a poblar Trinidad (ciudad del Departamento del Beni), Anahí Ayelén Áñez comenzó a descubrir por su condición "chola" que aún se considera en estos lugares un "insulto", y descubrió que no era más que "una vulgar mestiza". Entonces se produjo en ella una especie de rebelión y admiraba a las niñas blancas de familias "finas y decentes" y le pedía a Dios grandioso que traían los "finos y decentes", todas las noches, que algún día ella pudiera llegar a ser como ellas.

  3. Los padres de Anahí Ayelén Áñez (las que acabaron adoptándola) veían muchas telenovelas peruanas, argentinas, mejicanas y brasileñas. Los concursos de belleza "me fascinaban". A partir de los 17 años de edad, Anahí Ayelén Áñez comenzó a mejorar su "apariencia", decidida como estaba a no parecerse en nada a los indios (es decir, tampoco a sus padres) para lo que tomó cursos de baile y modelaje. Usaba jeam bien ajustados, se coloreaba el pelo, se cambió el color de los ojos con lentes de contacto… Se fue haciendo realmente irreconocible para todos los amigos y familiares, y tímidamente fue siendo aceptada en centros y club exclusivos para la gente "fina y decente" y nada aborigen. Esta etapa de su vida fue muy importante porque debutaba en una sociedad que podríamos llamar jurisprudente y rápido ascenso hacia la modernidad: aprendió a fingir, a saber disimular muy bien sus alegrías y dolores, aprendió a reír y llorar en un todo de acuerdo con las circunstancia de cada hora.

  4. A los 25 años ya todo el mundo la conocía por Jeanine, y se estaba haciendo en su medio realmente "espectacular". Atraía las miradas en su entorno y eso constituía un gran logro. A fin de cuentas, reconocía ya que era peculiar, diferente y en permanente rebeldía interior hacia el hecho innegable de que era totalmente lo más opuesto a una indígena, que si alguna vez fue otra cosa, ya lo había superado con creces y con valores importados de gran significado social. Tardíamente comenzó a estudiar derecho, lo cual por correspondencia y a través de una universidad privada con sede en Panamá. Se conectaba con dichos estudios tarde en la noche luego de sus quehaceres sociales muy exigentes con personajes del mundo de la publicidad donde estaba también debutando, todo esto con apoyo de una beca de la USAID (con quien ya se relacionaba a través de unos jóvenes de la iglesia evangélica y pentecostal FUENTE DE VIDA).

  5. A los treinta Jeanine Áñez comenzó a viajar con mucha asiduidad a Brasil y se conectó con otros grupos evangélicos de ese país. Llegó a aprender de la Biblia docenas de versículos que repetía en cuanto acto social asistía, aunque era incapaz de redactar tres líneas para una carta. Aprendió a bailar con bastante destreza la samba y cuando supo que era un ritmo de origen africano se sintió desconsolada. Para entonces comenzaba a ser tomada en cuenta por su vestimenta, por la finura al andar, los cambios todos "muy del altura y positivos" en su rostro, ya acicalados por varias cirugías estéticas. Según ella misma decía ya nada de lo indígena que alguna vez pudo "degradar su cuerpo" quedaba ni en su sangre ni en su alma. Fue de este modo como llegó a ser contratada para trabajar en televisión y en la política de partidos… De ahí en adelante su mayor locura eran dos lugares en el mundo: Nueva York y Miami. (Hizo aciagas gestiones para adquirir la GREEN CARD, y hoy se sabe que Mike Pompeo se la enviado con agregado militar en Bolivia, míster Edward Spiderfat).

  6. Alternándolo con su religión evangélica que en concepto de sus pastores y ministros es la que ofrece mayor éxito y fortuna en las carreras públicas (ya sea como artista, dirigente social o negociante de bienes raíces…), en cambio la católica sólo ofrece tortura, prejuicios y pobreza… ella, la otrora Anahí Ayelén Áñez decidió hacerse toda una profesional en el terreno del derecho, que es siempre el más apropiado para alcanzar el éxito en los combates de la política.

  7. Y un día cualquiera se hizo abogada, y el título le llegó por correspondencia, y a través de su propio equipo de defensores de la Santa Biblia en su grupo cristiano. Todo le venía a pedir de boca, y mientras más se elevaba más odio sentía hacia su tierra poblada de cholas, polleras y horriblemente feas "indigentes", porque según ella, le fue revelado que la palabra INDIGENTE proviene de INDÍGENA. A sus treinta ocho años, muy bien plantados, muy bien administrados y muy bien llevados ya era directora del canal televisivo "Total Visión". Por donde pasaba dejaba una estela de los mejores perfumes de Nueva York, París o Londres. Iba imparable, estaba ya decidida a venderse pidiendo no tanto como lo que aspiraba, pero venderse en todo caso…

  8. En 2006 Jeanine Áñez, con una belleza que apabullaba a propios y extraños dio el gran salto a la política y fue elegida para representar a su distrito en la Asamblea Constituyente, que aprobó la carta magna boliviana en 2009. A estas alturas de su vida ya se conocía treinta y cuatro versículos de la Santa Biblia, y de rezo en rezo en 2010, se erigió en senadora por el mismo departamento, conformando la alianza opositora "Plan Progreso", "Convergencia Nacional" y "El Redentor en la Gracia Divina". Tenía carácter, sin duda y durante su primer período se manifestó tajante los líderes INDIGENTES y muchas de sus proclamas fueron publicadas en Twitter.

  9. Ahora, tras su juramentación en el Palacio de Gobierno, acompañada de una biblia, ha dicho que se le han cumplido uno de sus mejores fantasías. Que ella quería ver realizadas todas sus fantasías en esta vida, pero que ésta última colma un gran aspecto de su vida profana porque para ella la política es de lo más profano que existe: "Me habría gustado ser presidenta de otra entidad social, pero Dios me está poniendo a prueba", dijo en su discurso poco después de recibir la banda presidencial. Antes que Trump ella reventaba las redes con sus opiniones políticas como cuando escribió: "¡Qué año nuevo aymara ni lucero del alba! ¡Satánicos, a Dios nadie lo reemplaza!". El 14 de abril de 2009, también publicó: "Sueño con una Bolivia libre de ritos satánicos indígenas. La ciudad no es para los indios. Que se vayan al Altiplano o al Chaco".

  10. Un periodista le preguntó, poco después de colocarse la banda presidencial si ella estaba de acuerdo con la supremacía blanca, a lo que contestó: "Yo nunca quise presidenta de nada, mucho menos de este país. Por otra parte, que yo sepa, desde que el mundo es mundo, toda supremacía ha sido y tendrá que ser blanca. Yo nunca he visto a un SUPREMO (con mayúsculas) que sea negro o indio, ni siquiera trigueño. El mismo Señor Jesucristo, como todos sabemos es blanco, para empezar… No podemos tapar el sol con un dedo meñique, amigos periodistas, me perdonan, así de simple son las cosas… Y por algo yo he sido reconocida por los gobiernos de Estados Unidos, del Reino Unido y de Brasil, lo cual ha sido un gran paso en la búsqueda de la paz de este territorio, porque dudo mucho que tal reconocimiento se le hubiera dado aquí, hoy, con esta banda encima, a una persona de las que llaman pueblos originarios. Sorry my friend…, ¿are you from United State? Bai bai…".



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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